“Córdoba está acostumbrada a trabajar en soledad y ser discriminada por las autoridades nacionales”

Sorpresivamente, el presidente Javier Milei volvió a cargar contra los gobernadores Martín Llaryora y el santafesino Maximiliano Pullaro y acusó a quienes no votaron la ley ómnibus que él propuso “de haber vaciado el proyecto” y haberlo “llenado con excremento”. También defendió Milei su decisión de cortar de cuajo los subsidios al transporte en el interior del país.

Desde el entorno íntimo de Llaryora, indicaron que esta embestida del jefe de Estado “no es contra Llaryora ni contra los gobernadores, es contra la gente”. De hecho, en la tarde de ayer, a través de la red social X, el mandatario posteó que “no es tiempo de responder agravios e insultos” y dio a conocer las medidas que implementará luego de que el Presidente eliminara “los subsidios al transporte solamente al interior del país” (ver página 3).

Los informantes del oficialismo provincial recordaron que “Córdoba ya está acostumbrada a trabajar en soledad y a ser discriminada por las autoridades nacionales”, y en ese sentido recordaron los continuos enfrentamientos entre los exgobernadores José Manuel de la Sota y Juan Schhiaretti con los expresidentes Cristina Fernández y Alberto Fernández. “Sabemos muy bien qué es vivir con lo nuestro, aunque estábamos ilusionados con trabajar de común acuerdo con la administración del presidente Milei”, señalan las voces que recorren el Centro Cívico.

Recordaron que el gobernador siempre trabajó para el fortalecimiento de la gestión de Milei, pero “eso no implica decirle a todo que sí. La prioridad de Llaryora es defender fundamentalmente a los cordobeses y a todos los que viven en esta provincia”.

Al entorno del jefe del Ejecutivo provincial y algunos legisladores nacionales de Córdoba les cayó bastante mal el término “traidores” que usó el Presidente para rechazar sus puntos de vista y su oposición a algunas de las propuestas de La Libertad Avanza. En un primer momento, los duros cuestionamientos presidenciales dejaban a salvo a Pullaro, quien venía manteniendo un perfil más moderado, pero de pronto el gobernador de Santa Fe se subió a las argumentaciones de Llaryora y del mandatario salteño, Gustavo Sáenz.

De buenas a primeras, Pullaro se convirtió en un duro crítico de la administración de La Libertad Avanza por una razón básica: se dispuso el retiro de gendarmes de la ciudad de Rosario, quienes fueron enviados a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) para custodiar las calles en medio de las manifestaciones de protesta por el debate en el Congreso Nacional del proyecto de ley ómnibus, que finalmente naufragó y Milei finalmente ordenó retirar la polémica iniciativa.

En línea con los voceros de Llaryora se manifestó el jefe de bloque de legisladores de Hacemos por Córdoba, Miguel Siciliano, quien manifestó que “no le pidan a Llaryora que trabaje en contra de los cordobeses”. En declaraciones a Cadena 3, Siciliano precisó que “no se puede tener sólo un plan de ajuste fiscal porque sin producción eso fracasa”,  y en ese sentido recordó que Llaryora se puso a disposición del Presidente para ayudarlo a elaborar un plan productivo.

En ese sentido, el legislador deploró “los ataques y las descalificaciones porque eso reaviva la grieta en lugar de priorizar el respeto. Hay que sentarse a discutir en la misma mesa, sumar y presentar propuestas”.

La quita de subsidios al transporte implica un duro golpe para los inquilinos de El Panal, quienes aseguraron que ello provoca un fuerte impacto en el Tesoro. Actualmente, el boleto urbano de pasajeros cuesta 340 pesos y sin el subsidio el viaje podría costar “unos 1.100 pesos”, según la consideración del secretario de Movilidad Urbana del municipio capitalino, Gabriel Bermúdez.

Desde el Gobierno provincial, algunos informantes estimaron exagerada la cifra mencionada por el funcionario y calcularon que el costo del boleto sin subsidio se ubicaría en torno a los 700 pesos. De todas formas, las fuentes hablaron de subsidios provinciales “a demanda” y en ese sentido indicaron que los aportes estatales podrían beneficiar a “estudiantes, obreros, adultos mayores y empleadas de casas de familia”, entre otros.

Giordano pagó los platos rotos.
El primer cimbronazo provocado por Milei fue la cesantía del titular de Anses, Osvaldo Giordano, como represalia al voto contrario al proyecto de ley ómnibus emitido por los diputados nacionales del peronismo de Córdoba. En ese bloque se encuentra Alejandra Torres, pareja de Giordano.

En La Libertad Avanza reprocharon en duros términos el voto de Torres, quien consideró en redes sociales que no puede confundirse su posición en la Cámara con la relación con su pareja. Giordano también dijo que no compartía la decisión al despedirse por la red social X, pero deseaba lo mejor para esta gestión y le dedicó un párrafo al respaldo que tuvo de parte de la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello.

Precisamente Petovello viajó a Roma para sumarse a la delegación que encabeza Milei antes del encuentro con el Papa Francisco. Se dijo en la Casa Rosada que la funcionaria iba a pedirle al presidente que mantuviera en el cargo a Giordano, pero el jefe de Estado se anticipó y tomó la drástica medida.

En Córdoba esperaban que también fueran marginados de sus puestos nacionales otros exfuncionarios schiarettistas que ocupan cargos en el Ministerio de Infraestructura y que en su momento fueron convocados por Guillermo Ferraro, extitular del área. Entre ellos se mencionaba al secretario de Obras Públicas, Luis Giovine, expresidente de Epec durante la administración schiarettista.

Giovine estuvo reunido el jueves pasado con el ministro de Economía Luis Caputo y avanzaron sobre diferentes proyectos en su área. Sin embargo, tras la arremetida italiana de Milei, todo parece haber cambiado.

Hay que esperar. Mientras tanto, otro de los jugadores importantes en la provincia también se mantuvo en silencio. Se trata de Juan Schiaretti, quien en principio no tiene ningún plan en el corto plazo y en estos días se mantuvo en silencio. “No se preocupen, pronto volverá Juan, el país necesita su voz”, razonaron desde el peronismo provincial.

Por Eduardo Bocco para Perfil Córdoba