El ‘27 en la probeta libertaria

Si para los dirigentes “del sistema”, e incluso para aquellos que ya revistan como funcionarios públicos, resulta dificultoso admitir cuáles son sus ambiciones personales en términos de proyección política, tanto más lo es para aquellos que acaban de entrar a la política despotricando en su contra. Pero aun así las expectativas siempre están. Y tanto más si, al margen de llegar o no llegar, se trata de formar parte. De estar entre los que tienen chances de.

En esa lógica, sorprendió a algunos, y a otros no, la insistencia de José Luis Espert en posicionar, durante su visita a Córdoba, a su compañero de bancada Gabriel Bornoroni como posible candidato a gobernar la Provincia en 2027.

El economista llegó a Córdoba invitado por la FECAC (Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República), que preside Bornoroni, y ofreció una charla en la que defendió la gestión nacional, y aprovechó para destacar las condiciones del presidente del bloque oficialista en la Cámara Baja. “Hay que ver qué dice el Presidente, pero Gabriel sería un excelente candidato en Córdoba”, adelantó.

Hasta ahora, Bornoroni ha mostrado un crecimiento vertiginoso dentro del esquema libertario. Después de entrar segundo en la lista, el empresario fue avanzando posiciones en la consideración del presidente de la Cámara, Martín Menem, y de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, puso al frente de las delegaciones cordobesas de Pami y Anses a hombres de su estrecha confianza, desplazó a Oscar Zago de la Presidencia del bloque en Diputados y recibió el respaldo pleno de los hermanos Menem y Karina para liderar la consolidación de LLA como partido en Córdoba.

Pero ese crecimiento, al calor de las buenas relaciones con la mesa chica del presidente, necesita complementarse con proyección y reconocimiento en el distrito de origen. De lo contrario, cualquiera que  reúna ambas condiciones podría convertirse en una amenaza. Por ejemplo, Luis Juez.

La cercanía del presidente con el titular del bloque PRO en el Senado preocupa a los libertarios, que ven en Juez una “trampa” en la que Milei puede caer. Y por eso se preocupan en destacar, cada vez que pueden, que Juez no es un “puro”, y que La Libertad Avanza debe tener sus propios candidatos. Y para Bornoroni, ocupar la plaza de futurible hacia 2027 es clave, porque lo deja ya no sólo como el armador de LLA como partido en Córdoba, sino como el conductor del espacio a nivel provincial.

Si consigue consolidar un armado territorial fuerte, ser reconocido por los sectores libertarios como su principal referente y sumar apoyos en el establishment económico cordobés, puede evitar que Juez se fije en el imaginario liberal como el candidato natural a la Gobernación. De lo contrario, se correrán riesgos.

Ahora bien, Bornoroni no está sólo. Diana Mondino es otra cordobesa con una presencia importante en el Gobierno Nacional y con buen desempeño en los sondeos que constantemente consume Casa Rosada.

A cargo de Cancillería, Mondino ha atravesado una serie de conflictos difíciles de abordar, fundamentalmente, por el costado hiperactivo de Milei en el plano internacional. El presidente no es conocido por su temple al momento de declarar, y ha entrado en tensiones con China, Brasil y España por su encuadramiento ideológico. Además, Karina es quien administra la agenda del presidente durante sus giras internacionales, y esto representa un problema adicional para Mondino. La Cancillería puede convertirse en un lugar incómodo. Y una salida elegante sería ponerse al servicio de La Libertad Avanza para liderar la lista de diputados en 2025.

Mondino no sólo mide bien. Es, además, una hábil tuitera (este punto es llamativamente relevante para los libertarios), tiene un buen manejo ante la prensa y un amplio respaldo en el establishment empresarial cordobés. Preside el Banco Roela y es vicepresidenta segunda de la Bolsa de Comercio de Córdoba. Y si efectivamente liderara la boleta en 2025 consiguiendo un buen desempeño, quedaría muy bien posicionada para la campaña de 2027 en términos de conocimiento.

El tercer potencial candidato es Agustín Laje. Favorito de la militancia libertaria, y uno de los “generales” de la “Batalla Cultural”, que da nombre a su penúltimo libro. Laje tiene una relación cercana con Milei, que lo percibe como un intelectual libertario capaz de llenar de sentido el discurso que debe asumir la derecha en la actualidad. De hecho, el cordobés se reunió con Milei en la Casa Rosada en abril. Hablaron de política internacional y del escenario nacional. Y no sorprendería que el presidente, que en sus giras internacionales viene hablando de la necesidad de que los intelectuales del liberalismo dejen la “acción filosófica” para pasar a la “acción política”, lo tuviera en mente como un posible candidato. 

Llegado el caso, Laje tiene lustre académico y es un polemista eficaz. Además, logró amplios márgenes de conocimiento durante el primer debate sobre la legalización del aborto, tiene una enorme tracción en redes sociales y es quizá el crítico más ácido que Llaryora puede encontrar en las filas libertarias. La incógnita es si quiere entrar en la arena política y, llegado el caso, si quiere hacerlo en 2025 o en 2027.

CON  INFORMACION DE DIAIRO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE FELIPE OSMAN.