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Luis Juez : "El Partido Cordobés es un invento dañino de Llaryora"

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Luis Juez dice que la oposición en Córdoba ha hecho un gran esfuerzo para, después de 25 años de peronismo, lograr la unidad. Pero que es difícil mantenerla cuando los propios dirigentes parecen no estar interesados en eso. Lo dice por los roces internos, sobre todo, en la Legislatura de la provincia, que tienen su correlato en el radicalismo.

Para el senador nacional, “la franquicia” de Juntos por el Cambio está “en vías de extinción”. Incluso en Córdoba, donde se ha consolidado en la Unicameral.

 
–Hace un par de semanas, el oficialismo ganó la elección de Río Cuarto. Pero dejó en claro que había sido un triunfo del Partido Cordobés y no del peronismo. ¿Qué opina de este cambio?

–En Río Cuarto me harté de decirle a los dirigentes que iban a perder. Les dije que si la municipalizaban, perdían Ahí, yo gané (la elección a gobernador) por siete puntos, y ganamos los cuatro departamentos del sur. Fui cinco veces a Río Cuarto.

–Cuando dice que les dijo...

 
–¡A los radicales! Al “Pampa” Parodi, que adoro y quiero enormemente. Hice terribles gestiones para que pudiera ser candidato y compitiera. Esa oportunidad histórica de que el peronismo, cuando gobierna, se te divide se te va a dar muy pocas veces. El peronismo es un intérprete del poder como pocas veces un partido político en el mundo suele hacerlo. La bendición de que el peronismo vaya dividido, con dos candidatos competitivos, era para hacer una elección extremadamente inteligente.

–¿Con ustedes como protagonistas?

–No, no. Yo les dije, desde el primer día, que si lo iban a traer a Guillermo Seita, que se van a hacer financiar la campaña... Seita trabaja para Schiaretti. Y se los dije 50 días antes: que iban a perder si la elección la munipalizaban. Porque (el peronismo) iba a trabajar fuertemente. Y pasó. En Río Cuarto tenés la concentración urbano-marginal más grande del interior de la provincia.

 
–¿Ganó el Partido Cordobés, como dice el oficialismo?

–El Partido Cordobés es un invento dañino de Llaryora. No digo que es el autor, pero lo quiere inscribir. Es el pensamiento único, la sumisión absoluta. Igual, me gustaría sentarme con Llaryora a discutir qué vamos a hacer con el juego; particularmente con el juego online. El otro día, el arzobispo Rossi nos juntó a todos los políticos en el (colegio) Taborin y dijo que le gustaría que nos pusiéramos de acuerdo en algunos temas. Yo le dije al padre que lo del juego. Me van a decir que hay un contrato a 15 años, pero eso no importa. El daño social es mucho más grande que el económico. Es un problema enorme es con los adolescentes. ¡Estamos a tiempo! Yo no quiero gritarle el gol en la cara a Llaryora. Sentémonos y veamos qué hay que hacer.

–¿Su postura es derogar la ley?

–Derogarla. No hay ninguna modificación que se pueda hacer. Es vergonzoso. Es más, me avisaron que Belgrano tendrá sponsoreo (del juego). Pero además, los números son secretos. Lo que han pagado de canon es miserable, aunque recaudaron casi 6 mil millones de mangos el primer bimestre. Por eso digo que si el Partido Cordobés fuera para discutir qué calidad institucional tenemos, cómo garantizamos la independencia de la Justicia, cómo mejoramos la distribución de la riqueza. El periodista Adrián Simioni remarcaba que hoy hay una concentración en el Gran Córdoba muy parecida al Conurbano bonaerense. Estamos vaciando la provincia. ¿Por qué no tenemos cuatro Gran Córdoba, si ya tenemos la experiencia de lo que significa el Conurbano bonaerense, de cómo los tipos se van a vivir ahí y no se van más? Si el Partido Cordobés sirve para discutir esos temas, cuenten conmigo. Pero no es para eso. Es un pensamiento único que pretende comprar voluntades. Fíjense cómo fue el tema de la ley del juego online. Todos los dirigentes que presentaron el proyecto hoy están en el gobierno. Tuve una gran discusión por eso. Pareció que fue el peaje que tuvieron que pagar para pasar al Partido Cordobés. Y ahí no se discute mayor calidad institucional, es discusión del pensamiento único. Como pasa en Santa Fe, en Formosa, en Chaco, en Santa Cruz, donde ya se adueñaron de todo.

 
Luis Juez y Juntos por el Cambio
–¿Cómo va a evolucionar el oficialismo para 2025, año electoral?¿Llega Juntos por el Cambio tal cual como está?

 
–No sé... Esa franquicia está en vía de extinción, también hay que decirlo con toda sinceridad.

–¿También en Córdoba?

–En Córdoba hacemos un gran esfuerzo para mantenerla, pero es muy difícil cuando los dirigentes no tienen interés. Después de 25 años, hemos logrado juntarnos con el radicalismo y un montón de espacios opositores. Sería una locura no valorar eso. Tuvimos a centímetros de quedarnos con la gobernación. Pero hay que entender que existe una predisposición del peronismo por cooptar, por comprar, por corromper...

