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En tierras de Llaryora, comenzó a rodar el sueño de Schiaretti 2023

POLÍTICA 25/10/2022 Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior
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Luego de que el gobernador Juan Schiaretti oficializó en la interna del peronismo cordobés la candidatura de Martín Llaryora para pelear por su sucesión en las elecciones de 2023, la tropa cordobesista salió a activar el operativo clamor a lo largo de toda la provincia, que tendrá un broche de oro en un gran acto previsto para el primer fin de semana de noviembre.

Como en algún momento sucedió con las cuestionadas juntas promotoras, desactivadas en medio de una batalla interna por el propio mandatario, intendentes y referentes territoriales comenzaron a mover a la militancia en las últimas horas generando una seguidilla de actos que instalaron definitivamente la campaña en Córdoba.

El movimiento interno se da en paralelo a la instalación nacional de Schiaretti, que también tomó volumen público y político el pasado fin de semana. Entre la dirigencia de más peso, el diputado Ignacio García Aresca, intendente en uso de licencia de San Francisco y alfil llaryorista, pidió salir a trabajar en las dos direcciones en un acto realizado en el Club Alumni de esa ciudad ubicada al sur de la provincia, uno de los enclaves productivos que limita con Santa Fe.

El acto, convocado para rememorar un nuevo aniversario del Día de la Lealtad, también sirvió para el lanzamiento de Damián Bernarte como candidato a intendente de esa localidad, que ya tiene figuras opositoras lanzadas y algún que otro dilema que resolver para lograr la unidad del panperonismo.

Desde que García Aresca asumió su banca en la Cámara de Diputados en diciembre de 2021, Bernarte se hizo cargo de la intendencia. Había sido electo como concejal en 2019, pero rápidamente fue elegido por el entonces intendente para hacerse cargo de la Secretaria de Gobierno municipal. La Carta Orgánica estipula que ante la ausencia temporaria del intendente, su lugar debe ser ocupado por el presidente o vice del Concejo Deliberante. Lo cierto es que por medio de una decisión política acatada por el oficialismo sanfracisqueño, quienes debían ocupar la cabeza del Ejecutivo se excusaron y Bernarte volvió al Concejo para ser elegido por sus pares como el reemplazante de García Aresca.

 

El ahora intendente interino que busca revalidar su lugar el año próximo tiene una larga trayectoria en la política y el peronismo sanfrasciqueño. De hecho, había sido el candidato de José Manuel De la Sota en la interna del PJ que terminó ganando Llaryora en 2007, cuando el hoy candidato a gobernador alcanzó el pasaporte para su primera gestión ejecutiva. En el sur provincial recuerdan una elección muy ajustada que le permitió a Llaryora ser el candidato que enfrentó al radical Hugo Madonna y dejó al partido centenario sin uno de sus últimos grandes bastiones del interior cordobés.  

 

A partir de allí, Bernarte ocupó su lugar en el Concejo Deliberante posicionándose en el bando opositor identificado con el peronismo, lideró su propio espacio y volvió a la estructura oficial de Hacemos por Córdoba en 2019, cuando decidió acompañar la candidatura de García Aresca. Esa vuelta le permitió alcanzar la intendencia que intentará revalidar en 2023 con el sello del oficialismo, no sin antes resolver algunas cuestiones internas. Su antecesor en la Secretaría de Gobierno y actual presidente del Tribunal de Cuentas, Gustavo Piscitello, ya manifestó sus deseos de convertirse en el candidato del peronismo local. Si como hasta ahora, el entuerto no se resuelve, Bernarte deberá enfrentar una nueva interna.

 

En su rol de intendente, Bernarte fue uno de los que estuvo presente en la reunión en la que Schiaretti bajó la orden de empezar a trabajar por la candidatura de Llaryora. “Les pido que lo acompañen como me acompañaron a mí y a José Manuel De la Sota”, habrían sido las palabras del gobernador, que activó un modo campaña a la que también sumó la suya.

 

En una entrevista publicada horas después del acto, el propio Bernarte confirmó que el propio Schiaretti había expresado la dirección de la doble campaña al momento de confirmar la candidatura de Llaryora. “En esa reunión que tuvimos junto a 32 intendentes de Hacemos por Córdoba el gobernador manifestó claramente su vocación de ser candidato a presidente. Él plantea llevar este modelo de gestión en Córdoba al país como una alternativa diferente a las dos posturas antagónicas que podemos ver en la Argentina”, dijo ante la consulta surgida por la arenga que García Aresca había lanzado en medio del acto del fin de semana.

 

"Hacemos por Córdoba está cerca de la gente, sabe escuchar y dentro de este espacio político, nuestro gobernador le fue a decir al país que va a ser el próximo presidente de todos los argentinos", dijo el diputado, eufórico ante la militancia sanfrasciqueña. Casi en paralelo, un plenario de la JP de la Ciudad de Córdoba pedía por la misma proclamación en una reunión que tuvo lugar en la sede local de Smata. Una semana antes, el legislador provincial Juan José Blangino había tenido el mismo movimiento en un acto en la localidad Monte Cristo. En un repaso rápido por entrevistas y declaraciones públicas, ya no hay nadie en el peronismo cordobés que le corra el cuerpo a la consulta por el futuro del mandatario provincial. 

 

El lema “Llaryora gobernador – Schiaretti presidente” empieza a caminar por Córdoba y se prepara para ser el caballito de batalla central de la campaña del cordobesismo de cara a 2023.

 Fuente: Letra P, sobre una nota de Facundo BORREGO

 

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