Ayer por la mañana, en las oficinas del Ministerio de Trabajo de la Provincia, la Junta Ejecutiva Central de la UEPC se reunió con funcionarios del Centro Cívico, encabezados por el Secretario General de la Gobernación, David Consalvi, bajo el arbitraje del titular de la cartera, Omar Sereno.
Poco trascendió de los pormenores de la reunión, que sirvió para que, a instancias de la Provincia, Trabajo dictara una conciliación obligatoria por diez días hábiles, entre el 22 de julio y el 2 de agosto, garantizando el reinicio de las clases una vez concluido el receso invernal y echando por tierra la medida de fuerza votada por la Asamblea Provincial del sindicato, que había resulto ir al paro por 48 horas entre el lunes y el martes de la semana próxima. Se trataría de la segunda medida de fuerza adoptada en el marco de esta paritaria, que semanas atrás ya tuvo un paro de 24 horas con un nivel de acatamiento cercano al 80 por ciento, según datos de la UEPC.
Tras la reunión en Trabajo tuvo lugar un plenario de secretarios generales de todas las delegaciones de la provincia, donde Roberto Cristalli, secretario general a nivel provincial, informó que el Centro Cívico acercaría una nueva propuesta el miércoles, cuando tenga lugar la próxima audiencia, y propuso acatar la conciliación de manera unánime.
Las delegaciones opositoras, en tanto, propusieron rechazarla, además de motorizar una movilización para el miércoles, que se dirija hacia el Ministerio de Trabajo en el momento en que esté celebrándose la próxima audiencia, para aumentar la presión por el reclamo. Finalmente, también instó al sindicato a requerirle a Ctera la convocatoria a un paro nacional para reclamar por los conflictos abiertos en Córdoba y las demás provincias que aún no han firmado paritarias, por el regreso de la paritaria nacional, la restitución de Fonid y el resto de las demandas que la confederación sostiene en contra del Gobierno Nacional.
En franca minoría en la asamblea, la oposición no consiguió torcer la resolución final, que terminó acatando la conciliación y desestimando aquellas propuestas.
Al cabo de aquella asamblea, los delegados departamentales y escolares de la oposición gremial mantuvieron otra reunión para debatir la hoja de ruta a seguir en el devenir de un conflicto que parece lejos de terminar.
Esa reunión no había terminado al cierre de esta edición. Sin embargo, Alfil pudo saber que en ella se planteó una lectura similar a la que la Delegación Capital realizó en la asamblea de secretarios generales. Los sectores de la oposición entienden que llevan la delantera en el conflicto, porque, llegado el caso, el rechazo de las anteriores ofertas forzó a que la Provincia deba realizar una nueva, superadora, incluso después de asegurar que no lo haría, por carecer de los recursos necesarios.
Además, la posición de los sectores no alineados con la conducción provincial es mantener la movilización convocada para el martes (aunque es probable que se adelante para el lunes), y llevar adelante actividades para visibilizar el conflicto en toda la provincia.
A modo de síntesis, hay que destacar que la Provincia consiguió garantizar, en tiempo y forma, el reinicio de las clases tras el receso invernal, y también poner en ‘stand by’ el conflicto, dilatando los tiempos de la negociación y maximizando el costo que deberán pagar los docentes por no aceptar la propuesta, ya que -junto a los descuentos por la primera jornada de paro- tampoco percibirán reajustes en los haberes a cobrar entre los últimos días de este mes y los primeros del siguiente, intentando que la pérdida de salario real, producto de la inflación, se convierta en la gota que horade la piedra.
Al otro lado, los sectores no alineados con el oficialismo de UEPC siguen con gran interés la evolución del conflicto, y destacan el descontento de las bases tanto en la capital como en el interior. El panorama está abierto, y las elecciones de delegados escolares, cercanas. El curso de la actual paritaria amenaza con convertirse en un factor de peso en la reconfiguración del sindicato.
CON INFORMACION DE DIAIRO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE FELIPE OSMAN