–En ese marco, ¿cómo está su relación con Rodrigo de Loredo?

–Tengo una gran relación y lo quiero como si fuera mi hermano menor. Pero tiene que resolver sus cuestiones dentro del radicalismo; y el radicalismo tiene que resolver sus problemas. Jamás me voy a inmiscuir en esos temas. También tenemos que entender que la gente espera cosas de nosotros. Si no, estos tipos, con mucho menos, siempre obtienen los mismos resultados. Cada vez con menor calidad institucional conservan el poder. Pero también hagamos una autocrítica en serio. Hay que replantearse si nosotros, en estos 25 años, no tenemos algo que ver para que estos tipos siempre terminen ganando. Lo hacen porque nos dividen, nos generan contradicciones y porque también nuestra vanidad y nuestra vulnerabilidad están a la orden del día. Habrá que ver qué pasa.

Luis Juez y Javier Milei
–¿En qué etapa del gobierno está Argentina hoy?

-La noche que discutimos la Ley Bases fui muy claro: dije que ninguna ley, por sí sola, garantiza absolutamente nada. Si no tenés gestión, si no trabajás en la reglamentación, si no generás confianza... Los mercados no tienen patria. El gobierno está tomando nota de esto. Porque podés tener un altísimo nivel de aceptación en determinados lugares, en las esferas internacionales, pero los mercados no tienen color político. Si los tipos dicen que la brecha es complicada y llega al 50, 60%, te van a empujar a una devaluación. Tenés que tener espalda para sostener la divisa y para tomar medidas.

–¿Eso se debe a que aún le falta consistencia a la gestión? Milei es un presidente muy promercado.

–Sí, pero también habla con claridad de la grave situación que nos dejaron muchísimos años de populismo. Por sí solo, ese es el argumento que explica el nivel de profundidad de la crisis. Imaginen con Massa cómo íbamos a terminar. Esto muestra que si durante muchísimos años tomás medidas irracionales, desacertadas y populistas no vas a salir de un día para el otro, más allá de tu picardía, de tu actitud y de que te acompañen o no algunos grupos económicos. La situación es delicada. Yo tengo la posibilidad de dialogar con el Presidente y lo tiene claro. Sabe que es difícil y complicado. Ahora... ¡se tiene una confianza! Desde la vuelta de la democracia los conocí a todos, y este es el presidente que más sabe de economía. Si acierta o no, no lo sé. Porque el tema es mucho más profundo. Lo de las reservas no es menor, tampoco los compromisos asumidos por la Argentina, y lo de la devaluación siempre está dando vueltas. Todo el mundo sabía que el proceso recesivo que se venía iba a ser verdaderamente catastrófico; y lo está siendo. Hoy la parálisis del andamiaje económico productivo es notoria. ¿Cuándo van a empezar a llegar algunos beneficios de este supuesto orden macroeconómico? No lo sé. El riesgo país crece y no sabés si eso es importante, pero tiene que ver con las inversiones. Y sobre el cepo, era fácil entrar pero muy difícil salir.

–Sobre la agenda parlamentaria que viene en el Congreso. ¿Qué tema va a salir primero: la reforma política?

–La boleta única tiene media sanción de Diputados, y dictamen de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Legislación General del Senado. Pero ese dictamen s distinto al que vino de Diputados porque se adoptó la idea de la boleta única de Santa Fe que, para mí, expresa con mayor claridad la voluntad del ciudadano. El kirchnerismo siempre se opuso a la boleta única, particularmente por su fuerza territorial en la provincia de Buenos Aires. Yo digo que vamos con ese sistema, no importa si es santafesino o cordobés. A mí no me vengan a hablar de boleta única, si en Córdoba se instituyó a partir del fraude de 2007. Siempre es mejor que la lista sábana. Y sobre la reforma política, he sido claro con el ministro (del Interior) Francos al que le pregunté por qué iban a eliminar las Paso. Le dije que, en todo caso, eliminara el financiamiento a todos esos partiduchos que terminan robándole plata al Estado.

–La boleta única le ahorraría un montón de dinero al Estado.

–Ahí tenés una posibilidad. Pero las Paso son un sistema que organiza las estructuras partidarias y a los partidos mayoritarios. Era senador en el momento en que Néstor Kirchner nos convocó a la discusión de las Paso, después de la gran derrota que tuvo el peronismo (en 2009). Eso, decían, les permitiría concentrar la disputa adentro para evitar fugas. Yo no sé si ahora ellos están dispuestos a ceder esa cuestión. Igual, no se confundan, hoy los números son complicados en el Parlamento. La Ley Bases salió 36-36 y desempató la presidenta (Villarruel) nueve veces.

–¿Complicados para eliminar las Paso?

–Va a ser difícil porque ahí el peronismo tiene una postura compleja y delicada. Hay que construir consenso para tener números parlamentarios, algo que no es fácil. Siempre digo que hay que partir de la idea de construir mayorías en el Parlamento. Pero el Senado es extremadamente difícil porque está todo muy fragmentado.

Luis Juez y la edad de imputabilidad
–Sobre la imputabilidad de los 13 años, ¿qué piensa?

