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La historia de Chucky y Chiqui: la increíble cábala que relaciona a Claudio Tapia con el muñeco maldito

DEPORTES 20/12/2022 Omar EDEN
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Los videos de los festejos de los jugadores de la Selección después de haber ganado la Copa del Mundo dejaron de ser virales para muchos: se convirtieron en adictivos. Entre tanto contenido de redes sociales que difundieron los propios futbolistas en la avasallante y ecléctica intimidad del vestuario del Estadio de Lusail, donde se dispararon tantas imágenes como protagonistas había allí dentro, la presencia de un muñeco sobre la mesa llamó la atención.

Ya que hubiera un muñeco era extraño. Y si se trata de Chucky, el personaje de la saga de terror, lo es más todavía. Pero hay aún algo superador: el muñeco es propiedad del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Chiqui Tapia, quien tiene una particular historia que lo relaciona con un juguete a la vista simpático, pero siniestro para quienes conocen y son fanáticos de sus películas.

Es ni más ni menos que parte de una cábala que tiene el máximo dirigente del fútbol argentino. Y Chiqui, que suele aferrarse a creencias religiosas -como buen sanjuanino, es devoto de la Difunta Correa, por ejemplo- y esotéricas, no sólo lleva el muñeco consigo como parte de un amuleto sino que el ritual se completó con la misma imagen que se tatuó en una pierna.

La historia de Chucky y Chiqui
Pocas veces se abre tanto la intimidad del vestuario de la Selección como sucedió durante el festejo en Qatar. Y además de ver al Kun Agüero fumando un habano o cómo bañaban a Lionel Scaloni con champagne, Chucky tuvo un lugar clave en medio de la euforia, al lado de los pack de cervezas que bebieron en el festejo.

 
Para los futbolistas no es un habitante nuevo Chucky. De hecho, ya estuvo en la Copa América de 2021, el torneo que abrió el período victorioso de la Selección que incluyó la Finalissima contra Italia de Wembley y la Copa del Mundo.

Lo contó el propio Chiqui Tapia en AFA Estudio, el programa que se transmite por el canal de Twitch de la entidad. Comenzó cuando la Selección se concentró en el predio de Ezeiza para la disputa de la Copa América: en ese entonces, como aún permanecían las restricciones por la pandemia de Covid-19, el plantel nacional y los dirigentes que siempre la acompañaban estaban en una burbuja sanitaria.

Fue allí donde Tapia se encontró con el muñeco de Chucky entre medio de las imágenes de la virgen y de los santos que acompañaban a la Selección. “Un día entré a la utilería, vi el muñequito de Chucky, le faltaba un brazo y una pierna”, contó Tapia, que a su vez preguntó quién lo había llevado. “Ese muñeco tiene mala suerte”, les reprochó Tapia a los que estaban en el lugar. Lo había llevado Juan Cruz Souto, uno de los utileros del plantel.

“Me dice Juan Cruz, el utilero: ‘Jefe, ese muñeco trae suerte, a mi hijo le dicen Chucky. Y como nosotros entramos a la burbuja, me lo dio para que me acuerde de él y lo lleve a todos lados’”, rememoró el directivo. Fue así que en ese momento, planteó: “Bueno, si es cierto que el muñeco trae suerte, si ganamos la Copa América, todos los que estamos acá nos vamos a hacer un tatuaje de Chucky”, desafió Tapia.

 
Y así sucedió. No dio detalles de quiénes eran los que estaban junto con ellos dos en ese momento, pero lo que sí afirma Chiqui es que todos se tatuaron al muñeco maldito después del triunfo de la Selección en la final contra Brasil jugada en el Estadio Maracaná. En su caso, lo tiene en la pierna izquierda.

 

 

Fuente: TN

   

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