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Talleres ya está en cuartos de Copa Argentina

DEPORTES 08/09/2022 Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior
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Con todo en contra. Como le gusta a Talleres. Como indica su historia, de pelear contra viento y marea. El Matador siempre renace y logra salir adelante de los peores escenarios. Siendo la mismísima Ave Fénix.

Ese Talleres que estaba golpeado, que estaba en el piso. Ese equipo al que cualquier piña lo dejaba nocaut, se puso de pie.

 
Fue anoche, en La Punta, San Luis, ante un clima más que adverso. Con un viento que quería obligarlo a bajar los brazos, a seguirse hundiendo.

Pero no, con el amor propio de los jugadores y el empuje que llegó desde la tribuna, con esos 7.500 matadores que dijeron presentes a pesar de que el momento no era el ideal, la “T” reaccionó.

Fue en el partido de octavos de final de Copa Argentina 2022 ante Newell’s, que se disputó en el estadio Juan Gilberto Funes.

Cuando todo parecía complicarse aún más para el Albiazul, despertó. Emparejó un cotejo en el que todo salía mal y logró sacarlo adelante en una noche brava, para seguir con vida en la competencia.

 
Lo ganó 2 a 1 sobre el final, dándolo vuelta con mucho corazón. Con un gol del pibe Juan Cruz Giacone, quien dio todo un mensaje de sangre nueva, de renacimiento.

Antes, Juan Manuel García había puesto en ventaja a los rosarinos de penal en el primer tiempo, y Matías Godoy logró el necesario empate.

Ahora, esperará por Independiente o Vélez, que dirimirán para saber quién lo enfrentará en la próxima instancia.

 
Cuando más lo necesitaba, Talleres volvió en sí.

FUE LOCAL EN LA PUNTA
En ese contexto donde todo parece viento en contra, lo que sucedió en La Punta, San Luis, por los octavos de final de la Copa Argentina, tuvo mucho de eso.

Un clima con un ventarrón arremolinado fue también otro enemigo para un presente complejo del Matador.

Tras la salida del entrenador portugués Pedro Caixinha, luego de la caída por 1-0 en Rosario ante Central, la directiva buscó un cambio de aire. Una renovación del vestuario. Empezar de nuevo, para una etapa distinta.

Hubo mucha charla, mucho diálogo interno en el vestuario para intentar dar vuelta la situación.

El primer cambio que metió el presidente Andrés Fassi (presente anoche junto al equipo) para cambiarle el “chip” al vestuario fue nombrar a Javier Gandolfi como técnico interino. “Cobija” tiene mucha llegada con los referentes, de quien fue compañero no hace mucho tiempo.

El DT apenas tocó algunas piezas en la formación, intentando colocar a los futbolistas de experiencia en sus puestos originales, como Julio Buffarini, Rafael Pérez, Enzo Díaz o Diego Valoyes, por mencionar a algunos.

La eliminación de la Copa Libertadores todavía fresca y el pobrísimo andar en la Liga Profesional hicieron mella en el estado de ánimo de un equipo bajoneado, lejos de su nivel.

El hincha dio una tremenda muestra de apoyo, agotando las 7.500 localidades que les entregaron en el estadio Juan Gilberto Funes, que tiene capacidad para 15 mil.

El gol sobre el cierre del primer tiempo de Newell’s lo obligó a cambiar la imagen para el complemento.

“Ponga huevo, Talleres, ponga huevo”, pidieron sus hinchas, que se hicieron escuchar. También el clásico “Movete, Talleres, movete”.

Y Talleres puso huevo. Y Talleres se movió. A pesar de sus limitaciones, a pesar de las ausencias por lesión y los pibes como Gonzalo Alves o Juan Cruz Giacone, que tuvieron que saltar a la cancha.

Casi de casualidad, Godoy llegó al empate cuando el reloj empezaba a jugar en contra. Y ahí Talleres recuperó el alma.

Lo fue a buscar, sin fútbol, pero con el corazón, y el premio fue para el pibe Giacone, quien definió como “9″ para un 2 a 1 gritadísimo, con bronca y rabia.

Con todo en contra. Como le gusta a Talleres. Como indica su historia, de pelear contra viento y marea. El Matador siempre renace y logra salir adelante de los peores escenarios. Siendo la mismísima Ave Fénix.

