Atentado en Jerusalén: ¿Vamos hacia otra ola de terrorismo en la capital?

El ataque a tiros en la noche del 13 al 14 de agosto en Jerusalén perpetrado por un residente palestino de Jerusalén oriental con documento de identidad israelí puede vincularse al deterioro de la seguridad en Cisjordania, pero también verse como el presagio de una ola de terrorismo en la ciudad santa, tal como ocurrió entre 2015 y 2016.

Sin embargo, llegados a este punto sería oportuno matizar esta conexión.

Junto a la frustración y la motivación nacionalista entre la generación más joven de palestinos de Jerusalén oriental, existe una tendencia notable que muestra su integración en la economía de la ciudad, con énfasis en el oeste de la capital.

Aún más prominente es la tendencia a la desilusión con respecto a un cambio positivo o buenas noticias en la Autoridad Palestina y la dirigencia nacional palestina en Ramallah.

En junio de 2022, David Pollock del Washington Institute publicó una amplia encuesta que encontró que el 48 por ciento de los palestinos que viven en Jerusalén oriental prefieren la ciudadanía israelí a la palestina.

En los últimos años, también ha habido un aumento del número de estudiantes secundarios palestinos que toman los exámenes israelíes de matriculación, así como un aumento del número de estudiantes palestinos de Jerusalén oriental en universidades israelíes.

El ataque del sábado por la noche es grave y peligroso y no hay duda de que entre la población palestina de Jerusalén oriental hay otros jóvenes, quizás muchos, que simpatizan con el hecho y están dispuestos a imitarlo y perpetrar más ataques.

La incitación religiosa y el esfuerzo que Hamás invierte para construir una infraestructura en Jerusalén oriental y crear posibilidades de escalada y desestabilización continúan sin cesar bajo el liderazgo de Saleh al-Arouri desde su residencia en el Líbano y Turquía.

Una respuesta israelí decidida hacia el desmantelamiento de la infraestructura de Hamas en Jerusalén oriental y en respuesta al ataque mismo es una condición necesaria para prevenir la creación de una ola terrorista o su propagación en Jerusalén; lo mismo ocurre con la infraestructura terrorista en toda Cisjordania.

Por otro lado, cuando se corta madera, también vuelan astillas, y dados los lazos entre los palestinos de Jerusalén oriental y de Cisjordania, se debe suponer que parte de la población de Jerusalén oriental se verá impulsada a vengar el desbaratamiento del terrorismo y los terroristas palestinos en Cisjordania, y el elemento nacionalista seguirá brillando.

Israel se encuentra en medio de una campaña en curso, y entre los palestinos, siempre habrá algunos que justifiquen el terrorismo.

Durante los períodos de proceso político, habrá algunos palestinos que busquen detener el proceso o sabotearlo, y en tiempos de guerra y de campaña contra el terrorismo, siempre habrá quienes se vean a sí mismos como combatientes al servicio de la resistencia nacional palestina.

Fuente: INSS The Institute for National Security Studies/ Aurora Israel