–Es un tema que requiere un debate mucho más profundo.

–¿Personalmente qué posición tiene?

–Discutir la imputabilidad de los menores no es un tema sobre el que el mundo jurídico tenga dudas. Hoy todos entienden que un pibe de 14,15 años sabe perfectamente lo que está bien y lo que está mal. El que sale a robar con un arma y comete un homicidio sabe lo que está haciendo. Y también hay una teoría que ha evolucionado enormemente, que es romantizar la cuestión. Después podemos discutir la ley penal de menores, que es un tema de una profundidad monstruosa. Porque cuando empiece a darle imputabilidad a un montón de personas que hoy son inimputables, el Estado no va a poder desembarazarse de la cuestión y va a tener que trabajar con un montón de cuestiones. Hoy la edad no es el problema. Hay países que tienen un número mucho más bajo que el que propone Argentina. Para mí, 14 años es un número que podría ser, a partir de todos los estudios que hay en la ley. Estuve viendo el borrador que entró a Diputados y es inteligente, está bien hecho sobre la base de experiencia de gente que sabe. No lo hicieron un par de punteros políticos. Claro, ahora lo va a agarrar la política y lo va a destrozar.

–Cuando dice que es complejo, ¿se refiere a que bajar la imputabilidad sin tener desarrollado una respuesta del Estado es incoherente? En Córdoba hay 48 plazas que para alojar a menores.

–... Y son un espanto. Tenés que preparar gente para el tema. Porque no es lo mismo tener un menor de 14 años detenido y condenado que un mayor. No se va a poder desentender el Estado. Los países que tomaron decisiones de estas características trabajaron durante mucho tiempo. Pero acá hemos romantizado la delincuencia con un montón de teorías zafaronianas (por Zaffaroni), donde se interpretaba el derecho de cualquier manera. Y hablo con conocimiento de causa porque tengo 38 años de abogado penalista. Digo que es un tema menor si es los 12, 14, 15 años. El tema es qué hace el Estado y cómo se prepara.

Luis Juez y la postulación de Lijo
–Las audiencias para tratar las postulaciones de los dos jueces que el gobierno propone para la Corte Suprema, Lijo y García Mansilla, ya tienen fecha. ¿Qué va a pasar? ¿Va a resultar confirmado Lijo?

–Cuento una larga charla con el Presidente. Le pregunté por qué proponía a Lijo. “¿Sabés a qué se dedican los hermanos ‘Freddy’ y Ariel, el juez? ‘No’, me responde el Presidente. Tienen una Pyme que alquila bidets para políticos con el culo sucio. Vos no lo tenés, ¿para qué los necesitas?”, le digo. El Presidente se empezó a reír, le gustó la frase. Pero es así. Lijo no resuelve nunca una causa, te tiene pendiente y por eso los políticos le chupan las medias. Nosotros no necesitamos operadores judiciales. Le digo al Presidente: “Supongamos que te va bien, estás ocho años y te vas. Le dejás al Estado, hasta los 75 años, a un tipo que hoy que tiene 52. Son 20 años más de un operador judicial para determinados tipos que toman la política como un negocio”. Y le dije más: “Cuando yo te acompañe con un voto y un discurso, no soy un chupamedias ni un secanuca (por Chiqui Tapia). Y cuando te vote en contra tampoco soy una rata inmunda. Y a lo de Lijo no solamente te lo voy a votar en contra sino que te voy a militar en contra”. Durante los 38 años de abogado penalista me he opuesto a la politización de la Justicia. Lo he dicho en Córdoba y lo voy a decir en Buenos Aires.

–Es difícil pensar que si un gobierno postula a un juez permeable no tenga la intención de que no lo favorezca.

–Es un error, y lo voy a plantear en mi condición de integrante de las comisiones por donde va a pasar ese pliego.

–¿Están los votos en el Senado para Lijo?

–No sabemos. El kirchnerismo está en un silenzio stampa. Y (Martín) Lousteau ha convocado a no sé qué estructura de su partido para que le diga a los senadores... cuando todos sabemos que hay un interés directo de algunos tipos fuertemente vinculados a Lijo. Es un tema complejo. El kirchnerismo inteligentemente está en silencio, viendo cómo es el tema y las vinculaciones de Lijo. Ya van a tener oportunidad de conocer a algunos senadores que están alimentando la posibilidad de eso. Vaya a saber qué nivel de compromiso tienen.

–Martín Guzmán, el exministro, insiste con que el gobierno marcha a la dolarización. Y que si se dolariza de hecho, podría plantearse una discusión sobre la inconstitucionalidad.

–Si el gobierno fuera hacia la dolarización no sería una sorpresa. Lo vienen prometiendo.

–Pero ahí la Corte sería clave. Se le podría preguntar en las audiencias a Lijo.

–Pasa que estos tipos van a las comisiones y te dicen una cosa... Pero lo que dicen no es obligatorio, y el día de mañana, cuando tienen que fijar posición, pueden decir que lo pensaron bien y cambian. Ponen el guiño a la derecha y doblan a la izquierda.

Con información de La Voz

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