Ese Talleres que estaba golpeado, que estaba en el piso. Ese equipo al que cualquier piña lo dejaba nocaut, se puso de pie.

 
Fue anoche, en La Punta, San Luis, ante un clima más que adverso. Con un viento que quería obligarlo a bajar los brazos, a seguirse hundiendo.

Pero no, con el amor propio de los jugadores y el empuje que llegó desde la tribuna, con esos 7.500 matadores que dijeron presentes a pesar de que el momento no era el ideal, la “T” reaccionó.

Fue en el partido de octavos de final de Copa Argentina 2022 ante Newell’s, que se disputó en el estadio Juan Gilberto Funes.

Cuando todo parecía complicarse aún más para el Albiazul, despertó. Emparejó un cotejo en el que todo salía mal y logró sacarlo adelante en una noche brava, para seguir con vida en la competencia.

 
Lo ganó 2 a 1 sobre el final, dándolo vuelta con mucho corazón. Con un gol del pibe Juan Cruz Giacone, quien dio todo un mensaje de sangre nueva, de renacimiento.

Antes, Juan Manuel García había puesto en ventaja a los rosarinos de penal en el primer tiempo, y Matías Godoy logró el necesario empate.

Ahora, esperará por Independiente o Vélez, que dirimirán para saber quién lo enfrentará en la próxima instancia.

 
Cuando más lo necesitaba, Talleres volvió en sí.

 
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FUE LOCAL EN LA PUNTA
En ese contexto donde todo parece viento en contra, lo que sucedió en La Punta, San Luis, por los octavos de final de la Copa Argentina, tuvo mucho de eso.

Un clima con un ventarrón arremolinado fue también otro enemigo para un presente complejo del Matador.

Tras la salida del entrenador portugués Pedro Caixinha, luego de la caída por 1-0 en Rosario ante Central, la directiva buscó un cambio de aire. Una renovación del vestuario. Empezar de nuevo, para una etapa distinta.

Hubo mucha charla, mucho diálogo interno en el vestuario para intentar dar vuelta la situación.

El primer cambio que metió el presidente Andrés Fassi (presente anoche junto al equipo) para cambiarle el “chip” al vestuario fue nombrar a Javier Gandolfi como técnico interino. “Cobija” tiene mucha llegada con los referentes, de quien fue compañero no hace mucho tiempo.

El DT apenas tocó algunas piezas en la formación, intentando colocar a los futbolistas de experiencia en sus puestos originales, como Julio Buffarini, Rafael Pérez, Enzo Díaz o Diego Valoyes, por mencionar a algunos.

La eliminación de la Copa Libertadores todavía fresca y el pobrísimo andar en la Liga Profesional hicieron mella en el estado de ánimo de un equipo bajoneado, lejos de su nivel.

El hincha dio una tremenda muestra de apoyo, agotando las 7.500 localidades que les entregaron en el estadio Juan Gilberto Funes, que tiene capacidad para 15 mil.

El gol sobre el cierre del primer tiempo de Newell’s lo obligó a cambiar la imagen para el complemento.

“Ponga huevo, Talleres, ponga huevo”, pidieron sus hinchas, que se hicieron escuchar. También el clásico “Movete, Talleres, movete”.

Y Talleres puso huevo. Y Talleres se movió. A pesar de sus limitaciones, a pesar de las ausencias por lesión y los pibes como Gonzalo Alves o Juan Cruz Giacone, que tuvieron que saltar a la cancha.

Casi de casualidad, Godoy llegó al empate cuando el reloj empezaba a jugar en contra. Y ahí Talleres recuperó el alma.

Lo fue a buscar, sin fútbol, pero con el corazón, y el premio fue para el pibe Giacone, quien definió como “9″ para un 2 a 1 gritadísimo, con bronca y rabia.

 

 
 
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“Charlé con los jugadores y los vi revelados con ellos mismos. Talleres va a salir. Apoyamos a Gandolfi y al cuerpo técnico. Veremos cómo se dan las cosas. Soy optimista para lo que viene”, dijo Fassi en San Luis.

El abrazo de todos los futbolistas fue un grito de guerra una vez que el juez Penel marcó el final.

Nunca den por muerto a Talleres. Jamás. Porque el Matador siempre se va a levantar.

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