




La derrota de Patricia Bullrich -al quedarse afuera del balotaje con una cosecha electoral muy por debajo de las expectativas más modestas- coronó un annus horribilis para Juntos por el Cambio en la provincia de Córdoba, y abrió un tiempo de incertidumbre hasta el 19 de noviembre.
Los aliancistas cordobeses comenzaron el 2023 ilusionados con una triple corona: la de Luis Juez en la Gobernación, la de Rodrigo de Loredo en la Intendencia de Córdoba, y, finalmente, la de Patricia Bullrich u Horacio Rodríguez Larreta en la Casa Rosada. Pero lo concluyen sin nada de eso, y con un enorme signo de interrogación sobre el futuro del acuerdo partidario.
No sería la primera vez que Juntos por el Cambio atraviesa cuatro años en el llano, porque así han vivido desde 2019 y la alianza permaneció intacta, más allá de las luchas intestinas (y naturales) entre sus principales protagonistas. Pero para la cohesión fue importante conservar la Ciudad de Buenos Aires -algo que todavía debe ratificarse en noviembre, de acuerdo con el escrutinio al cierre de esta edición- porque la Jefatura de Gobierno de semejante distrito político ofrece expectativas a futuro. Ayudará a la supervivencia que haya un puñado de gobernadores de la alianza que puedan representar a la alianza en las elecciones por venir.
El trance más difícil es, sin embargo, mucho más próximo. El domingo 19 de noviembre Sergio Massa y Javier Milei protagonizarán el balotaje, y Juntos por el Cambio lo mirará desde afuera, pero los discursos del kirchnerista y del libertario avisaron cuánto impactará en la alianza opositora.
Massa dijo que convocará a los radicales que en todo el país puedan coincidir con él. Y para seducirlos, ignorando la historia reciente del kirchnerismo al que representa, habló de defensa del republicanismo.
Milei, por su parte, ya había advertido a los aliancistas que así como él necesita votos antikirchneristas para noviembre, Jorge Macri precisa lo mismo en la Ciudad de Buenos Aires. El libertario llamó a caminar “juntos” entre todos los argentinos que “votaron por un cambio”; son dos tercios, apuntó.
Tanto Massa como Milei, por supuesto, van a la caza de los votantes de Juntos por el Cambio. Pero estos no son homogéneos, y eso ya se notó.
Pasadas las diez de la noche, Bullrich subió al escenario del búnker para reconocer la derrota. Acompañado por el candidato a vice, el radical Luis Petri, por el jefe del espacio, Mauricio Macri, por la reaparecida Elisa Carrió, y por su vencido en las PASO, Horacio Rodríguez Larreta, entre otros dirigentes, aseguró que “no vamos a ser cómplices del populismo y de las mafias”. “No me voy a rendir nunca”, afirmó. “El populismo ha empobrecido al país y no soy yo quién lo va a ayudar”, remarcó.
El mensaje, leído hacia el balotaje, cierra las puertas a un apoyo a Massa, pero no hizo ninguna mención a Javier Milei. Resultó sugerente, así como la flaca representación de radicales en el escenario de la derrota, lo que quizás pueda ser otra señal. Acaso, esa puesta en escena y el discurso de Bullrich sea la primera indicación de que Juntos por el Cambio pondrá a prueba su futuro en las próximas semanas.
El juego de señales entre el PRO y Milei entró en colisión con los radicales, muchos de los cuales optaron por el silencio y otros comenzaron a anticipar que no votarán al libertario. El legislador Dante Rossi, en la red X fue el primero de los cordobeses, pero seguramente con el correr de las horas lo dirán otros. De hecho, De Loredo y Negri han sido muy críticos de Milei en la última campaña, y la amnistía mutua que propuso el libertario difícilmente les agrade.
Mientras los aliancistas miran ya con preocupación el futuro cercano, anoche les tocó analizar la pobre performance en la provincia de Córdoba.
Ya en las PASO, Bullrich había realizado una elección muy floja, a la mitad de anteriores registros de Juntos por el Cambio. Así, cambió la estrategia de esconder a los políticos conocidos. Para levantar la campaña, Bullrich pidió el auxilio de los principales referentes de Juntos por el Cambio en Córdoba: Luis Juez, el jefe del Frente Cívico, Mario Negri y Rodrigo de Loredo. El apoyo del terceto no terminó por afectar positivamente la suerte de la candidata presidencial.
Juntos por el Cambio renovaba en esta elección seis bancas, ganadas detrás de Mauricio Macri en 2019, pero deberá conformarse con dos, las que consiguieron el jesusmariense Luis Picat y la riocuartense Belén Avico. Una pérdida significativa para Juntos por el Cambio de Córdoba, que perderá la presidencia del bloque de la UCR, porque Mario Negri finaliza su mandato en diciembre, y también está en riesgo la de Rodrigo de Loredo en la bancada disidente Evolución.
Juntos por el Cambio, en todo el país y en Córdoba, enfrenta horas difíciles y, para colmo, con liderazgos puestos a examen.
Con informacion de Diario Alfil, sobre una nota de Moreno Alejandro.



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