La división del peronismo en Santa Fe abre un nuevo foco de conflicto y se tensiona el armado nacional para 2025
POLÍTICA Joaquín MÚGICA DÍAZEl peronismo atraviesa un tiempo donde los conflictos se reproducen a lo largo y ancho del país. En distintas provincias hay dificultades para lograr cerrar las grietas internas. Diferencias que se agrandaron con el paso del tiempo y que frente a la falta de liderazgos fuertes, se profundizan y disparan reproches cruzados.
Santa Fe es el tercer distrito electoral más importante del país, detrás de Buenos Aires y Córdoba. Es un punto geográfico trascendente para cualquier espacio político. El año pasado el peronismo perdió las elecciones y quedó muy debilitado. El candidato a gobernador fue el actual senador nacional Marcelo Lewandowski, que el último fin de semana dio una señal de independencia hacia dentro del espacio político.
El periodista deportivo presentó la agrupación “Activemos” en un plenario que se realizó en Rosario. No hubo banderas ni sellos partidarios. Es una nueva fuerza que se fundó a orillas del PJ santafesino, que conduce Guillermo Cornaglia, de estrecha relación con el senador provincial Armando “Pipi” Traferri.
“No me importa un sello para construir peronismo. Quiero hacer peronismo con la comunidad organizada”, dijo el senador nacional durante el encuentro en el que le dio vida a su espacio política. Fue una forma de tomar distancia del PJ y, al mismo tiempo, de seguir el camino contrario al del ex mandatario Omar Perotti, al que se le cuestionaba su decisión de no armar un esquema propio y ahora se lo acusa de haber cerrado un acuerdo con el actual gobernador, Maximiliano Pullaro, para apoyar la reforma de la Constitución provincial y habilitar su virtual reelección.
Lewandowski prendió una luz de alarma en el peronismo de la provincia. Se corrió del PJ, donde están alineados el espacio que conduce Agustín Rossi, La Cámpora y el Movimiento Evita. El periodista es uno de los dirigentes que mayor intención de voto tiene. Lo mostró en las últimas elecciones.
En el 2021 le ganó una interna al “Chivo” y en el 2023 fue designado, en un acuerdo integral, como el candidato a gobernador. Perdió por un amplio margen, pero quedó parado como una de las figuras. Su voluntad es que construir una propuesta amplia, con otras fuerzas políticas, para afrontar una competencia difícil como la que tendrá el peronismo el año que viene.
Lewandowski advierte que hay una jugada de fondo que el cristinismo y el camporismo, hoy al mando del PJ Nacional, están avalando, y es la posible candidatura de Rossi a diputado nacional. Incluso entre las hipótesis que dan vuelta en la provincia apareció también el nombre de María de los Ángeles Sacnun como una posible compañera del “Chivo” en la lista. “Marilin”, como le apodan, apareció en las últimas horas como el nombre que promociona CFK para integrar la Corte Suprema.
Rossi quiere ser candidato en los próximos comicios. Este año volvió a acercarse a Cristina Kirchner, luego de estar cerca de Alberto Fernández en el tramo final del gobierno pasado. El ex jefe de Gabinete tiene intenciones de volver a la Cámara baja, donde fue presidente del bloque peronista durante los años de gestión K y la era macrista.
El acercamiento de Rossi con CFK se materializó en una foto de los dos en el Instituto Patria y en la designación de Germán Martínez, actual presidente del bloque de diputados de Unión por la Patria (UP), como candidato a vicepresidente del PJ Nacional en la lista de la ex jefa de Estado. Martínez es la mano derecha del ex ministro.
En el espacio de Lewandowski se concentra una parte del peronismo que está distante del núcleo K. Él está dispuesto a abrazar a ese sector y a dar una batalla interna por intentar imponer la idea de una coalición más amplia, con representantes de primera línea que no estén vinculados al kirchnerismo duro. “No me van a imponer una candidatura de Rossi”, le dice a sus íntimos.
