Con el dólar blue en zona de $1200, qué esperan en la City para los próximos meses

ECONOMÍA Marcos Phillip*
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Tras la implementación del nuevo régimen cambiario y monetario, los primeros movimientos del mercado reflejan un escenario de ajuste y adaptación. De acuerdo con los especialistas, la volatilidad observada en el dólar mayorista responde a la dinámica natural de un esquema que todavía resulta novedoso para la plaza local. Según comentaron, los esfuerzos oficiales se concentraron en evitar una devaluación desordenada, contener expectativas inflacionarias y sostener la estabilidad cambiaria a través de la gestión de bandas y la intervención en mercados de futuros.

Asimismo, señalaron que el Gobierno busca mantener la cotización del dólar dentro de los límites establecidos, apuntando a una apreciación parcial del peso que ayude a moderar los precios. Sin embargo, advirtieron que esta estrategia presenta desafíos importantes, especialmente la necesidad de acumular reservas para cumplir los compromisos externos. Aunque la oferta de divisas se mantiene activa, el exceso de liquidez en el sistema financiero podría dificultar la tarea del Banco Central y forzar alternativas de financiamiento complementarias.

Para los analistas, las tasas en pesos juegan un rol fundamental en este proceso. Consideraron que mantenerlas atractivas es crucial para incentivar el carry trade, sostener la demanda de activos en moneda local y facilitar la remonetización de la economía en un contexto de reactivación. De todos modos, plantearon dudas sobre si los niveles actuales serán suficientes para asegurar la estabilidad cambiaria y financiera en las próximas semanas.

En definitiva, los expertos destacaron que el Gobierno enfrenta un equilibrio frágil: preservar el valor del peso, cumplir con la acumulación de reservas y acompañar la recuperación de la actividad económica, todo en un entorno donde la confianza del mercado y la prudencia en la política monetaria serán determinantes para el éxito del programa.

Primeras semanas de un dólar oscilante

Desde GMA Capital señalaron que ya pasaron dos semanas desde que el Gobierno anunció la tan esperada salida del cepo cambiario, generando expectativas sobre el comportamiento inicial del tipo de cambio. En los primeros movimientos, el dólar oficial alcanzó los $1.200, para luego caer por debajo de los niveles previos al salto, ubicándose en torno a los $1.070, y finalmente estabilizarse cerca de los $1.160.

Los expertos de la sociedad de bolsa explicaron que no está claro si esta volatilidad será una característica permanente del nuevo esquema cambiario. Sin embargo, consideraron que el discurso del Gobierno pudo haber influido en estos vaivenes. La falta de una referencia estable provocó que el mercado estuviera atento a las señales políticas y económicas que delinean el sendero del dólar.

Sus analistas apuntaron que, desde el inicio, muchos actores del mercado esperaban una convergencia hacia un valor intermedio entre el dólar oficial y las cotizaciones financieras. En este marco, una depreciación del 10% parecía incluso razonable para quienes criticaban la apreciación cambiaria experimentada durante la segunda fase del programa económico.

Para GMA Capital, la intervención indirecta de las autoridades, orientada a evitar una devaluación abrupta y sus efectos sobre la inflación, buscó sostener un nivel de tipo de cambio consistente con fundamentos sólidos. Esta estrategia consiguió contener las expectativas de depreciación brusca, al tiempo que moderó las presiones inflacionarias de corto plazo.

El impacto sobre la inflación y la política monetaria

Los especialistas del bróker detallaron que, como resultado de estas medidas, se observó una apreciación parcial del peso que logró frenar las expectativas de un dólar por encima de los $1.200. Esto permitió, además, que los aumentos de precios anunciados por muchos comercios quedaran en suspenso, generando una baja en las proyecciones de inflación para abril.

Desde GMA Capital destacaron que, de un rango inicial estimado entre 4% y 5%, ahora las consultoras privadas ubican sus previsiones de inflación por debajo del 3,8%. Este cambio de expectativas refuerza la idea de que una administración prudente del tipo de cambio puede tener efectos positivos sobre la dinámica de precios, al menos en el corto plazo.

Sus analistas apuntaron, sin embargo, que esta estrategia tuvo un costo: la postergación de la compra de dólares por parte del Banco Central en el Mercado Libre de Cambios (MLC). Sin intervención en este segmento, el proceso de acumulación de reservas, clave para cumplir metas acordadas con organismos internacionales, se ve demorado.

Para GMA Capital, si bien el freno en la compra de divisas ayuda a estabilizar el tipo de cambio, también introduce desafíos a futuro, especialmente considerando las exigencias del programa acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La volatilidad cambiaria se instala en el mercado mayorista

En la misma línea, desde Ecolatina señalaron que, bajo el nuevo esquema cambiario-monetario, los agentes económicos aún se encuentran en proceso de adaptación a un régimen que, aunque común en países vecinos, resulta inusual para los estándares argentinos. Durante los últimos 22 años, en 10 de ellos existieron fuertes controles y administraciones cambiarias, por lo que esta nueva dinámica implica un cambio relevante.

Los expertos de la consultora explicaron que, en este contexto, el dólar mayorista se mostró volátil, tendiendo a posicionarse cerca del centro de las bandas de flotación. A pesar de algunos movimientos bajistas, rápidamente recuperó terreno y cerró prácticamente sin cambios respecto a la semana anterior. De esta manera, la cotización quedó lejos de alcanzar el piso de la banda.

