Martín Llaryora vuelve a tocar el timbre de la UCR opositora a Javier Milei

El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, quiere ampliar las bases del Partido Cordobés con la mirada puesta en 2025 y empieza a barajar nombres. Para eso, intentará aprovechar la estructura de un radicalismo agrietado por Javier Milei. En el plano nacional, es su antecesor, Juan Schiaretti, quien arrima a la sociedad de Martín Lousteau y Facundo Manes.

Las puertas de nuevo año electoral están más cerca de lo pensado. Las recorridas territoriales, las conversaciones partidarias y los globos de ensayo que anuncian candidaturas prematuras ya son un clásico. Para sustentar las bases de la estrategia de Llaryora son centrales Myrian Prunotto, la vicegobernadora radical; Facundo Torres Lima, presidente provisorio de la Legislatura y Miguel Siciliano, jefe del bloque oficialista en la Unicameral. Cada una de estas espadas ya toman contacto con la dirigencia boinablanca que rechaza la fusión con La Libertad Avanza (LLA).
 
El peronismo es el socio mayoritario del Partido Cordobés y el garante de los éxitos en las urnas. Ahora, los seguidores de la doctrina justicialista ven en el campamento radical que repele al Presidente libertario una oportunidad interesante para engordar la escudería de Hacemos Unidos por Córdoba (HUxC), el sello del cordobesismo que en el plano nacional competirá con el nombre Hacemos por Argentina.

Martín Llaryora ajusta la estrategia y la UCR resiste
El tiempo que resta para las definiciones es el mismo para todos los espacios políticos, sólo que el peronismo, ordenado por sus 24 años en el poder local, aventaja al resto de las estructuras partidarias. En la vereda del frente y con la irrupción del líder libertario, Juntos por el Cambio quedó roto a nivel nacional, aunque logra sostenerse en la Legislatura y en los gobiernos municipales.
El intendentismo que usa la boina blanca hace malabares para resistir el ajuste. En la crisis nace la oportunidad. “Llaryora les pidió a todos sus funcionarios que estén en territorio y que no miren los signos políticos. A algunos intendentes de la oposición les convendría una sociedad política con el peronismo y no con LLA”, dejó la invitación picando un legislador de HUxC.

No será fácil para el radicalismo cordobés encolumnarse de manera corporativa en una candidatura. A Rodrigo De Loredo, jefe de la bancada radical en la Cámara de Diputados termina su mandato este año y su bloque viene golpeado por los legisladores que decidieron pegar un portazo y conformar la bancada Democracia para Siempre. El diputado que quiere ser gobernador buscará renovar su estadía en la cámara baja, aunque nadie sabe con qué armado.

El exintendente capitalino Ramón Mestre ya no disimula sus ganas de competir representando al electorado radical que detesta a Milei. Los puntos que sacó a nivel provincial cuando se midió en 2019 frente a Mario Negri y Juan Schiaretti le asegurarían hoy su pasaje al Congreso, razonan desde ese núcleo interno. De Loredo lo sabe y los radicales cordobeses que se aliaron a Mestre y que rechazan a LLA, también.

Frente a un radicalismo disperso Llaryora ve una oportunidad en un escenario que al oficialismo siempre se le presenta complejo como cada elección intermendia. No se lo hará fácil Marcos Ferrer, el flamante presidente de la UCR de Córdoba, que se la tiene jurada a Prunotto y que rechaza públicamente al Partido Cordobés. Mientras el intendente de Río Tercero recorre la extensa provincia para contener a sus correligionarios, Llaryora atiende el mismo juego pero con los resortes del Estado.