La cuenta que hace el senador es la que hacen muchos dirigentes del peronismo en Santa Fe y es que las caras vinculadas al cristinismo y el camporismo no rinden electoralmente. Por eso quiere ser el impulsor de una renovación de figuras que estén dentro un esquema donde el peronismo sea protagonista.
El senador tiene mandato vigente hasta el 2027, por eso no será candidato el año que viene. Pero abrió su propio espacio para discutir nombres y estrategias con una espalda dirigencial y territorial más fuerte. Parte de la solución de los problemas del peronismo santafesino se resolverán si hay PASO. Cada sector una lista, todos bajo un mismo paraguas y que los votos decidan.
Pero si se eliminan las PASO en la provincia, entonces existe la posibilidad que “Activemos” presente una lista propia y el peronismo vaya divido. Lo que hizo Lewandowski fue mandar un mensaje hacia dentro del peronismo para ser considerado en la mesa donde se van a tomar las decisiones.
Y, además, tratar de diferenciarse de las expresiones kirchneristas, respaldadas por CFK, frente a un electorado que, según entiende, no aceptar a esos nombres propios. El senador tiene en su hoja de ruta volver a ser candidato a gobernador en el 2027. Parece estar delineando el camino que quiere seguir.
El periodista deportivo tiene contacto con las nuevas autoridades del PJ Nacional a través del formoseño José Mayans, que además de ser el presidente del bloque de Senadores, es el vicepresidente primero del partido. Con él mantiene conversaciones en las que les retrata, desde óptica, las dificultades que tiene el peronismo santafesino para lograr un esquema de unidad que sea competitivo.
El año pasado, cuando se renovaron las autoridades del PJ provincial, Lewandowski quiso poner al presidente. Consideró que habiendo sido el candidato a gobernador del peronismo y después de haberle ganado la última elección interna a Rossi, tenía potestad para que un hombre suyo asuma al frente del partido.
La estructura pejotista le dio dos congresales nacionales. Y con eso se tuvo que conformar. A partir de ahí se alejó del partido. El senador es un claro ejemplo de esos dirigentes que con su caudal electoral pueden condicionar a sus adversarios internos. En el frente interno le recuerdan que su triunfo sobre el “Chivo” fue con el apoyo de Perotti y Cristina Kirchner. La estructura jugó a favor de él.
La situación de Santa Fe es solo uno de los focos de conflicto que hay entorno al PJ. En Corrientes el partido está intervenido hace cuatro años. Máximo Rodríguez y Teresa García, que ofician de interventores, convocaron a elecciones para el 9 de marzo.
Carlos “Camau” Espíndola, la figura más conocida del peronismo correntino, no forma parte del partido. Fue suspendido luego de votar a favor de la Ley Bases. El ex medallista olímpico tiene en sus planes volver a competir por la gobernación pero sin los Kirchner en el medio.
Hay dos caras visibles que tienen protagonismo y potencial electoral bajo el techo del PJ. Una es del intendente de Paso de los Libres, Martín Ascúa, y otra la del diputado provincial Germán Braillard Poccard. Pero la figura de Camau seguirá sobrevolando lo que haga el peronismo. Algunos creen que cerrará un acuerdo con La Libertad Avanza (LLA), otros que tiene tiempo para volver al partido.
En Jujuy también hay otro foco de conflicto. Quizás el que más tenso de todos. La senadora Carolina Moisés quiere ser la presidenta del PJ provincial. La Cámpora impulsa a la diputada Leila Chaher. Sin acuerdo de lista única, la interna derivará en la elección. Al igual que Corrientes, el PJ jujeño fue intervenido y los comicios están planteados como parte del proceso de normalización.
Cristina Kirchner asumiría la próxima semana la conducción formal del PJ Nacional. Sobre la mesa tiene un mapa de conflictos en distintas sedes partidarias del país. Divisiones que exceden los límites del partido, que agrietan el esquema del peronismo en esas provincias y que pueden perjudicar la estrategia electoral en la que la ex mandataria quiere influir.
Fuente: Infobae