Sus analistas apuntaron que, aunque el volumen promedio diario de operaciones en el mercado oficial fue en aumento y alcanzó su nivel más alto bajo la actual gestión, todavía se mantiene por debajo de los registros del período 2016-2019. Este incremento en la actividad refleja una mayor participación de actores en el mercado único y libre de cambios (MULC), en un contexto de mejoría en la liquidación del agro, cierta estabilidad en la demanda minorista y una presión al alza sobre el tipo de cambio oficial proveniente de importadores y bancos.

Para Ecolatina, la reciente fluctuación del dólar oficial tornó menos evidente y seguro el atractivo del carry trade, lo que estaría impulsando a los importadores a aumentar su acceso al mercado oficial. No obstante, las expectativas de devaluación contenidas permitieron que la curva de instrumentos en pesos se estabilizara, volviendo a niveles anteriores al abandono del crawling peg, mientras que la curva de futuros de dólar permaneció dentro de los límites establecidos, lo cual es considerado clave para el proceso de formación de precios.

Contener expectativas de los agentes

Desde Ecolatina destacaron que, si bien el BCRA no intervino en el mercado de contado, el control de las expectativas de devaluación sigue siendo un pilar esencial de su estrategia. En este sentido, informaron que la autoridad monetaria destinó unos u$s 375,6 millones en marzo para intervenir en el mercado de futuros, y fuentes del sector sostienen que esta operatoria continuó durante abril.

Los expertos de la consultora explicaron que esta intervención en futuros resulta crucial para mantener la estabilidad cambiaria, sobre todo en un escenario donde el tipo de cambio flexible exige nuevas herramientas de política monetaria. Además, señalaron que las intervenciones ayudan a evitar un desanclaje de precios y expectativas que podrían repercutir negativamente en la inflación.

Sus analistas apuntaron que la dinámica del mercado de futuros se mantiene contenida dentro de las bandas definidas, un aspecto indispensable para dar previsibilidad a los agentes económicos. A su vez, resaltaron que el accionar del BCRA en este segmento no solo busca estabilizar el tipo de cambio, sino también brindar señales claras que refuercen el esquema de política actual.

Para Ecolatina, el esfuerzo por mantener acotadas las expectativas de devaluación son especialmente relevante en un contexto de volatilidad internacional y reconfiguración de los flujos de comercio y capitales, que pueden impactar con fuerza sobre economías emergentes como la argentina.

La acumulación de reservas, un desafío pendiente

Los especialistas del GMA Capital detallaron que, en las próximas semanas, el foco del mercado estará puesto en la capacidad del BCRA para acumular cerca de u$s 5.000 millones antes del 13 de junio, una meta central dentro del acuerdo con el FMI. Sin embargo, advirtieron que con el tipo de cambio mayorista alejándose del piso de la banda de flotación, la compra de dólares en el MLC se torna más compleja.

Desde el bróker señalaron que, ante esta dificultad, el Gobierno podría verse obligado a buscar financiamiento alternativo, como recurrir a un nuevo préstamo Repo, más allá del ya anticipado por u$s 2.000 millones. Esta posibilidad refleja la necesidad de contar con fondos frescos para sostener la hoja de ruta financiera.

Sus analistas apuntaron que, por el momento, la oferta de divisas no es un problema. Las liquidaciones del sector agroexportador superan los u$s 140 millones diarios, impulsadas en parte por el incentivo de evitar mayores retenciones, lo que refuerza el flujo de dólares hacia el mercado.

Para GMA, aunque la disponibilidad de divisas es positiva, la cuestión monetaria agrega un matiz de complejidad. El sistema financiero muestra un exceso de liquidez, evidenciado en el aumento del stock de Letras de Fijación (LEFI) y en la reducción de los encajes bancarios, cambios que podrían afectar la estabilidad cambiaria si no son gestionados adecuadamente.

La estrategia oficial para mantener el tipo de cambio en la banda

Los expertos de la sociedad de bolsa explicaron que la estrategia oficial para mantener el tipo de cambio dentro de la banda inferior parece centrarse en incentivar el carry trade. Ante un mercado con abundante liquidez, el objetivo sería mantener tasas de interés suficientemente atractivas para que los inversores prefieran permanecer en activos en pesos.

Desde GMA señalaron que el incremento de la base monetaria, necesario para acompañar la recuperación de la actividad —que mostró un crecimiento interanual del 5,7% en febrero—, debe ser acompañado por una política de tasas que mantenga el atractivo de la moneda local frente al dólar.

Sus analistas apuntaron que, si bien se ha logrado cierto orden en los primeros días del nuevo régimen, la pregunta clave es si el actual nivel de tasas será suficiente para sostener esta estabilidad en el tiempo. La competitividad del peso en el mercado financiero es, en este sentido, un componente central de la estrategia.

Para la sociedad de bolsa, el éxito de la política monetaria dependerá de su capacidad para equilibrar la necesidad de remonetizar la economía con el objetivo de preservar la estabilidad cambiaria, en un contexto de presiones cruzadas entre las metas de reservas, la demanda de divisas y la dinámica de tasas de interés.

 

 

* Para www.iparofesional.com

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