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¿De qué hablaron Schiaretti y Manes en la nueva cumbre realizada en Buenos Aires?

POLÍTICA 17/12/2022 Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior
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No hubo foto, pero sí una larga charla entre Juan Schiaretti y el radical Facundo Manes. La hermética reunión seguramente marcará el rumbo de la estrategia electoral nacional de ambos dirigentes.

El encuentro se dio el jueves al mediodía en Capital Federal, en un lugar que ninguna de las partes precisó. Y sirvió para que cada uno planteara sus posturas sobre el nuevo escenario nacional que se abrió tras la autoexclusión electoral de Cristina Fernández para el año que viene.

 
La reunión se gestó entre muy pocas personas. De allí la molestia de Schiaretti cuando leyó el anticipo de La Voz sobre la realización del cónclave.

En el entorno de Manes también hubo inquietud por la filtración. El dirigente radical sabe el revuelo que cualquier acercamiento con el mandatario cordobés genera en el radicalismo cordobés, y sobre todo en Juntos por el Cambio.

Esta no fue la excepción. El propio Manes y sus principales colaboradores recibieron varios llamados de radicales cordobeses luego de la información que publicó este medio.

El diputado fue ambiguo en sus respuestas, señal de que “algo había”, admitió un radical local.

Desde los entornos de ambos dirigentes trataron de bajarle los decibeles al encuentro, al que consideraron que se desarrolló en “muy buenos términos”.

No parecen lecturas realistas. Quien conoce a Schiaretti sabe que no se toma un avión para viajar a Buenos Aires para una reunión intrascendente.

Manes reiteró su idea de que el camino más corto para superar la grieta –que él identifica entre el kirchnerismo y el macrismo duro– es un “gran acuerdo” entre el radicalismo y el peronismo “republicano”.

No obstante, el diputado dio indicios de que no piensa irse del radicalismo, una de las columnas de Juntos por el Cambio.

Manes abona la idea de una pulseada entre una UCR unida contra el PRO por la candidatura presidencial opositora.

El dirigente radical insistió con su teoría de que quiere “ampliar” la coalición sumando a peronistas que no se sienten representados por el kirchnerismo.

Schiaretti coincide con esas ideas. Pero ya lo dijo de manera pública: no está dispuesto a participar de la interna de Juntos por el Cambio.

Tampoco a abandonar 55 años de militancia en el PJ para sumarse a una interna radical, que aún está lejos de definirse. Es lo que le habría dicho a Manes.

El gobernador suele alardear de algunas de sus características como dirigente político: ser coherente y repetir en privado lo que dice en público.

En la cumbre porteña no hubo definiciones tajantes. Mantuvieron sus coincidencias conceptuales sobre la salida para el país, pero también sus diferencias en cuanto a la estrategia electoral.

Manes seguirá esperando que Schiaretti se sume a su espacio dentro de Juntos por el Cambio. El gobernador aguardará que en algún momento el neurólogo se canse de los tironeos internos en la alianza opositora y de los destratos del macrismo y decida irse para conformar un nuevo espacio nacional.

Esas circunstancias hoy no parecen viables, pero nada se puede dar por definitivo en el cambiante escenario político nacional.

Este fue el convencimiento que sobrevoló a ambos dirigentes, en el momento del apretón de manos del final del encuentro, que debió ser reservado pero que trascendió.

DEFINICIONES
El problema es que no sobra el tiempo. Para Schiaretti, se vienen semanas de definiciones. Su pregonada proyección nacional está atada a la pulseada por el poder en Córdoba.

Para el gobernador, su prioridad es que el PJ retenga el gobierno en Córdoba. Y trabaja para eso, en la gestión y en su plan político para tratar de hacer pie en el hasta ahora esquivo escenario nacional.

Algunos de los dirigentes nacionales que consideran que el mandatario cordobés es un “cuadro valioso” y con experiencia de gestión para encarar una candidatura presidencial para desafiar al cristinismo están perdiendo la paciencia.

Creen que Schiaretti ya debería estar “caminando” el país para “exportar” el modelo cordobés de administración del Estado.

El gobernador sabe que debe dar alguna señal en ese sentido en las próximas semanas. Caso contrario, los peronistas y radicales con los cuales habla seguido se convencerán de algo que Luis Juez viene sosteniendo sin medias tintas: la proclamada proyección y el coqueteo de Schiaretti con dirigentes aliancistas nacionales es sólo una excusa para generar ruido en la oposición cordobesa.

Los schiarettistas tienen otra versión. Aseguran que lo del gobernador va en serio y que la política va camino a un gran acuerdo que tendrá a Schiaretti como protagonista.

Según esta visión, ese eventual acuerdo nacional tendrá impacto en el escenario cordobés. Varios esperan con expectativa el regreso de Mauricio Macri de Qatar. Algunos, como Juez, para pedirle explicaciones por su charla con Martín Llaryora; los peronistas, para dialogar.

Aún falta para las definiciones, en un escenario adverso para los ansiosos.

Fuente: La Voz del Interior

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