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No nos vendan que todo fue perfecto

PARA LEER EN PANTUFLAS 15/01/2023 José Ademan RODRÍGUEZ
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jose ademan José Ademan RODRÍGUEZ

El Exorcismo de Nuestros Demonios Interiores

Para rebajar la euforia ambiental post mundial, cabe recordar que esta selección argentina vencedora del torneo mundial, está formada por unos cuantos millonarios que tienen más tatuajes que miembros de una pandilla callejera y maneras de nuevos ricos. Quieren convertirlos en héroes nacionales como si le hubieran pintado la cara a sus rivales (si ganaron por penales en cuartos y en la final!!)

Eso nos gusta a los argentinos, nos encantan las joyas, los perfumes, los autos de alta gama, que no tendremos jamás, y los televisores bien grandes para ver el mundial y las figuritas vendidas en los informativos de televisión, ¡gente graaaande!

Un festejo en un ambiente degradado y mísero, con las bolsas de basura derramadas por el centro de Córdoba capital en medio de un enjambre de bostas de palomas. Es que casi todo el mundo del fútbol se ha visto inducido a sentirse argentino, fanatismo que llegó hasta Bangladesh, por no hablar de obelisco porteño y el patio Olmos de Córdoba... Hasta los intelectuales pequeños burgueses renuncian a sus propias ideas para plegarse ciegamente a esa supuesta voluntad popular que adquiere un sentido sagrado y solemne, y todo se mezcla, progresistas, reaccionarios, la derecha es en realidad la izquierda y viceversa. Amorfa multitud, cutre, sin cultura de masas, ni siquiera en la música, donde predominan las salsas villeras, todos neuróticos, contraídos, histéricos, sin la alegría de los brasileños con su samba y sus rostros felices...

Ha llegado hasta tal punto la exaltación del jugador del equipo argentino que se ha convertido en patrimonio nacional, llevándolo al mismo pedestal que la carne o el trigo (o la soja) y dando lugar a la formación de una nueva casta oligárquica en la sociedad argentina: la de los jugadores de la selección. Y en realidad la gente solo se acuerda de los buenos equipos y no de si salieron campeones, que pasa a ser estadística estúpida, como los títulos mundiales de aquel Estudiantes de la Plata de Zubeldía.

Esta selección se comportó como un grupo de desvergonzados de poca monta, mal educados, descarados y provocadores, maestros en el arte de convertir un partido de fútbol en una vergüenza, en provocar un ambiente nauseabundo, donde se destaca el goce alado y celestial que provoca Messi y que al alzar la vista en Doha, se vea reflejado en un rasca cielo de cristal, dominando la ciudad... propiamente es lo que les gusta a sus fanáticos que vienen del país del hambre y la dictadura Kirchnerista.

El partido de cuartos contra Holanda es un buen ejemplo del tipo de partidos que dan la razón a los detractores del fútbol (o del fútbol argentino)... y es que somos especialistas en eso de las actitudes feas... Y llorones. Con el continuo uso del victimismo, del "nosotros contra el resto del mundo", para tapar lagunas profundas, apelar a la heroica, ''reforzar la cohesión del grupo'' ... el verso de siempre...

Los mismos hechos lamentables... hablando de futbol en argentina llueve sobre mojado, y casi todo lo que sucede, ya ha sucedido... y por eso sucede.

La cultura de la trampa, de la viveza, la picaresca, que intentan hacer pasar como una artimaña, como un hecho cultural ligado al fútbol del potrero, al llamado fútbol popular...

No tenemos de que presumir somos más compadres y cancheros que un ocho, que parece perseguirnos, porque en 1948 la AFA contrató 8 referis ingleses para mejorar el nivel moral del arbitraje argentino, donde se favorecía a los equipos grandes y a los locales, aunque en realidad esto venía ocurriendo desde la última etapa del amateurismo mezclado con sobornos y arreglos.

En 1946 Osvaldo Cossio se salvó por un pelo que lo lincharan en un partido entre Newell y San Lorenzo, lo salvo el capitán Angel Peruca cuando ya tenían preparada la soga para ahorcarlo. Que vergüenza, ser argentino hincha de futbol en este entonces.

A todo esto, las revistas como el Grafico eran edulcoradas para maquillar o disimular la trampa. Nadie denuncio nada.

