Villa María: Eduardo Accastello pausa la rosca y apura un plan de gestión con aportes privados

La gestión asoma como el escudo más efectivo en tiempos de discurso anticasta. Es la reivindicación de la política profesional que varias jefaturas territoriales priorizan, pese a la proximidad del calendario electoral. Eduardo Accastello, el intendente de Villa María, una de las ciudades productivas más importantes de Córdoba, tomó ese camino.

El peronista cordobesista presentó un nuevo loteo de tierras mediante la articulación público-privada. En siete meses de gobierno, el municipio exhibe un total de 1.050 soluciones habitacionales.

Accastello celebró la iniciativa. Hay motivos para hacerlo: el último censo nacional reportó unas 20.000 personas más en la ciudad cabecera del departamento General San Martín. El crecimiento demográfico exige un acompañamiento del Estado y el peronista decidió mostrar una respuesta.

Además de los lotes, Accastello constituyó un Fondo de Garantías para Alquileres para que las familias que necesiten rentar su vivienda tengan apoyo para cumplir con los requisitos del mercado inmobiliario.
En las últimas semanas, el dirigente peronista se las ingenia para mostrar resultados en tiempos de vacas flacas. Se metió con temas ásperos como la regulación de Uber y anunció la suspensión del paso del ferrocarril por el medio de la ciudad. Participó de foros para potenciar el perfil productivo y turístico villamariense, además de cerrar convenios para el fomento educativo.
Al medio, no pasa desapercibido que se cuida de quedar pegado en la rosca que se viene en la proximidad de un año electoral.

Gestión, divino refugio de Eduardo Accastello
Accastello gobierna la ciudad de Villa María por cuarta vez no consecutiva. Dirigente de indiscutido rodaje en la política provincial, elige jugar en los estrictos límites de la política villamariense, aunque también gestiona dentro del marco de la comunidad regional del departamento General San Martín.

¿Por qué desperdicia la oportunidad de perfilar un liderazgo fuerte en el sureste de Córdoba? Un punto en el mapa que el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, le asignó prioridad “uno” rumbo al año 27.

En esa región todavía predominan expresiones del PJ alineadas con el justicialismo nacional. Con la derrota de Sergio Massa, la desorganización abunda y mira con desconfianza el liderazgo de Llaryora. El corolario fue el batacazo del Partido Cordobés en Río Cuarto ante la desafiante delasotista, Adriana Nazario. El oficialismo provincial dejó claro que peronismo hay uno solo y que, en adelante, tampoco se mostrarán esas fibras de la doctrina de Juan Domingo Perón.

Por su experiencia, Accastello podría oficiar de articulador político del intendentismo de esa zona bajo el formato transversal que propone Llaryora. No obstante, está dispuesto a esperar que el tablero se despeje para pensar el juego. Seguirá al pie de la letra el proceso que empezó hace varios años.

Un refresh que empezó en 2019
El excandidato a gobernador de Cristina Fernández de Kirchner empezó, precisamente, un proceso de deskirchnerización cuando aceptó incorporarse al último gabinete de Juan Schiaretti como ministro de Producción.

De más está recordar los deseos oscuros que le profesa el excandidato presidencial a la conducción nacional del justicialismo. Intentar un nuevo mandato en la ciudad que había gobernado en tres oportunidades asomaba como el camino necesario para revincularse con su bastión, en un necesario “volver a las fuentes”.

Contó con el apoyo de Schiaretti y de Llaryora en las elecciones municipales de 2023. La negociación con el entonces intendente Martín Gill fue áspera, pero terminó con la unidad peronista y un triunfo arrollador.

Las figuras políticas de Villa María conviven en el Partido Cordobés y ninguno da señales más allá de sus obligaciones estrictas de gestión.

¿Sólo gestión en Villa María?
Pensar a Accastello sin hambre de poder puede parecer inocente si todavía se considera que el Panal lo tiene medido como uno de los intendentes que mejor nivel de aceptación tiene en su comunidad.

Lo cierto es que en la dirigencia con mayor rodaje del cordobesismo asoma la convicción de que no son momentos de engordar.

“El que muscula es porque no se siente seguro”, definía una alta fuente en el Panal. El villamariense -que anunció su casamiento por redes sociales- así también lo entiende.

¿Buscará integrar el lote de candidatos para la Cámara de Diputados en 2025? Por ahora, nada parece indicar ese camino, aunque quienes lo conocen aseguran que es un dirigente que todos miran. Lo cierto es que jamás depuso su aspiración de gobernar Córdoba.

Por ahora, es un anhelo y la convicción de que una buena gestión configura la única alternativa posible en los tiempos de reacomodamiento de todo el tablero político.

CON INFORMACION DE LETRA P.