En el equilibrio que desde diciembre pasado hace el gobernador Martín Llaryora con la Casa Rosada para marcar diferencias, pero sin ir al choque con el presidente Javier Milei, hay un aspecto que desde el Panal repiten resulta innegociable para Córdoba: la obra pública.
Ya en carácter de presidente electo, el año pasado Milei repitió hasta el hartazgo: “la obra púbica se termina”. Y cumplió. En nombre del déficit fiscal cero y de terminar con la corrupción en una de las partidas “donde la política más roba”, ajustó todo lo que pudo y frenó prácticamente todos los proyectos que estaban en marcha. Detuvo aquellas iniciativas con financiamiento de la Nación que son ejecutadas por los gobiernos provinciales, y les pasó la pelota a los gobernadores para el que quiera y pueda, las ejecute.
Según un informe publicado por La Nación, entre fines del año pasado y principios del 2024 se habían dejado de financiar más de dos mil obras, y el rubro “Transferencias de capital a las provincias y municipios”, registró una caída del 84,3 por ciento entre agosto de 2023 e igual mes del corriente año.
En esa línea, Córdoba decidió desmarcarse de la Nación y ejecutar trabajos con fondos propios. Después del ambicioso plan cemento desarrollado por el ex mandatario Juan Schiaretti en su segundo mandato y de una tercera gestión mucho más modesta en esa materia, Llaryora mantuvo la premisa sostenida por sus antecesores de que la obra pública es sinónimo de progreso.
“Las obras son la madre del progreso… En Córdoba las obras no paran. A pesar de la crisis que vive nuestro país, seguiremos haciendo lo posible y lo imposible para llevar la infraestructura a cada rincón de nuestra provincia y mejorar así la calidad de vida de todos los cordobeses, vivan donde vivan” repitió el gobernador este fin de semana desde el departamento Tulumba donde habilitó la pavimentación de la Ruta Provincial 16, que une las localidades de Las Arrias con San José de la Dormida.
Decidido a mostrar y explotar en beneficio de la gestión ese contrapunto con la Nación, el titular del Ejecutivo cordobés se propuso tener en marcha una obra en cada una de las 427 localidades que componen el mapa provincial.
“Estamos haciendo inversiones históricas en el norte: acueducto, rutas, conectividad y trabajamos con las cooperativas para que el norte tenga la infraestructura para producir y despegar. Las obras no se pueden medir por la cantidad de habitantes, porque de esta manera la infraestructura no llegaría a donde vive poca gente. Los que somos del interior del interior sabemos la importancia que tiene, porque sin ella no hay caminos, escuelas, hospitales, gas natural, agua potable”, dijo Llaryora.
Y esa mirada que contrasta con la lógica libertaria sobre la obra pública, se agudiza aún más en tiempos de debate de lo que se viene: el Presupuesto 2025. Pues el cordobesista espera que la Nación cumpla con su compromiso de continuar una serie de obras con cierto grado de avance y que eso se vea reflejado en el proyecto nacional.
Llaryora cuenta con un capital propio de cinco diputados y una senadora, y mucha pero mucha voluntad de diálogo. Una predisposición muy valorada por el equipo político del Presidente; de hecho en su paso por Córdoba, el ministro Guillermo Francos fue sumamente elogioso con el gobernador.
Bien vale apuntar que, hace unos meses, la Nación y la Provincia anunciaron un acuerdo precisamente para el traspaso de obras públicas. La rúbrica, que tuvo lugar en Casa Rosada, contempló el pase de la ruta nacional 19 a manos de la Provincia y el compromiso del gobierno nacional de continuar las obras de la autovía Holmberg – Río Cuarto y la circunvalación en la ciudad de Villa María.
Con ese marco de entendimiento, la totalidad de la traza de la ruta 19 pasó a la Provincia para ser la actual gestión, a través de Caminos de las Sierras, la que reinicie los trabajos correspondientes en los 65 kilómetros que restan para su finalización. En el caso de la autovía Holmberg-Río Cuarto y la circunvalación de Villa María, el documento se basa en el principio de “lealtad federal”, a través de cual se establece el compromiso de ambas partes de “colaborar a los fines de garantizar un efectivo cumplimiento de los cronogramas de ejecución de dichas obras”.
CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE SORIA YANINA.