Las perlas en su versión maximalista: la tendencia que encumbraron Carolina de Mónaco e Isabel Presyler vuelve en 2025

Las perlas pueden presumir de ser una de las joyas más atemporales que existen. En los años 50 y 60 fueron el complemento imprescindible entre las mujeres de la alta sociedad. Figuras como Jacquie Kennedy se encargaron de convertirlas en parte del uniforme de cierto estatus y Coco Chanel también las hizo suyas, elevando, en este caso, la bisutería con piezas XL. En la década de los 80 y los 90 se sumaron a la tendencia maximalista, arrebatando el protagonismo a cualquier otra joya. La princesa Diana de Gales, una vez más, se convirtió en la musa de las perlas. Las llevó casi a diario y de todas las formas posibles: en forma de choker, con perlas extragrandes y pendientes a juego o con collares de varias vueltas. También en esta década nos encontramos a Carolina de Mónaco como valiosa fuente de inspiración.

En España, la joyería Suárez puede presumir de una larga tradición artesana dedicada a esta pieza. Desde su fundación en 1943 la perla ha sido una de las protagonistas de sus diseños y en los 80 y los 90 vivió este auge de las perlas en su versión más barroca, creando piezas que cumplían con la demanda de entonces. Una demanda, la de piezas más atrevidas, con grandes volúmenes y combinación de aplicaciones, que ha vuelto en 2025. Muchos de estos diseños se pueden ver en la tienda de Suárez de la calle Serrano de Madrid recién inaugurada, donde han creado una sección especial dedicada a mostrar el proceso creativo de sus perlas.

Razones más que de sobra para repasar algunos de los collares y pendientes de perlas más memorables de aquellas décadas y la evolución que tuvieron durante los primeros años del 2000.

COLLAR Y PENDIENTES DE PERLAS GRUESAS
Si hay que buscar un referente en joyas de perlas, Diana de Gales es sin duda uno de los mejores. La princesa Diana hizo de las perlas, con permiso de Isabel II, su seña de identidad, transformándolas en la tendencia más copiada de finales de los 80 y los 90. En los años 90 Lady Di apostó por piezas de gran volumen que le ayudaban a reforzar una estética sofisticada como, en este caso, un collar de perlas gruesas con unos pendientes a juego, que remataban un traje de chaqueta y falda en color lavanda.

 
UN COLLAR DE VARIAS VUELTAS
Durante los años 80, las perlas también fueron las grandes protagonistas del joyero de Diana de Gales. En esta época era habitual verla con gargantillas, piezas tipo choker rematadas con broches de piedras preciosas o collares de varias vueltas y diferentes longitudes.

Fuente: VF