El Senado reabre el debate por la Corte Suprema en medio de tensiones políticas y definiciones pendientes

• El Senado retoma el debate sobre la ampliación y paridad de género en la Corte Suprema, tras meses de parálisis.
• Persiste la desconfianza entre legisladores sobre el compromiso real del Gobierno con la reforma judicial.
• Hay proyectos para ampliar la Corte a 7, 9 o hasta 15 miembros; el tema avanza con lentitud y sin consensos claros.
• Se advierten riesgos por el uso de conjueces, lo que podría afectar la estabilidad y previsibilidad jurídica.
• El kirchnerismo propone una Corte con 7 jueces y al menos 40% de mujeres; y cuestiona la actual integración del tribunal.
• Guillermo Francos expondrá en el Senado, en un clima tenso con sectores opositores que ya no son tan afines al oficialismo.

En una semana cargada de actividad institucional, el Senado de la Nación volverá a encender sus motores con un plenario clave para retomar la discusión sobre la composición de la Corte Suprema de Justicia. El miércoles, las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia se reunirán nuevamente para debatir la ampliación y la paridad de género en el máximo tribunal, una iniciativa que avanza con lentitud, desconfianzas internas y un contexto político turbulento.

El reinicio del debate llega tras el revés sufrido por el oficialismo en abril, cuando fracasó en su intento de completar el número de jueces del tribunal, y se enmarca en una reactivación más amplia de la Cámara alta, cerrada desde mayo. Como parte de esa agenda, el jueves será el turno del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien brindará su primer informe de gestión ante un Senado que ya no es tan complaciente con el gobierno de Javier Milei, ni siquiera desde los sectores dialoguistas.

Desconfianzas cruzadas

El plenario será conducido por la senadora Alejandra Vigo, del peronismo disidente, presidenta de Asuntos Constitucionales. Sin embargo, varios senadores de ambas comisiones expresan recelos sobre su rol, al considerar que sus movimientos responden más a los vaivenes del Ejecutivo libertario que a una estrategia legislativa clara. La confusión se agudiza ante la falta de señales firmes del Gobierno sobre si realmente está comprometido con la reforma o prefiere dilatar el debate.

Sobre la mesa hay varios proyectos que proponen ampliar el número de jueces: de los actuales cinco a siete, nueve o incluso quince integrantes, este último inspirado en la iniciativa aprobada por el Frente de Todos en 2022, que nunca fue tratada en Diputados. También se revive el fallido intento de reforma judicial de 2020, que terminó en papelón parlamentario bajo la conducción de Cristina Kirchner.

Riesgos de la inestabilidad judicial

Durante la primera reunión informativa del plenario, realizada en mayo, legisladores opositores ya habían advertido sobre los riesgos de mantener la Corte incompleta. El senador Juan Carlos Romero (Provincias Unidas) alertó que la constante convocatoria de conjueces podría afectar la continuidad jurisprudencial y aumentar la imprevisibilidad judicial. “Más grave que aumentar el número de jueces es que se pierda una línea de trayectoria en los fallos. Sin justicia previsible, hay inseguridad jurídica”, advirtió.

Paridad de género y presiones políticas

El kirchnerismo, por su parte, agitó el debate con declaraciones tajantes. El formoseño José Mayans, jefe del bloque, exigió la salida de los actuales jueces de la Corte, acusándolos de no estar “a la altura de las circunstancias”. Días después, moderó su postura y confirmó que el Frente de Todos impulsará un modelo de siete integrantes con al menos un 40% de mujeres, alineado con las propuestas de varias organizaciones civiles.

Precisamente, este miércoles a las 11 se presentarán ante el plenario representantes de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina, del Colegio Público de Abogados y expertos constitucionalistas, que aportarán visiones sobre la ampliación y la equidad de género en el tribunal.

Francos en la mira

El cierre de la semana legislativa llegará el jueves con la presentación de Guillermo Francos ante el Senado. El flamante jefe de Gabinete enfrentará preguntas tanto del kirchnerismo como de sectores del radicalismo y el peronismo no K, muchos de los cuales comienzan a marcar distancias con la Casa Rosada.

La reactivación parlamentaria abre así un capítulo de alta sensibilidad institucional, en el que el oficialismo buscará sortear su debilidad en ambas cámaras, mientras las oposiciones discuten entre sí cómo y con quién reformar uno de los poderes más relevantes del Estado. La Corte, en el centro del tablero.