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La vida al límite de Bebelo Reynoso

DEPORTES 02/06/2023 Ramón Gómez
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Ramón Gómez Por Ramón Gómez

Hay un punto de partida y es el barrio Ituzaingó,en las afueras de Córdoba Capital. Calles de barro, vivir en la calle jugando a la pelota y al poliladron. Desde ese terruño es que Emanuel Reynoso, Bebelo, comienza a vivir en los bordes, haciendo equilibrio. Su mamá está ocupada vendiendo panes a los vecinos y el papá es albañil, no hay tiempo para estarle encima a los siete hijos que tuvieron Doña Mari y Don José. De Bebelo ya sabemos que es futbolista, "lo salvó el fútbol", dirán por ahí. ¿Los hermanos? Irían cayendo a la cárcel por robos y drogas.

Y ahí estaba el fútbol, ¿para salvarlo? Bebelo empezó jugando en el club Cibi y la voz empezó a correrse rápido: "Hay un pibe del Ituzaingó que la rompe". Todos empezaron a hablar de "Rey", la nueva joya del fútbol cordobés, que no tardó en pasar a Talleres por treinta y cinco mil pesos, una galaxia de distancia con los cinco millones de dólares que unos años después le pagaría a Boca por él, Minnesota United FC de los Estados Unidos.

A pesar de su estelaridad, Bebelo nunca pudo alejarse de su costado marginal. Era 2014 y Rey se lucía en las inferiores de Talleres. Había llegado tres años antes, a los 15, y el pibe era el elegido para devolver a Talleres a Primera. Pero en marzo de 2014 algo iba a frenar su desembarco en la máxima categoría: Bebelo iba a buscar a un amigo en su moto y dos delincuentes intentaron robarle. El jugador se resistió y los ladrones le pegaron un tiro en la rodilla. 

Fue apenas una anécdota más en su vida. Bebelo siguió con sus sueños. Los del fútbol y otro mucho más terrenal: el de pasar la navidad con sus hermanos encerrados en la cárcel. El día que se le cumplió, su hermano liberado se escondió en el baño de la casa para sorprenderlo. Cuentan los que estuvieron que, cuando el jugador lo vio libre, la emoción fue total: "lo abrazó y lloraba como un chico", aunque eso no lo haría alejarse de los fierros.

Seis meses después del tiro, Emanuel Reynoso debutó en la Primera de Talleres de la mano de Frank Darío Kudelka. Fue en octubre de 2014. Y, dos años más tarde, Bebelo fue la bandera de un equipo tradicional que recuperar su lugar en Primera tras doce años de ausencia y pasarlas todas.

Podría sonar la canción de Enrique Campos, El Sueño del Pibe, pero muchas veces sólo con el fútbol no alcanza. Y Bebelo nunca pudo tener la cabeza solo en su profesión. Había algo que siempre volvía: las armas.

En mayo de 2017, poco antes de jugar el clásico con Belgrano de Córdoba, "el Bebelo" se encontró en el barrio con unos hinchas del Pirata y terminó a los tiros. Cuando llegó la policía encontró un mar de vainas servidas de una pistola calibre 9 milímetros.

Las voces que reconstruyeron el hecho dicen que cuando el jugador de Talleres llegó a la casa que que iba a visitar, ya había un auto estacionado con un hincha de Belgrano. El barra lo trató "de gallina" y esa habría sido la chispa que encendió los disparos que terminaron rozando la cabeza de uno de los vecinos. El juicio todavía sigue y Bebelo esta acusado de abuso de arma de fuego. Se espera que en marzo Reynoso sea citado a declarar. El arma desapareció y nunca la encontraron. El auto era prestado y no tenía los papeles en orden.

En las útimas horas, se sumó un nuevo escándalo a la vida de Reynoso. El deportista le habría pegado un culatazo en la cara a un joven de 17 años que participaba de una fiesta en una casa. 

"En el momento que entra lo hace con fuerza bruta, con ganas de rompernos la jeta. No sé por qué, nosotros estábamos re tranquilos y ellos nos empezaron a mirar mal, y nos decían que por qué nos hacíamos los malos si estábamos de visitante", contó Denis, el joven atacado, en el programa Nosotros a la mañana de Canal 13.

"Bebelo entró primero y los otros atrás. Un amigo mío lo confronta y Bebelo le pega un cachetazo. Y salta otro amigo y ahí es cuando Bebelo saca el arma del pantalón", añadió.

"Antes estuvo en barrio Maldonado haciendo quilombo, nos dijeron unos allegados. No tengo ni idea por qué estaba en Maldonado", siguió Denis, que no realizó la denuncia sino que publicó una foto en sus redes sociales que hicieron que la fiscal Milagros Gorgas actuara de oficio.

"Ahí tenes tu ídolo, mirá como te atacó y encima sus amigos te robaron cuando estabas en el suelo golpeado por sus amigos", le reprochó un amigo al chico después de que lo golpearan. Es que, según el relato de los menores, Reynoso  golpeó al joven y, no conformes con eso, sus acompañantes lo robaron.


Bebelo hoy juega en los Estados Unidos y, según el Sindicato de jugadores de la MLS (MLSPA), cobra un salario cercano al millón de dólares anuales (U$S 975.000 exactamente), unos 195 millones de pesos argentinos, traducidos al dólar blue de diciembre 2020.

El Minnesota United FC no tardó en sacar un comunicado donde asegura que está al tanto de la situación de su jugador y que se abrirá un proceso de investigación para conseguir más información. Además, en su cuenta oficial de Twitter el club advierte que no hablará más del tema por el momento.

La fiscal que ordenó la detención de Reynoso pidió antecedentes en migraciones y si el jugador ingresó al país con todos los papeles al día. En la justicia trascendió que Reynoso quedará preso por varios días y se espera que el jugador realice alguna declaración ante la fiscalía.

Los abogados del jugador, Jorge Sanchez del Bianco y Ricardo Moreno, pidieron la libertad de Reynoso. ¿El argumento" "No estuvo en el lugar", aseguran. 

" Me he criado viendo tiroteos con la policía, a pibes que entraban corriendo y la policía persiguiéndolos. Tengo amigos que roban, otros que están presos y me llaman desde la cárcel, y otros con problemas con las drogas. Sé que me perjudica, pero se me hace difícil no ir. Pasan dos días y extraño", contó alguna vez Bebelo, la joya cordobesa que se crió a los tiros.

 

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