Karina Milei deja ¡afuera! del acto de LLA a la UCR con peluca y a Luis Juez
POLÍTICAAgencia de Noticias del InteriorEl promocionado acto de lanzamiento nacional de La Libertad Avanza (LLA) en Córdoba tendrá como partícipes exclusivos a la dirigencia y militancia ya enrolada en el partido. Por decisión de Karina Milei, compartida con armadores locales, el mitin no incluirá a figuras extrapartidarias.
El acto se realizará este viernes 22 de noviembre, desde las 18, en Estudio Teatro, un espacio que permite bailes, shows musicales y funciones teatrales, convertido en punto de encuentro libertario desde hace ya tres años. La dupla y el titular local del partido, Gabriel Bornoroni, serán los únicos oradores.
El pedido de Karina Milei
La exclusividad de la convocatoria ratifica la línea de construcción marcada por “El Jefe” y repetida en Córdoba por el arquitecto oficial, el diputado Gabriel Bornoroni.
También parece disipar las expectativas de aquella dirigencia que, desde hace meses, merodea el espacio aéreo de las fuerzas del cielo. Particularmente el sector del radicalismo que ha brindado decidido apoyo al gobierno libertario y el senador Luis Juez.
El presidente del bloque PRO en la cámara alta, que presume de un vínculo sin escalas con el Presidente, ha admitido ya su intención de converger en alianza con LLA. Como toda ofrenda, ostenta su propio partido, un remozado Frente Cívico en plena etapa de fortalecimiento, especialmente en la ciudad de Córdoba.
Tampoco aparece en la lista del viernes el otro socio mayoritario en la oposición provincial, el diputado por la UCR, también jefe de bloque, Rodrigo de Loredo, mentado por muchos como el líder tácito de los “radicales con peluca”. Luis Picat, quien ya no oculta su comodidad con la tropa libertaria desde su apoyo abierto a los vetos, tampoco será de la partida.
Cuidadoso de ciertas formas, el De Loredo ha elegido la vía de Santiago Caputo para acercarse al entramado libertario. Convencido también de los beneficios que podría deparar la cercanía con Javier Milei, reconoce también la necesidad de contar con la aprobación de Karina y Martín Menem, los armadores oficiales del espacio en todo el país. Sobre todo, ante la cada vez más expuesta puja con su socio político de cara a las próximas elecciones provinciales.
Las tranqueras de Gabriel Bornoroni
Aunque no desdeña diálogos ni cierra la puerta de eventuales alianzas, el diputado estacionero se mantiene apegado al discurso de secretaría General de la Presidencia: prioridad a los propios por encima de cualquier acuerdo.
Con tales consignas, el empresario alterna dos tareas esenciales para el armado de una lista con candidaturas adecuadas para las elecciones parlamentarias del próximo año. Aunque no deja de sondear a potenciales dirigentes que respondan al perfil idealizado por los libertarios (hombre, empresario, joven, exitoso), también inspecciona los legajos de quienes se acercan a la sede del partido formalizado hace seis meses.
Además de ciertos reparos sobre la proximidad de Juez y De Loredo, Bornoroni ha desmentido la existencia de contactos formales con Andrés Fassi, el presidente del Club Atlético Talleres y socio de Milei en su embestida contra la conducción de AFA, liderada por Claudio Chiqui Tapia.
Igual cuidado expresa para los armados en el interior provincial. Aunque repite que llevarán candidatos a toda disputa en que se presenten, remarca que quienes representen al espacio deberán cumplir con los requisitos establecidos por la conducción nacional.
La disputa en Córdoba
Los recelos de Bornoroni y Karina Milei se extienden al ambiguo juego del gobierno provincial. En las fuerzas del cielo no confían en el juego de doble estándar del gobernador Llaryora, quien alterna críticas veladas a la política de la motosierra con una modosidad institucional a la que perciben como meramente especulativa.
Más aún, prestan atención a las estrategias de captación que dan sustento al Partido Cordobés, en el que ya cuenta a antiguos socios en el errante trayecto mediterráneo de las tropas libertarias.
Las desconfianzas incluyen, especialmente, el buen vínculo existente entre encumbrados representantes del gobierno provincial y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Más que un trato institucional, ven en esa relación una amenaza para la construcción de un armado enteramente libertario.
Extrapartidaria al fin, entienden que a “Pato” le caben las mismas reglas que a los demás: esperar las decisiones del triángulo de hierro, que ya tiene armadores oficiales y cita confirmada de asistencia exclusiva.(Letra P)