Pero gracias al mejor documentalista del fútbol argentino, Gustavo Farias, conocemos la historia en detalle:

Ocurrió el 22 de noviembre de 1947, época en que los equipos porteños viajaban a las provincias para presumir su juego y, de paso, cargar las valijas de billetes. Jugaban Talleres y Boca en barrio Jardín con arbitraje de Carlos Libertario Linossi, un personaje histórico del referato cordobés. La “T”, por entonces, lo tenía alquilado a los xeneizes que en cada visita, además de regresar con una linda cantidad de dinero, también se llevaba la canasta cargada de goles. Y esa tarde no fue la excepción.

Los locales ganaban 1-0 con baile y tras sancionar un penal para los albiazules, Linossi decidió la expulsión de José Marante por reclamar la sanción airadamente y de manera sobradora. “Se golpeó el pecho y gritó ‘¿Usted me va a sacar de la cancha a mí… a Marante?’. Yo tranquilo le contesté: No señor, yo no lo voy a sacar. Aquí en Córdoba o se van solos o sino los saca un agente. Pero como usted es un jugador de renombre lo voy a hacer sacar con un oficial. Y como venían un agente y un oficial, le dije a éste 'hágame el favor de retirar de la cancha al señor Marante, del Club Atlético Boca Juniors’”, recordó Linossi en una entrevista publicada por La Voz del Interior, en julio de 1969. Talleres ganó 4-1.

Eran tiempos en que los equipos poderosos contaban con el aval incondicional de los jueces y los cuadros denominados “chicos” no podían disponer casi nunca de un penal a favor. Fue por eso que la AFA dispuso la incorporación de árbitros ingleses para sus torneos. La primera fecha del torneo de 1948 fue arbitrada exclusivamente por jueces británicos que no andaban con vueltas para sancionar penales y tiros libres peligrosos. Además, como no tenían vínculos con el fútbol local, arbitraban como si todos los clubes tuvieran el mismo poderío, rompiendo la costumbre de que cinco o seis equipos resultaban habitualmente beneficiados.

El 27 de octubre de 1946, el juez Osvaldo Cossio estuvo a punto de ser ahorcado por los hinchas de Newell’s en un partido ante San Lorenzo, en el cual éste ganaba 3-2 hasta que cerca del final Cossio anuló un tanto de los rosarinos. El fallo desató el escándalo y el juez huyó hacia el Parque Independencia, donde fue atrapado y cuando estaba a punto de ser asesinado, lo rescató la policía.

El Diario El Norte de San Nicolás, retrató el parte médico del árbitro: " Más tarde, en el hospital Británico de Rosario se constató que el árbitro había sufrido un fuerte golpe en la cabeza con lesión en el hueso temporal derecho, heridas cortantes en brazos, piernas y rostro, además de una conmoción cerebral. Sin embargo, la furia de los hinchas rosarinos no se detuvo. Rodearon el nosocomio con el fin de volver a la carga por Cossio. Entonces, los mismos soldados que le salvaron la vida debieron cargarlo en un auto, esconderlo en su baúl y trasladarlo hacia San Nicolás. Desde allí, finalmente escapó hacia Buenos Aires’’.

 

Nuestra vergüenza viene de muy atrás...

Esos árbitros ingleses restablecieron la paridad entre equipos grandes y chicos.

Inventamos el alambrado olímpico, el foso con agua alrededor del campo para evitar invasiones, el naranjazo, más tarde la pedrada... hasta llegar a las armas de fuego.

Y el 23 de junio del 1968 murieron aplastadas 71 personas y 113 resultaron heridas, en la tribuna 12 del Monumental de River en un partido contra Boca, nunca se encontraron culpables.

Por eso, hace unos años la AFA tuvo que solicitar la ayuda de España para organizar el Boca River en Madrid!

Siempre hemos utilizado la viveza criolla, tan alabada por los cronistas deportivos, que no son más que trampas y mala fe. Es que el hincha se identifica en plenitud con el jugador y revela una necesidad imperiosa de concebirse a si mismo como un ideal de masculinidad así se subordina la violencia, la agresividad despreciando todo lo que aparenta debilidad. Prueba de esto la película El Hincha de Enrique Discépolo,

donde el protagonista pospone permanentemente el amor de su novia a la admiración por un crack de fútbol...

La suerte emocional del fútbol es super contagiosa, en una especie de ''hipnosis colectiva'', como en épocas de la hechicería de la edad media. Esa fascinación y abandono de sí mismo para entrar en la órbita de las masas alienadas tiene su máxima expresión en el pan y circo de los romanos.

Graves problemas cuando surgen las olas de xenofobia y chauvinismo que exhiben los partidos de los mundiales y que pueden desencadenar a través de las enseñas patrias y los himnos de cada país, los disturbios que pueden terminar en batallas campales teniendo en cuenta que el hincha es un enfermo mental.

