Bullrich cruzó a Cristina Kirchner y reavivó la disputa por la inflación y la herencia económica

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Patricia Bullrich respondió con dureza a Cristina Kirchner por sus críticas a la inflación de noviembre.
  • La senadora recordó que en diciembre de 2023 la inflación mensual llegó al 25%, cifra similar a la acumulada en todo 2025.
  • Bullrich enumeró múltiples desequilibrios que, según ella, dejó el kirchnerismo: precios congelados, múltiples tipos de cambio y faltantes.
  • Defendió el rumbo económico de Milei y afirmó que el Gobierno “rompió un esquema empobrecedor”.
  • Interpretó las críticas de Cristina como un acto de “miedo” frente al avance del oficialismo.
  • El cruce reavivó la grieta y volvió a instalar la disputa por la herencia económica y la inflación.

El clima político volvió a encenderse tras un fuerte cruce entre Patricia Bullrich y Cristina Fernández de Kirchner. La senadora oficialista respondió con dureza a los cuestionamientos de la ex presidenta sobre la inflación de noviembre y dejó en evidencia que la disputa por la herencia económica sigue siendo un factor central en el debate público. Con un mensaje directo y sin matices, Bullrich escribió en sus redes sociales: “Señora Presidiaria, tenga la decencia de no opinar de economía. Acá estamos trabajando para arreglar el desastre que dejó su último gobierno”. La frase marcó el tono del intercambio y rápidamente escaló en repercusión.

En su publicación, Bullrich acusó a la ex mandataria de omitir datos relevantes y volvió sobre uno de los hitos económicos del inicio del actual gobierno: “En diciembre de 2023 solo la inflación mensual fue de 25%: prácticamente lo mismo que todo 2025”. Según la senadora, esa cifra fue consecuencia directa de una economía “distorsionada y llena de parches”, en la que convivían múltiples inconsistencias que, a su criterio, el kirchnerismo dejó sin corregir.

La exministra de Seguridad enumeró lo que considera los problemas estructurales heredados: congelamiento de precios, controles cambiarios que derivaron en “27 tipos de cambio” —entre ellos los vinculados al turismo, eventos y exportaciones—, faltantes de combustible en todo el país y electrodomésticos con valores que, asegura, estaban “por las nubes”. A eso sumó dos desafíos persistentes: los altos índices de pobreza y el deterioro del mercado laboral. Para Bullrich, ese escenario explica la magnitud “inevitable” del ajuste inicial que impulsó el Gobierno de Javier Milei.

La senadora defendió con énfasis la gestión económica actual y sostuvo que el programa en marcha logró revertir la tendencia de inestabilidad: “En apenas dos años logramos romper ese esquema empobrecedor, ordenar la economía y ser mucho más libres que antes”. Sin ofrecer mayores precisiones, afirmó que los resultados comienzan a sentirse y que el oficialismo consiguió instalar una hoja de ruta económica con señales de recuperación.

Pero más allá de la disputa técnica, Bullrich interpretó las críticas de Cristina Kirchner en clave política. Según su lectura, la ex presidenta atraviesa una etapa de resistencia ante el rumbo del Gobierno: “Lo que leo no son críticas, presiento un poquito de miedo frente al rumbo correcto que estamos tomando”. Afirmó que el kirchnerismo teme perder influencia y que las intervenciones públicas de Cristina buscan reposicionarse en un contexto político que ya no la tiene en el centro de la agenda.

El mensaje concluyó con una ironía que rápidamente se viralizó: “No se preocupe. Aproveche el tiempo que tiene para estudiar un poco más. Tal vez el Presidente pueda recomendarle uno o dos libros de economía”. La frase, cargada de sarcasmo, reactivó el ida y vuelta entre sectores que ya venían sosteniendo un enfrentamiento discursivo desde las últimas elecciones.

El intercambio entre ambas referentes no solo volvió a exponer la grieta, sino que también devolvió al escenario público un debate de fondo: la inflación, la herencia económica y el rumbo elegido por el Gobierno. Las críticas de Cristina Kirchner sobre el nivel de precios y la respuesta de Bullrich instalaron nuevamente una discusión polarizada, en un contexto donde la economía ocupa el centro de la preocupación social.

Para el oficialismo, las palabras de la ex mandataria consolidan la idea de que la oposición busca erosionar la narrativa de recuperación económica. Para el kirchnerismo, en cambio, los números de inflación siguen siendo un indicador clave para cuestionar el ajuste y el impacto de las políticas del Gobierno sobre el poder adquisitivo. El episodio confirma que, más allá de los indicadores macroeconómicos, la disputa política por quién define el relato económico continúa tan vigente como siempre.

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