Cientos de iraníes desafían la represión al homenajear a la joven Mahsa Amini ante su tumba

En Irán, el período de duelo tras la muerte de un ser querido dura 40 días, una fecha destacada en la que la familia debe visitar la tumba para recordar al fallecido. Este miércoles se cumple esa efeméride del deceso de la joven de 22 años Mahsa Amini, que ha desatado las mayores protestas en el país desde 2019, y cientos de personas se están congregando desde primera hora de la mañana en el cementerio de Aichi, donde está enterrada, a pesar del amplio despliegue policial para impedirlo. Testigos citados por Reuters describieron una importante presencia de fuerzas de seguridad no solo en el camposanto y en la ciudad natal de la mujer, Saqqez, en el Kurdistán iraní, a unos 570 kilómetros al oeste de Teherán, sino en ciudades del norte del país como Tabriz y Rasht e incluso en la capital del país.

Desde primera hora de esta jornada, diversos vídeos de activistas y ciudadanos en redes sociales mostraban largas filas de cientos de personas caminando por carreteras o incluso vadeando un arroyo, supuestamente cercano al cementerio, mientras coreaban el lema “Mujer, vida y libertad”, para evitar los controles de diferentes cuerpos de seguridad y paramilitares cerca del lugar donde está enterrada Amini. La joven falleció el 16 de septiembre en el hospital Kasra de Teherán, tres días después de ser detenida por la policía de la moral, que la acusó de llevar mal colocado el velo, obligatorio para todas las iraníes.

La oficina del gobernador provincial había anunciado antes que la familia no celebraría el rito fúnebre por el final del duelo. De acuerdo con organizaciones de derechos humanos y medios iraníes en el exilio, en realidad, las autoridades habían prohibido a los allegados de Amini que rememoraran a la joven kurda ante su sepultura por temor a que la conmemoración atizara unas protestas en las que ya han muerto al menos 215 personas, entre ellas 27 niños, a causa de la represión, de acuerdo con la ONG en el exilio Iran Human Rights.

Un testigo de Saqqez dijo a Reuters que el camposanto estaba lleno de milicianos Basij y de policías. “Intentaron impedirnos acceder al cementerio, pero conseguí entrar. Todavía no he visto a los padres de Mahsa [Amini]”, explicó el hombre. Otro testigo aseguró que numerosos residentes se dirigían hacia allí: “La gente ha desafiado las advertencias de las fuerzas de seguridad y está yendo al cementerio, pero hay decenas y decenas de policías antidisturbios y miembros de la milicia Basij”.

La agencia ISNA ha reconocido que la ceremonia está teniendo lugar. Según este medio oficial, que negó que las fuerzas de seguridad hayan bloqueado el paso en las carreteras que llevan al cementerio, la celebración está transcurriendo de “forma pacífica” y “sin ningún tipo de conflicto o tensión con las fuerzas policiales presentes en las calles de la ciudad”. En los vídeos difundidos en redes sociales, se oye a docenas de personas corear los dos lemas más repetidos de las protestas: “Mujer, vida y libertad” y “Muerte al dictador”, en alusión al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei. Las imágenes muestran a mujeres sin velo o que se han despojado de él y que agitan la prenda en el aire.

El martes, diversos colectivos de artistas llamaron a protestar para conmemorar la muerte de la joven kurda, especialmente “en los barrios de las universidades y los bazares”, precisa un comunicado del colectivo de Jóvenes de los barrios de Teherán. Estudiantes de varias universidades respondieron a este llamamiento y protagonizaron nuevas protestas y actos como la sentada de decenas de universitarios celebrada en el vestíbulo de la universidad tecnológica Khajeh Nasir Toosi de Teherán en recuerdo de Amini.

Las universidades y, en menor medida, los institutos de secundaria se han convertido en los principales focos de unas protestas, especialmente intensas en las regiones de Irán donde viven minorías étnicas como la kurda, a la que pertenecía Amini, en el noroeste del país, y los baluchis en el sureste. El lunes, la justicia iraní confirmó que ya ha procesado a 516 personas, de las que cuatro afrontan en el peor de los casos la pena de muerte o de amputación de un miembro, por participar en las protestas contra el régimen. Los detenidos por esa causa son hasta ahora al menos 12.500, según el cálculo de Iran Human Rights. Hasta el momento, las autoridades no han informado de cuántos manifestantes han sido arrestados.

Sanciones a europeos

Teherán anunció también este miércoles sanciones contra 12 personas y ocho entidades europeas, entre ellos las ediciones en persa de dos medios de comunicación —la francesa Radio France Internationale y la alemana Deutsche Welle— por lo que el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, citado por la agencia oficial IRNA, definió como “acciones deliberadas en apoyo del terrorismo y de grupos terroristas”. Entre los sancionados a título personal se encuentran dos eurodiputados españoles: Javier Zarzalejos y Hermann Tertsch, así como el exvicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal-Quadras.

La diplomacia iraní confirmó en su comunicado que esta medida es “una respuesta recíproca” a las sanciones adoptadas por la Unión Europea el 17 de octubre contra varios individuos y organismos iraníes “por su papel en la muerte de Mahsa Amini y en la violenta respuesta a las recientes manifestaciones en Irán”, según el comunicado del Consejo de la Unión.

Fuente: El País