Rodrigo de Loredo se mete de lleno en la renovación de autoridades de la UCR de Córdoba

El jefe de la bancada radical en la Cámara de Diputados, Rodrigo de Loredo, se mete de lleno en la renovación de autoridades de la UCR de Córdoba. Su amigo y socio político, Marcos Ferrer, se encamina a presidir el partido, pero antes debe sortear algunos asuntos mientras empieza a correr el cronograma para la elección del 8 de septiembre.

Este lunes por la noche, el intendente de Río Tercero cerró el apoyo de siete de los 11 núcleos internos. En medio de una cena rápida, dieron su aval al postulante las referencias de Marea Radical, de De Loredo; Construyendo Juntos, de Soledad Carrizo; Consenso, de Javier Bee Sellares; Asamblea Radical, de Sergio Piguillem; Fuerza Renovadora, de Miguel Nicolás; Línea Córdoba, de Javier Fabre; y Juan Negri, referente de Morena.
 
Estos polos internos no sólo tienen en común el apoyo a Ferrer y la buena sintonía con De Loredo; también son los que rechazan abiertamente una fusión con el Partido Cordobés de Martín Llaryora, quizás con la excepción del hijo de Mario Negri que hasta hace poco sonaba como potencial funcionario municipal del intendente de la capital, Daniel Passerini.

En el otro extremo se ubica una dirigencia de inobjetable pertenencia radical, pero que el Panal ubica en los casilleros grises. Allí ingresaría Confluencia de Ramón Mestre; el espacio de Mario Decara, exdefensor del Pueblo hasta hace algunos días, y Carlos Becerra, de Identidad Radical.
Este sector retador encabezó un encuentro el sábado por la tarde donde pidió por “más radicalismo” y una firme postura contra el gobierno de Javier Milei. Fue una fría mojada de oreja a De Loredo, que mira con buenos ojos un ensamblaje libertario.
El mapa de poder que quiere Rodrigo de Loredo
Sin embargo, los objetivos del eje De Loredo-Ferrer son grandes y no se limitan sólo a la presidencia del partido por la que pugna el intendente de Tercero Arriba. Despejar la variable “mestrista” asoma como prioridad.

Es por eso que los acuerdos resultantes de la rosca crepitante de estas horas deberían resultar con un mapa de poder sólido para darle una vuelta de tuerca al espacio que hasta septiembre estará conducido por Marcos Carasso.

El exintendente de General Cabrera llegó al sillón principal del partido tras un acuerdo entre las familias radicales encabezadas por Mario Negri y Mestre. La insólita unidad de dos rivales históricos logró bloquear la avanzada interna de De Loredo, pero no su verdadero objetivo.

Luego de la interna de 2021, el diputado perdió por sólo mil votos, pero logró instalarse como la cara de la renovación partidaria. Ese proceso buscará completarlo ahora con mayor presencia en los resortes del la UCR.

En concreto, De Loredo aspira a controlar la mayoría de los miembros del Comité Provincia. Además de Ferrer en la cabeza, el deloredismo pechará por una de las dos vicepresidencias partidarias y más de la mitad de los 15 renglones previstos para las secretarías titulares. Por supuesto, los espacios de poder se repartirán para los núcleos que apoyaron el proceso, tal como lo hizo en la confección de listas de 2023.

También quiere la mayoría en el Congreso partidario, es decir, el órgano que determina la política de alianzas electorales. Se trata de 115 lugares que están determinados por un debate de corte regional, porque el número de representantes por departamento provincial está atado a la cantidad de habitantes.

Lo que pone en juego Ramón Mestre
La dupla De Loredo-Ferrer tiene en claro el juego, pero también identificados los potenciales conflictos. Por estas horas, Mestre agita el avispero. El exintendente capitalino no está dispuesto a ceder los espacios de poder interno, pero lo cierto es que tiene mucho más que perder que aquel De Loredo desafiante de 2021.

Ferrer dará la interna si algún núcleo la pide. La sociedad que construyó con De Loredo y la correspondiente avanzada en el Foro de Intendentes, en el ente que nuclea a integrantes de los concejos deliberantes de toda la provincia, la mayoría por parte de la oposición en la Legislatura y en el Concejo de la capital, demuestra que hay otra base que en la interna de la postpandemia.

Si el deloredismo se impone y Mestre saborea una derrota, el relato del exintendente de Córdoba podría empezar a trastabillar. Después del bochazo en las urnas de 2019, la ausencia de apoyo electoral se compensaba con una presunta fortaleza en el partido.

Becerra, en el eje mestrista, podría perder la vicepresidencia partidaria, hoy en manos de Martín Lucas.

El Comité Capital quedará afuera del ámbito de negociación. Como anticipó este portal, Ferrer no tiene problemas con negociar este coto de poder interno del mestrismo. Lo cierto es que tampoco esperará mucho tiempo y ya desliza candidatos para acelerar el repliegue de Mestre. La lista la abre Lito Farías y continúan Lucas Balian, Esteban Bria y Brenda Austin, la legisladora que por su pasado mestrista asoma como la candidatura que busca la unidad.

Lo cierto es que la rosca continúa. Este martes, los núcleos acordaron la postergación de la fecha para la inscripción de las alianzas y listas, pero no de la interna de septiembre. En principio, las instancias previas serán el 29 de julio y 2 de agosto, respectivamente. El legislador Dante Rossi, en tanto, pedirá la suspensión de la interna porque aún no obtuvo respuesta a la presentación de su núcleo.

Con información de Letra P, sobre una nota de YANINA PASSERO