En Córdoba, el ballotage del año pasado causó mucho más que la división de un electorado que tuvo que elegir entre Sergio Massa o Javier Milei. Hacia el interior del peronismo caló hondo la decisión orgánica bajada por Juan Schiaretti y Martín Llaryora de mantenerse prescindentes, haciendo de cuenta que al justicialismo cordobés le daba igual un triunfo libertario a uno peronista.
Sin embargo, en rigor de verdad, la neutralidad decretada a nivel de la conducción de Hacemos Unidos no fue tal, pues Schiaretti jugó deliberadamente en contra del ex ministro de Economía, militando abiertamente la causa anti kirchnerista.
Esa posición que ya en el 2019 cuando el PJ Córdoba tampoco apoyó la candidatura de Alberto Fernández (“y menos mal” retrucan ahora) y, en cambio, le hizo un guiño por lo bajo a Mauricio Macri, también había sido criticada por la propia dirigencia.
Aunque el verticalismo del PJ cordobés disciplina y termina imponiéndose siempre, para la segunda vuelta electoral del año pasado, Massa recibió apoyo de algunos nombres de la política local que se animaron a manifestar por lo alto, lo que muchos pensaban por lo bajo. Hacia adentro del oficialismo, fueron varios los que renegaron de no poder decir que a Milei no lo votaban ni locos.
En esas disidencias, así como el legislador peronista Federico Alesandri jugó por fuera, ganó una banca y se mantuvo en su monobloque sin morder la manzana de la tentación que ofrece Hacemos Unidos, otro grupo decidió enrolarse bajo la figura nacional de Sergio Massa.
Aunque el ex candidato presidencial de Unión por la Patria se corrió de la escena pública después de la derrota en segunda vuelta, en Córdoba ese puñado de peronistas que no se encuentra cómodo con los nuevos lineamientos que dicta el Partido Cordobés decidió apostar al Frente Renovador en la provincia mediterránea. De hecho, encabezados por la ex legisladora Tania Kyshakevych y el actual intendente de Cruz Alta, Agustín González, Massa recibió en sus oficinas en varias oportunidades a esa delegación cordobesa.
Tras la derrota nacional el partido renovador se reseteó, eligió nuevas autoridades y se trazó objetivos acordes a los nuevos vientos que soplan en la política central.
En Córdoba, ayer tuvo lugar el primer encuentro del Frente Renovador provincial que contó además con la asistencia de dirigentes nacionales como Juan José Bahilo, ex secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca; José Ignacio de Mendiguren, ex secretario de Industria y Desarrollo Productivo y el actual diputado y presidente del Frente Renovador, Diego Giuliano. En nombre del propio Massa, apoyaron la construcción política local y alentaron a un perfilamiento con impronta local.
De hecho, la línea discursiva de Kyshakevych y González ayer en el Congreso fue esa, la de una construcción de un nuevo espacio con identidad cordobesa. Vincular al Frente Renovador local con los públicos y sectores que los renovadores entienden están siendo desfavorecidos por las políticas del presidente Javier Milei: jubilados, estudiantes, docentes. Además, reforzar lazos con el campo, los sectores productivos, industriales, por allí pasará la agenda que se propone el Frente en Córdoba.
Ayer, antes del Congreso que se realizó en la Capital cordobesa, la dirigencia asistió a un encuentro con empresarios e industriales en Blangino, localidad de Monte Cristo.
Por ahora, no se habla de candidaturas, aunque seduce la idea de pelear por una banca propia el año próximo.
CON INFORMACION DE DIAIRO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE SORIA YANINA