De Loredo ya tomó la decisión

Sin terminar de confirmarlo, pero dando cada vez más señales en ese sentido, Rodrigo de Loredo parece encaminado a ser el compañero de fórmula de Luis Juez como vicegobernador.

El radical no archivó por completo la posibilidad de postularse para la intendencia capitalina, otra de las opciones con las que especula, pero el hecho de que esos comicios se realizarán después de los provinciales lo empujan a situarse al lado de Juez en busca de intentar conquistar el Panal. Se ha dicho: sin ganar la provincia primero, se considera imposible vencer luego en la ciudad. Los pasos de la oposición son marcados por las posibilidades.

El esquema “poner todo y lo mejor” para el turno provincial contempla condimentos extras. Entre los opositores, volvió a sonar en las últimas horas la posibilidad de reflotar una propuesta que a mediados de 2022 había puesto sobre la mesa Juez como garantía de unidad y alternancia con De Loredo, pero que quedó olvidada mientras el radical mantuvo sus aspiraciones de ser el candidato a gobernador.

Aquel acuerdo explicitaba, en un formato parecido al de un contrato de locación entre las partes –Juez y De Loredo–, la posibilidad de permanecer en el poder sólo un período; en el caso de ganar las elecciones, obvio. En la práctica, la regla impondría cuatro años para Juez y luego la postulación de De Loredo para otros cuatro años. La chance de reelección está vedada para ambos mientras dure el entendimiento.

Esa alternativa vuelve a escena ahora. Hay allegados muy próximos a De Loredo que hablan en privado del tema. Y suman el componente de un eventual futuro gabinete juecista compuesto mayoritariamente por intendentes radicales: se menciona al riotercerense Marcos Ferrer como “jefe de Gabinete” y a Luis Picat (Jesús María) y a Gustavo Bottasso como potenciales ministros, entre otros. A falta de equipos técnicos, los principales intendentes radicales son convocados para ser parte del proyecto. Carlos Brinner, impedido de un nuevo mandato en Bell Ville, y tentado sin éxito por el PJ para saltar de bando, también figura en ese lote de ministeriables.

LOS INTENDENTES Y LAS FECHAS
De Loredo encabezó el martes una reunión del Foro de Intendentes de la UCR. Presentó junto con Juez una estrategia política, pero sobre todo discursiva y simbólica, vinculada al rol que tendrán los jefes municipales en los comicios provinciales. Se busca desterrar la idea individualista y localista de que los jefes municipales de la UCR tienen poco apego a trabajar para el candidato provincial.

 
La acción capitaneada por De Loredo –otra señal de su involucramiento provincial y no capitalino– es una puesta para contrarrestar la jugada histórica del peronismo que, al comando de la mayoría de los gobiernos locales en el interior, instruyó pegar los comicios locales con los provinciales en señal de respaldo unívoco a la postulación de Martín Llaryora.

Juntos por el Cambio reperfiló esta vez el discurso sobre la simultaneidad de elecciones en el interior. Mientras en el peronismo creen que la fórmula de sumar municipios seguirá siendo efectiva (la mayoría de los que llamaron a votar el 25 de junio junto con la provincia son del PJ), la oposición plantea ahora que el adelantamiento de votaciones en sus principales bastiones responde a una jugada “planificada” y “escalonada” para garantizar festejos que influyan en el clima electoral previo a la votación, y que no significa darle la espalda a Juez.

En Hacemos por Córdoba, que antes de que termine abril presentará su nuevo nombre, aseguran que la indefinición de De Loredo los beneficia. “Mientras ellos aún no tienen fórmula, más tiempo tenemos nosotros para sumar radicales a nuestra coalición”, reiteran los llaryoristas, confiados en recolectar heridos y enojados.

Finalmente, los resultados marcarán si los opositores perdieron tiempo o si, en cambio, por primera vez fueron perspicaces al no mostrar todo el juego a su adversario. El peronismo siempre se sintió cómodo con tener enfrente el tablero completo, amén de fragmentar a la oposición. Hoy tiene algunas dudas.

LA CALERA SE HACE NOTAR
En el interior, la lógica agitación preelectoral es parte del paisaje. Hay oficialismos que asoman amenazados por opositores. Sucede en la oposición y también en el oficialismo. Pegadito a la Capital, en La Calera, hay una muestra de ese frenesí político.

En las últimas horas, el peronismo entró en estado de alerta por la configuración de un nuevo frente opositor: Juntos por el Cambio cerró un acuerdo con Encuentro Vecinal Córdoba, el partido que comanda Aurelio García Elorrio, un espacio consolidado que en cada elección provincial promedia los cuatro puntos y que salió segundo en La Calera en 2019.

La novedad política del Gran Córdoba preocupa a las máximas autoridades provinciales, incluido el gobernador Juan Schiaretti. El escenario de tres tercios que históricamente aprovechó el PJ se presenta esta vez invertido: la oposición se unió y hay dos peronismos aún en cancha.

La dura interna de los Rufeil conspira para que Hacemos por Córdoba retenga el poder en una ciudad que es un anexo de la Capital. Allí se vota el 4 de junio, tres domingos antes que la fecha provincial. Un revés del PJ podría no ser inocuo y sí resonante a tan poco de la elección central. El oficialismo tiene unos días más para evitar exponerse a ese riesgo. ¿Será La Calera el ensayo local de un acuerdo más amplio que podría llegar a escala provincial?

Con información de La Voz, sobre una nota de  Mariano Bergero