Por algo, Dante Panzeri, siempre sugirió la eliminación de los himnos para quitarle los peligros de las motivaciones nacionalistas.

Solo hay que ver la tremenda entrada de Paredes que abrió las hostilidades contra Holanda. Y luego su pelotazo al banquillo holandés que parecía una metáfora de un pelotón de fusilamiento. Merecedor de castigo por parte de la propia federación argentina. Demostró todo lo peor, con todas las mañas podridas. Tan insoportable que podría llegar a hacer que un monje budista se levantara de sus hamacas.

Y Messi, que suele ser introvertido, cabizbajo, se vio contagiado por este clima detestable. El enano se agrandó. En lo malo. Con gestos y miradas desafiantes, metido en todos los quilombos. Parecía un Astérix, sin gracia, retador, rencoroso... ''Qué mira' bobo!? Andá payyyá!'' Como un pendenciero rosarino en un ajuste de cuentas.

¿Creen que es el carácter habitual de Messi? Él es introvertido, tímido, corto. Estaba sobreactuando.

No me parece correcto que Messi, con su cara de papo afligido, y en condición de capitán de seleccionado argentino se ponga a hacer el topo Giggio en la cara de Van Gaal...

El gesto sobrador y cobarde por parte de los jugadores argentinos luego de los penales contra Holanda, donde se escuchó: ''vayan a la concha de su madre''. Y no era una sobredosis de euforia desatada, por la alegría del triunfo...

Y durante el paseo hacia el Obelisco, el ''Dibu'' metafóricamente se la estaba haciendo chupar por un peluche con la forma de Mbappe, con el capitán Messi al lado, que con un mínimo de decencia y ubicación social, le tendría que haber dicho: ''Terminala hermano, que es compañero mío en el PSG''.

La vena argentina siempre sale, es contagiosa. Y me recuerdo de Estudiantes, y del mundial 1966 en Londres y esta no es la Argentina que yo quiero. A mí, no me representan.

Son muchas cosas, las que quiero de mi patria aunque no votaría a nadie de sus dirigentes sino a Lisandro de La Torre, imposible, claro. Quiero a los hombres del temple de Hugo del Carril, Les Luthiers, Tita Merelo, Agustin Tosco, Sebastian Viverti, y no quisiera para mi Córdoba el Belgrano de Luis Artime sino el de Miguel Laciar y del negrito Garay; y el Talleres del maestro de Alta Gracias Rodolfo Butori, no el del Nuccetelli ni de Fassi, expertos en fundir clubes sino el de la Wanaora Romero. Y el Instituto de Don Antonio Capellino y el jugador Carlos Lobera y el Velez Sarfield de Amalfitani.

Para muchos, esta selección, representa todo lo que es detestable en el fútbol: trampas, maldades, anti deportividad, faltas de respeto, simulaciones, lloriqueos... La combi perfecta!

Este equipo argentino siempre estuvo al límite, psicológicamente trastornado, pero nos querían dar una imagen de fuerza mental, de unión en el vestuario y con la hinchada y el país... una banda que apela a la mística de otro alterado ya desaparecido.

La comparación con Maradona y la pretensión de Messi de emularlo, no es ningún piropo para Lio. Estaba sacando lo peor del ídolo, solamente le hubiese faltado convertirse en maltratador, mal padre, amigo de dictadores y putero consuetudinario,

Hubiese quedado más fino seguir en esa especie de autismo (que algunos han querido endilgarle el padecimiento de Asperger, por su poca expresividad, con una casi nula expresión facial).

Pero esta mística viene promovida por pequeños burgueses y/o pseudo revolucionarios que quieren presumir y darse un estilo y que desconocen lo que era el fútbol ''popular'' en la Argentina de las décadas del '30, 40 y 50....

La emoción que emana de los jugadores argentinos es el fanatismo (llantos, oraciones)... y ya les dije, la recuperación política en caso de una victoria argentina...

Y cuando vi, la Avenida 9 de Julio, alrededor del Obelisco convertida en un estercolero, me acordé de los japoneses con su alto comportamiento moral para la convivencia, al menos para limpiar el suelo donde pisan... que en esos se parecen los españoles, los argentinos y los italianos, son sucios.

Los hinchas argentinos, al ingresar al estadio les quitaron el lugar que les correspondía a otros, para estar todos juntos... cosas de argentinos. Trampas. Es que hemos nacidos para ser pícaros. Tan picaros que ahora durante 4 años, nos privaremos de una vida digna, con buena vida, con educación, con sanidad y ahorraremos inconsciente irresponsablemente como boludos que somos, para ir al próximo mundial.

