Las eternas peleas internas de la Unión Cívica Radical

La mesa de seis radicales que intenta negociar un acuerdo que evite la interna no logró avances significativos, por lo que la compulsa intestina prevista para el 8 de septiembre parece inevitable.

Por el grupo A (Alianza Partidaria, de Marcos Ferrer, Rodrigo de Loredo, Mario Negri y aliados) se sentaron la legisladora Alejandra Ferrero, el secretario del bloque radical en la Unicameral, Esteban Bría, y Julio Ochoa, último radical en ocupar una vocalía en el Tribunal de Cuentas.

Por el grupo B (Más Radicalismo, de Ramón Mestre, Carlos Becerra y Fernando Montoya) negociaron Facundo Cortes Olmedo, vocal del radicalismo en el Ersep; el dirigente alfonsinista Martín Lucas y Franco Jular, funcionario de la Defensoría del Pueblo.

La negativa por parte del grupo A de ceder el control del Congreso Provincial al grupo B hizo que las conversaciones se empantanaran a tal punto que este jueves cada alianza estaba sumergida en los trámites para completar las listas que deben presentar las listas este viernes.

Se espera que haya impugnaciones en los dos bandos, por lo que el control de los integrantes de cada lista era exhaustivo. En toda la provincia se ponen en juego unos 6.500 cargos, con exigencias de cupos que la vuelven un mecanismo extremadamente complejo. Por eso también los apoderados de cada grupo se preparan para “impugnar todo”.

En este marco, y ante la negativa del esquema liderado por Ferrer de cederle a Mestre el control del Congreso Provincial, los aliados del exintendente lo presionaban anoche para que se presente como congresal por la Capital, su bastión.

De acuerdo con este plan, si el exintendente se sienta en el Congreso Provincial podría incidir directamente sobre los congresales.

El Congreso Provincial es determinante porque allí se define la política de alianzas del radicalismo. Mestre quiere rediscutir el acuerdo con Luis Juez. Para él es innegociable que el radicalismo lidere la lista opositora al oficialismo provincial. Y además rechaza cualquier entendimiento con La Libertad Avanza. En otras palabras: Mestre abona al esquema de bipartidismo que le permitió gobernar dos veces la ciudad de Córdoba.

Si Mestre juega esa candidatura, nadie en el radicalismo descarta que el propio De Loredo regrese como congresal al organismo que presidió entre 2018 y 2021, años en los que Mestre conducía el partido. Sería una forma de poner a dos pesos pesados y equiparar la cancha.

La comparación hierve la sangre mestrista: ”De Loredo no ganó ninguna elección, ni siquiera una partidaria, y le quiere decir a Mestre, dos veces intendente y con varias victorias partidarias encima, cómo ganar una elección”. La chicana no cuenta que De Loredo ganó la elección legislativa de 2021, con Juez como socio.

El Comité Provincia
 
Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero, candidato de Alianza Partidaria, aparece como el favorito porque tiene el respaldo de siete núcleos y el aval de popes como De Loredo, Oscar Aguad, Mario Negri, Miguel Nicolás, Javier Bee Sellares (lugarteniente del gobernador correntino Gustavo Valdés), Soledad Carrizo (representante de Alfredo Cornejo) y el alfonsinista Sergio Piguillem.

Este jueves, De Loredo reunió al Foro de Intendentes de la UCR para involucrar a los jefes comunales en la interna: les pidió que jueguen con él para frenar al peronismo provincial, una forma nada sutil de vincular a Mestre con la estrategia del PJ cordobés.

 
 De Loredo reunió al Foro de Intendentes de la UCR para apoyar a Ferrer (Gentileza).
El grupo B (Más Radicalismo) pondría en pista a Ignacio Tagni, intendente de Villa Nueva. Sería el choque de dos jóvenes intendentes aunque con diferentes estructuras: a Tagni lo apoyan tres núcleos internos, pero viene de destronar al peronismo después de 24 años. “El que hace los acuerdos con Llaryora es Ferrer. De Loredo quiere meter a Milei en la UCR”, replican.

Para alquilar balcones.

Con información de La Voz, sobre una nota de Juan Manuel González