¿Huyen a Venezuela los rusos que escapan de la guerra de Putin en Ucrania?

Un vuelo chárter con 400 pasajeros rusos aterrizó el fin de semana en la isla de Margarita procedente de Moscú. El embajador del Kremlin en Caracas, Sergei Mélik-Bagdasárov, los declaró como «operadores turísticos» con intenciones de pactar negocios en Venezuela, pero el arribo genera sospechas al coincidir con la orden de reclutar a reservistas rusos para enviarlos a la guerra en Ucrania.

Sin embargo, no es una novedad. Justo hace un año aterrizó en Margarita un vuelo con 430 turistas rusos. Para ese momento era el cuarto vuelo que llegaba de Rusia como parte de la «alianza turística» pactada entre Vladímir Putin y Nicolás Maduro.

¿Son potenciales migrantes? No puede descartarse cuando –por ejemplo– muchos cubanos han desertado de las misiones médicas enviadas por el régimen a otros países, incluyendo Venezuela, y cuando la revista Forbes revela que a dos semanas del anuncio de movilización parcial decretado por Putin, unos 700.000 rusos han salido del país y 200.000 lo hicieron a Kazajistán. Esta última cifra la confirmó el ministro del Interior de Kazajistán, Marat Akhmetzhanov .

Finlandia ya no es una opción
Otros han optado por Georgia y Finlandia. En el caso de Georgia, el reporte de ingresos de rusos en una semana alcanza los 53.000. En promedio unos 10.000 cruzan la frontera todos los días, representando entre  40 % y 45 % más en comparación con los días previos al 21 de septiembre, cuando entró en vigencia la medida de reclutamiento.

El ingreso de rusos a la vecina Finlandia por carretera aumentó 57 % el día en el que el Putin anunció la movilización de reservistas para luchar en la guerra en Ucrania, según informó la Guardia de Fronteras finlandesa. La cifra en solo 24 horas fue de 4.407. Pero esta dejó de ser una opción desde el pasado viernes, cuando el gobierno del país nórdico cerró las fronteras al turismo ruso. Este lunes apenas lograron cruzar 884 rusos, lo que constituye una caída de 88,5 % en relación con los 7.747 que habían cruzado el lunes de la semana pasada.

En la semana posterior al anuncio, 66.000 rusos ingresaron a la Unión Europea, aumentando 30 % los pasos por los países miembros de la comunidad, según la agencia fronteriza Frontex. Nadie sabe si las salidas son temporales o permanentes. De hecho, el Servicio de Estadísticas de Rusia (Rosstat) admite que 419.000 rusos abandonaron el país desde principios de año, el doble en comparación con 2021.

Una opción sin estrategia
La posible maniobra de los rusos huir a Venezuela sería poca estratégica. Por un lado, el país en manos de Nicolás Maduro enfrenta una crisis económica y política sin precedentes. Por otro, los costos y salidas desde Venezuela hacia otros destinos son altos y se limitan, en su mayoría, a un puñado de naciones aliadas del chavismo. Entre los principales destinos destacan Viru Viru (Santa Cruz, Bolivia), Toluca (México), Teherán (Irán), La Habana (Cuba), Managua (Nicaragua), Madrid (España), Cancún (México), Ciudad de Panamá (Panamá) y las islas de Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas.

Para los rusos que huyen de la guerra cualquier suelo es más seguro en este momento. Incluso Mongolia –que comparte una frontera de 3.500 kilómetros con Rusia– es otro destino que comienza a destacar en el éxodo de hombres con edad para combatir.

Mongolia es un antiguo país satélite de la Unión Soviética, aliado de Rusia, que permanece neutral tras los ataques a Ucrania. Hasta ahora, el expresidente Tsakhia Elbegdorj se cuenta entre los que instan a Putin a terminar la guerra, alegando que rusos de etnia mongol murieron al ser usados como “carne de cañón”.

Con tiempo para huir
Ahora bien, los rusos que tienen entre sus planes migrar para esquivar el llamado de movilización parcial a Ucrania hecho por Putin tienen tiempo para huir. El mandatario aplazó el reclutamiento de 120.000 hombres entre 18 y 27 años hasta el próximo 1 de noviembre, ante la saturación de los centros de entrenamiento.

“Para no agravar aún más esa congestión, se tomó esa decisión», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, a la agencia RIA Nóvosti. La intención del Kremlin es conjugar el flujo de hombres movilizados como el de reclutas que deben cumplir el servicio militar hacia Kiev, pero según la ley, los reclutas no pueden ser desplegados en un país extranjero, sólo si Putin declara la ley marcial se haría el traslado.

La falta de cálculo para la convocatoria obligó a postergar la medida a Putin, quien pidió a los reclutados regresar a sus casas inmediatamente mientras solventan las crisis de los centros de reclutamiento, que además han sido atacados en protesta por el llamado.

La amenaza de Putin es condenar a 15 años de cárcel a aquellos que persistan en las manifestaciones contra oficinas militares y otros puntos en Uriúpinsk, cerca de la frontera ucraniana, o en la república de Daguestán, al suroeste y cerca de la frontera con Azerbaiyán.

Fuente: PanamPost