No creo que sea de pícaros sino de irresponsables, inconsciente y boludos.

Escuché a periodistas extranjeros, ajenos a ''lo nuestro'', disculparnos diciendo que había demasiada emoción, demasiada presión, una mala gestión de la frustración....

Bueno, en la vida hay que aprender a ganar. Porque si ganar un torneo de fútbol permite legitimar la locura de los argentinos entonces estamos todos locos. Y dicen que la locura es por naturaleza escurridiza. Sin embargo, está profundamente presente en los jugadores argentinos.

¿Es para cantar que ‘’sooooy argentinooooo, que ‘’es un sentimientoooo’’? Cada uno sabrá.

Y todos estos ''memes'' que recibí por WhatsApp y esos comentarios racistas con las fotos del equipo francés porque son negros, y sin embargo nadie ve extraño que todos los jugadores de un país sudamericano tengan rostros blancos o rosados, muy europeos...

Y el Dibu?!, que se puso el guante en la pinchila ante 6000 millones de espectadores del mundo entero.... No nos olvidemos que había niños mirando a ese pajero bastardo.

Y un consejo para Messi y sus compañeros campeones mundiales, no maleduquen a sus hijos, tratándoles como monigotes hartos de todo, edúquenlos por ejemplo, para la música, la cultura, vayan a visitar a algún museo ya que viajan tanto.

Y enséñenles a hablar, ya que ustedes no saben.

Los niños que son como una esponja harán bulliyng con el débil, el miope o el gordito de la clase…El ‘’Que miras bobo?!’’ Ya está grabado a fuego en las camisetas.

Yo quería transmitir mi amor por el fútbol a mis nietos, pero todo este ''espectáculo'' me deprime y lo peor es que ellos (mis nietos) acabaron amando a esta selección, por razones erróneas y contrarias a mis principios.

El mundo ha vivido equivocado, decía el negro Fontanarrosa.

Me gustaría que aprenden de Modric, un señor dentro y fuera de la cancha, y que seguramente les hubiese dado la mamo a los perdedores... sin importar las circunstancias.

Se acabó el Mundial de Qatar. Los focos, los símbolos, la publicidad, la copa, la túnica...

Cesaron a muchos técnicos que seguramente en estos momentos, con caritas de compujidos, sobrevolaran como gaviotas alrededor de los estadios haciéndose los distraídos que ''pasaban por ahi'', cuando en realidad están buscando trabajo, además la mayoría dirán que ellos han tenido el privilegio o el honor de pertenecer a esta gran familia futbolística... Y ya se encargarán los periodistas deportivos de conseguirles el banquillo adecuado, con andamio y todo, como fue el caso del streamer-clown Luis Enrique Martinez, que ponía un andamio para dirigir desde ahi los entrenamientos de la selección española.

Como siempre los periodistas dirán que son cosas del fútbol o que ''esto es futbol'', o que los que ganan (aunque sea de pedo) es que han sabido competir, como sucedió en las semifinales y en la final. Sí, la final fue emotiva, fue trepidante, pero no fue una exposición de calidad como Brasil en el '70.

Pero bueno, el jeque de Qatar tuvo lo que quería: una final con sus dos juguetes favoritos del PSG: Messi vs Mbappe.

Qatar le había comprado aviones de guerra a la Francia de Macron y había jurado convertir al PSG en el mejor club del mundo...

Macron, el mamón de los qatarís se había encargado de que no fichase MBappe por el Real Madrid... al menos hasta el Mundial.

El ridículo de Macron que bajó al césped a tocarlo al joven crack francés, a frotarlo como si fuese su lámpara mágica para que el genio Mbappe lo ayudara con su imagen en Francia. Porque todo es cuestión de imagen y de relato en la política.

Soy de la opinión que esta final no debería haberse jugado hasta que este jugador iraní, condenado a muerte en su país, no haya estado liberado. Los jugadores deberían haber protestado, intercedido. Pero ya saben como son…

Este mundial que no se podía jugar en verano, pues en invierno se jugó. ¿Dónde está el problema?!

Para finalizar, los invito a ver a un tipo que aún lo seguimos llorando, y no por que se haya puesto el estetoscopio en la pija o las manos en los huevos delante de todos los argentinos. Este hombre salvó vidas, y lo más importante, se mató por los idiotas que se creían importantes e imprescindibles, los mismos que nos quieren hacer creer que es divertido "cogerse" un muñeco de  Mbappe o que un "Qué mirás, bobo, andá pa allá", es mas importante que un mismísimo trasplante de  corazón. 

 

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