Juan Schiaretti busca un acuerdo de cúpula
Durante toda su estadía en el Panal, el exgobernador Juan Schiaretti recibió a altos dirigentes del centenario partido en su otrora oficina y en el álbum de fotos incómodas para el radicalismo supo posar con el senador y presidente de la UCR, Martín Lousteau; con el diputado antilibertario Facundo Manes; con Emiliano Yacobitti, vicerrector de la Universidad Nacional de Buenos Aires; con Gerardo Morales, exgobernador de Jujuy. También, con el exalcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Luego de su intento por disputar el Sillón de Rivadavia, Schiaretti siguió recorriendo el país y acumuló más fotografías con líderes de otras fuerzas no peronistas. “El Gringo” tiene al radicalismo como predilecto y el gran anhelo de reversionar el abrazo fraterno entre Juan Domingo Perón y el radical Ricardo Balbín.

A Schiaretti no lo desvela jugar en el turno electoral de 2025 porque su cabeza está puesta en la carrera presidencial de 2027, más aún, en un contexto donde el adversario más difícil en terruño cordobés será Milei.

En las encuestas, el electorado cordobés posiciona muy bien a la marca libertaria. La pregunta es: ¿Schiaretti estará dispuesto a romper su invicto de triunfos? Posiblemente no. Esto habilita otras posibilidades de juego para 2025 y Llaryora ya se ocupa de eso, mientras su antecesor aceita vínculos con el radicalismo de cúpula. Los movimientos es dupla son evidentes.

Miguel Siciliano sale a la pesca en la UCR
Todo indica que Schiaretti no sería de la partida en las elecciones legislativas de 2025. Con una probable buena performance de la lista libertaria de Milei, el peronismo tiene chances de conservar el segundo lugar si la UCR, el Frente Cívico y el PRO se desarman. En ese escenario, el oficialismo podría retener al menos dos bancas; o tres bancas, como expectativa de máxima.

Siciliano es el principal nombre puesto y alimenta el armado de Llaryora. Esta semana, el jefe del bloque legislativo salió de gira por el departamento Cruz del Eje y se reunió con la intendenta de Villa de Soto, la radical María José Acuña. De las reuniones y visitas participó el legislador boinablanca Fernando Luna, un exintendente que sabe lo que es gestionar en el interior profundo. Antes, Siciliano estuvo con el intendente radical de Jesús María, Federico Zárate, en una visita institucional en la que se habló de política y gestión.

El rol de Myrian Prunotto
Como contó Letra P, el plan de Llaryora incluye a su vicegobernadora radical, pese a sus propias resistencias de integrar la lista cordobesista en el próximo turno.

La exintendenta de Estación Juárez Celman encontró rápidamente el equilibrio entre su función en la Legislatura y el territorio. Al gobernador le interesa su perfil: es una mujer de gestión, viene del radicalismo, la considera todoterreno y luce el título de renovación.

Siciliano y Prunotto comparten un plus. El primero es presidente del bloque oficialista y eso lo habilita a pisar cualquier departamento. Lo mismo sucede con la vicegobernadora, que por ser la segunda autoridad cordobesa también tiene boleto asegurado para hacer territorio. Además, ambos conforman reuniones en el interior que a otros dirigentes del peronismo se les dificulta armar. No están solos: un nombre que circula es el de Manuel Calvo, ministro de Gobierno de la provincia y espada política y de gestión del gobernador.

El refuerzo de Facundo Torres Lima
Otra de las importantes figuras del Partido Cordobés que recibió instrucciones es Torres Lima, presidente provisorio de la Legislatura y tercero en orden de sucesión.

El legislador oriundo de Alta Gracia conoce cada recoveco del departamento Santa María y sabe muy bien que las elecciones se ganan con votos. El plus de Torres Lima es que ingresó a la Unicameral con caminatas, votos y kilómetros en sus espaldas.

En los últimos meses, varios ministros de la gestión provincial pasaron por su departamento y el legislador armó diversas reuniones con intendentes y jefes comunales del PRO, la UCR y el oficialismo que hicieron distintos pedidos al gobierno provincial.

Así, Torres Lima hila en el plan del gobernador, acata la estrategia de Llaryora y si bien tiene un buen despliegue institucional en la Legislatura, nadie descarta que su nombre esté estampado en la lista al Congreso.

CON INFORMACION DE LETRAP.