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Los planes de Jorge Ferraresi para el Ministerio de Hábitat tras la salida de Bielsa

El designado funcionario se instaló en el despacho y empezó a armar el nuevo esquema de gestión que le pidió el Presidente. Busca aliarse con Katopodis y mantiene línea directa con Cristina Kirchner

POLÍTICA 14/11/2020 Martín Dinatale*
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Jorge Ferraresi llegó ayer temprano a Esmeralda al 255, el edificio donde alguna vez funcionaron las oficinas de YPF, y desde el octavo piso empezó a mantener reuniones y videoconferencias con diversos ministros, intendentes y secretarios. No paró un segundo. Apenas pudo dialogar por teléfono con su antecesora María Eugenia Bielsa en medio de la vorágine de lo que prometen ser sus días de ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat del Gobierno.

El nuevo funcionario, que aún no tiene poder de firma y que jurará la semana que viene con Alberto Fernández una vez que el Presidente salga de su aislamiento sanitario, se dispone a tener un ministerio de “llegada territorial”, de puertas abiertas a los gobernadores o intendentes y alineado con las necesidades urgentes para dar respuesta a los reclamos de viviendas y evitar que proliferen las tomas de tierras. Bajo estas directrices que coordinó con el jefe de Estado es que Ferraresi desembarcó ayer en la Casa Rosada.

“Venimos a mostrar ladrillos. Tenemos una necesidad enorme de hacer y dar respuestas inmediatas a la gente que no tiene techo o una vivienda digna", expresó ayer a Infobae un allegado al flamante ministro. Ferraresi acababa de reunirse con buena parte del equipo de Bielsa y otros funcionarios que trabajan en Desarrollo Territorial. Quería conocer cada detalle: números, datos, programas.

Sin cargo formal aun hasta la jura, Ferraresi tiene una batería de planes para manejar la cartera que dejó Bielsa y que contará desde 2021 con un presupuesto global de 126.000 millones de pesos.

Desde el armado de la estructura interna, el ex intendente de Avellaneda y nuevo ministro de Desarrollo Territorial eligió como su segundo a otro jefe comunal como es Santiago Magiotti, hasta ahora intendente de Navarro. Ambos ya mantuvieron encuentros con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para definir la prioridad de proyectos que la Casa Rosada quiere llevar adelante.

El ministro en los hechos aunque sin firma aún se rodeó en el área de prensa de un amigo entrañable como es el ex jugador de la primera de Racing Club, Hugo Lamadrid, y se apoyará en su accionar en el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, otro ex intendente (de San Martín) a quien considera un amigo y en el que buscará reforzar los proyectos de vivienda. También aseguran los allegados a Ferraresi que le nuevo ministro se respaldará en otro pilar en la Casa Rosada como es el ministro de Producción, Matías Kulfas, para el despliegue de propuestas de crédito hipotecario.

Si bien Ferraresi mantiene una línea directa con Alberto Fernández y Cafiero, no deja de consultar buena parte de sus propuestas con la vicepresidenta, Cristina Kirchner, a quien considera su líder política. Desde la vicepresidencia del Instituto Patria la viene respaldando en cada una de sus acciones desde hace al menos siete años.

Por lo pronto, en términos de gestión pura Ferraresi apuntará a darle celeridad al plan de construcción de 30.000 viviendas que le pidió avanzar para todo el año que viene Alberto Fernández. La idea es empezar a exponer gestión, “mostrar ladrillos”, un karma que se repite en el entorno de Ferraresi y una característica que no logró ofrecer en su momento Bielsa.

En rigor, desde la Casa Rosada reiteran que el malestar central con la ex ministra de Desarrollo Territorial obedecía a un nivel de ejecución presupuestario muy bajo en función de la crisis habitacional y el conflicto por la toma de tierras que se desarrolló durante los últimos meses.

“La toma de tierras es algo no deseado. Vamos a trabajar articuladamente con todas las áreas del Gobierno y de la provincia para que haya una resolución del Estado a los más vulnerables”, dijo Ferraresi en su primer día en la Casa Rosada cuando visitó a Cafiero el jueves por la tarde. Esa es la directriz que tiene del Presidente.

La idea de un ministerio de “puertas abiertas” del que habla Ferraresi se sustenta en dialogar de manera permanente con gobernadores o intendentes de cualquier signo político. El ex intendente de Avellaneda tiene un conocimiento del conurbano bonaerense como pocos y eso también es lo que le faltaba a Bielsa.

La semana pasada el ahora ministro de Desarrollo Territorial mantuvo una reunión con un grupo de intendentes del PJ de la tercera sección electoral y en la intimidad de ese encuentro ya había adelantado la propuesta que le había hecho el Presidente para mudarse a la Casa Rosada. Entre los intendentes que lo escuchaban estaban Mariano Cascallares (Almirante Brown), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) o Juan Zabaleta (Hurlingham) entrevieron en Ferraresi un “amigo en la Casa Rosada” y un ministro en quien canalizar propuestas de obras concretas.

En ese contexto, Ferraresi deslizó allí que buscará emular a Katopodis en el esquema de “descentralización de obras” que realiza el Ministerio de Obras Públicas con el plan Argentina Hace. Esto implicará digitalizar los proyectos, recibir las propuestas de los intendentes para desarrollar planes de obras, evaluar cada iniciativa y si lo aprueba el Ministerio se pasará a la firma un convenio con el jefe comunal para empezar de inmediato a transferir los fondos para las obras de vivienda. Todo esto con un monitoreo permanente de la ejecución de obras que, en el caso de que no sean trabajos muy grandes, los ejecutará el mismo municipio.

Ferraresi no tiene en sus planes recuperar para el Ministerio de Desarrollo Territorial la Secretaría de Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) que Bielsa perdió hace unos meses en medio de una pulseada política con el Ministerio de Desarrollo Social que conduce Daniel Arroyo.

La falta de acción y la imposibilidad de darle ejecutividad al RENABAP desató una puja de Bielsa con los movimientos sociales que están apostados en el Ministerio de Desarrollo Social y que culminó con la decisión de Jefatura de Gabinete de sacarle a la ex ministra ese espacio clave para la urbanización de 1.400 villas en todo el país.

En rigor, la decisión de Ferraresi de no recuperar el RENABAP responde a una cuestión de fuerza mayor: Arroyo ya conformó un fideicomiso con el banco BICE para poner en marcha ese plan de urbanización de 400 barrios por año y no piensa soltar esa herramienta que tiene Desarrollo Social.

La relación de Ferraresi con Arroyo no es mala. Por el contrario, se conocen mucho desde que el ministro iba al municipio de Avellaneda a inaugurar programas o hablar con la gente de los barrios. Desde que fue designado en Desarrollo Territorial se cruzaron varios mensajes por WhatsApp y quedaron en reunirse la semana que viene para articular juntos el trabajo.

En sus primeros pasos y por las escasas expresiones públicas que ofreció el flamante ministro de Desarrollo Territorial dejó a entrever que estudiará una eventual redefinición de los créditos UVA de acceso a viviendas. “Hay que tener una política integral para los que alquilan y los que tiene un crédito UVA”, dijo Ferraresi. Pero no brindó más detalles.

Quienes conocen al nuevo ministro saben que es reacio a los medios y que, como ingeniero, es puntilloso: no hablará hasta tener un panorama claro de lo que busca. Además, hay un tema no menor: espera tener la lapicera en mano habilitada para poder avanzar en su estrategia de pragmatismo puro mezclado con base territorial.

 

 

* Para www.infobae.com

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