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El detrás de escena de Tapia vs. el Gobierno

POLÍTICA 21/12/2022 Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior
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Alberto Fernández ordenó dejar desierta la Casa Rosada. Los jugadores de la Selección habían dejado claro que no se prestarían a compartir fotos con ningún dirigente político. El Presidente acató las condiciones, cumplió a rajatabla y restringió hasta el máximo el ingreso. La prohibición llegó tan alto que, durante toda la jornada del martes, los únicos funcionarios que estuvieron en Balcarce 50 fueron la secretaria de Comunicación, Gabriela Cerruti, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello y la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra. El resto del gabinete tuvo la entrada vedada. El primer mandatario se quedó en Olivos.

Pero la Scaloneta nunca llegó a Balcarce 50. Con cinco millones de personas en la calle, la caravana se suspendió y el festejo quedó teñido por la interna del propio oficialismo y la evidente tensión entre la Rosada y el titular de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Chiqui Tapia, que reivindicó al ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, y tiró dardos por elevación a la organización de nacional, a cargo de Aníbal Fernández.  

“Agradecemos a la provincia de Buenos Aires, encabezada por su ministro de seguridad Sergio Berni, que fue el único que acompañó durante toda la recorrida hasta la entrada a la capital sin registrar ningún incidente, permitiendo a los jugadores abrazarse al pueblo argentino”, tuiteó Tapia cerca de las 16.30, minutos antes de que se terminara de romper definitivamente la posibilidad de que Lionel Messi saliera al balcón de la Casa Rosada con la Copa del Mundo, como hizo Diego Maradona en 1986. “No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco, los mismos organismos de Seguridad que nos escoltaban, no nos permiten avanzar”, agregó.

En el Gobierno se leyó como una clara señal de que Tapia había decidido jugar públicamente en la interna en favor del cristinismo, en desmedro del albertismo. La relación del Presidente con el titular de la AFA es pésima. Fernández apostó por Marcelo Tinelli y jugó en contra de Tapia en la interna de asociación. El dirigente no lo olvidó. Además, Tapia forjó una relación estrecha con La Cámpora, a través del directivo de YPF ligado a la vida política de Boca Juniors, Santiago Carreras.

Las declaraciones de Tapia cayeron dentro esa lectura. “Somos autodestructivos”, fue la definición que encontró un hombre del Gobierno para explicar el manejo político de los festejos y las conversaciones frustradas con la AFA para que los jugadores fueran a la Rosada. En el albertismo sostuvieron la posibilidad hasta el último minuto. El festejo estaba listo. Pero quedó en la nada. El dirigente social Luis D´Elía apuntó contra La Cámpora y Tapia, a quien acusó de haberle arruinado "al pueblo" y al Presidente el encuentro con la Selección. 

El operativo bonaerense que destacó Tapia comenzó a las 5 del lunes, con un despliegue de cinco mil efectivos en los alrededores del predio que la AFA posee en Ezeiza. Este martes, Berni fue personalmente a acompañar la caravana de la Selección en la autopista Ricchieri. El micro avanzó primero rodeado de fuerzas de seguridad, pero después quedó atrapado entre hinchas que se caminaron pegados al vehículo. Mientras el vehículo transitaba por la Ricchieri, en la Ciudad de Buenos Aires un millón de hinchas ocupaba la autopista 25 de mayo, que formaba parte del recorrido, y otros cientos de miles copaban el Obelisco, la Plaza de Mayo y todas las calles aledañas

Fue cuando surgió el primer cortocircuito. En los responsables del operativo de seguridad no cayó bien que la cuenta oficial de la Selección anunciara poco después de las 11 que los jugadores saludarían desde la autopista 25 de mayo y 9 de julio a las 12.30. Creen que eso empujó a los hinchas a treparse con desesperación a la autopista.

Los ministros Fernández, Berni y Marcelo D´Alessandro, por la Ciudad, tuvieron una reunión en el Ministerio nacional el lunes por la noche que tuvo como objetivo el diseño y la coordinación del operativo. Tras ese encuentro se publicó un primer recorrido posible, que cambió varias horas durante el transcurso de la madrugada y una vez que la Selección aterrizó en Ezeiza, en las primeras horas del martes. Según indicaron responsables del operativo, la AFA también tuvo injerencia en la definición del recorrido del micro y siempre dijo que la última palabra la tenían los jugadores.

 

"La gente no dejaba avanzar el micro”, explicaron desde el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Y destacaron el operativo, a pesar de que los jugadores debieron ser evacuados en helicópteros y la caravana no se pudo completar. Según indicaron, lo que se vivió en las calles fue la movilización más grande de la historia, con más de cinco millones de personas, un número que tornó completamente inviable el plan previsto inicialmente por las autoridades.

 

Más allá de la evacuación de los jugadores, todo terminó sin incidentes. El ministro Fernández destacó su parte y también disparó con sutileza contra Berni por las demoras en la Ricchieri. “Un festejo histórico con cinco millones de argentinos en la calle, después de horas de caravana sin avanzar más que pocos kilómetros, la Selección llevó la Copa al cielo y dio una vuelta olímpica aérea en naves de la Policía Federal y Prefectura para ver desde allí el inmenso agradecimiento del pueblo”, escribió en su cuenta de Twitter.

 

Dentro de la Casa Rosada también hubo autocrítica. En el entorno presidencial hubo quienes advirtieron hace más de una semana que el Gobierno debía avanzar en el diseño de un operativo con diferentes opciones para el caso de que la Selección llegara a la final del Mundial. Los contactos con la AFA no llegaron nunca a buen puerto. La respuesta fue que todo lo definirían los jugadores una vez que el resultado el domingo estuviera asegurado. Por eso, recién se avanzó en la planificación el mismo lunes. Varios se quejaron por la improvisación, mucho más teniendo en cuenta el antecedente de la caótica despedida de Maradona. 

 


En la madrugada del martes, la interna oficial también mostró otro capítulo cuando Eduardo de Pedro intentó primerear al Presidente en la foto con los jugadores y los esperó al pie del avión junto la directora de Migraciones Florencia Carignano,  el director de la PSA José Glinsky, el director General de Aduanas, Guillermo Michel, y el presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani. Rápido de reflejos, fue Tapia quien evitó el contacto entre Messi y de Pedro cuando se abalanzó sobre el ministro del Interior para abrazarlo mientras el capitán argentino pasaba de largo, Copa del Mundo en mano, junto a Lionel Scaloni. Ningún jugador salió de la alfombra roja para saludar a los funcionarios.

 

Los tironeos terminaron a las 16 de la tarde del martes, cuando los jugadores bajaron del micro que los trasladaba bajo el rayo del sol hacía casi cinco horas en medio de una multitud, se subieron a los helicópteros que sobrevolaron la Rosada y toda la Ciudad para que tuvieran un panorama de la cantidad de hinchas que se habían acercado para agradecerles por haber ganado la Copa del Mundo, y decidieron volver al predio de la AFA, en Ezeiza.

Por Gabriela PEPE

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