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Juntos por el Cambio ratificó que no está dispuesto a votar el plan económico del Gobierno en el acuerdo con el FMI

POLÍTICA 08/03/2022 David Cayón*
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La posición de Juntos por el Cambio respecto del proyecto de ley para aprobar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional se conoció rápidamente en la Comisión de Presupuesto y Hacienda. A los pocos minutos de que haya terminado de exponer el ministro de Economía, Martín Guzmán, el diputado Luciano Laspina tomó la palabra para presentar la primera pregunta y así exponer su posición respecto de lo que denominó “la doctrina Guzmán”.

Entre medios de chicanas, comentarios a la “zaraza” del Gobierno Nacional, el diputado santafesino señaló: “Nos traen un enlatado donde nos quieren hacer socios del ajuste inevitable que tienen por delante”. El diputado del PRO sostuvo que “el programa económico para cumplir las metas asumidas ante el FMI es facultad del Poder Ejecutivo”.

Laspina hizo referencia a dos artículos de la Constitución -el 100 y el 99- y sentenció: “Desde nuestro punto de vista es inaceptable aceptar el precedente que el Congreso apruebe un plan económico. La ley que nosotros votamos es una reforma implícita que autoriza el Ejecutivo a tomar deuda. Usted viene al Congreso y nos trae un enlatado donde nos quiere hacer socios del ajuste inevitable que tienen por delante, primero por la excusa de la pandemia y después por la excusa de la pospandemia se quedó sin recursos. Y quiere asociar a la oposición y hacer responsable al Fondo de un ajuste que no pueden evitar, a lo sumo administrar si lo hacen con el FMI”.

En ese momento, Laspina le consultó “cuáles son los fundamentos constitucionales de su doctrina en donde somete a este Parlamento a tener que autorizarle a usted la política económica del Gobierno” y advirtió: “No lo vamos a aceptar, menos de un economista”.

“No queremos que nos mienta más en la cara porque hace dos años que nos mienten”, dijo Laspina, quien hizo referencia a los considerandos de la ley señalando que “aunque no se votan, se leen” y dijo que se sentían insultados y agraviados: “Solo en la cabeza de un gobierno bicéfalo se le ocurre algo así”.

“Si no hablamos con la verdad, no puede haber dialogo político, pero lo primero que tenemos que hacer es no mentirnos, hacernos cargo de las buenas y las malas y esos considerandos son inaceptable y preguntamos si el oficialismo está dispuesto, en el altar del diálogo político, a sacrificar esos considerandos por otros más razonables como que Argentina tiene que evitar el default”, agregó.

Llegó el momento de la respuesta del ministro Guzmán, quien mantuvo su estilo calmo, pero esta vez incursionó en algunas adjetivaciones.

Respecto al pedido que hace al Congreso y lo que la oposición critica que no quiere votar, el ministro dijo: “Lo que me compete a mi es aclarar el funcionamiento de la relación entre el Estado Nación y el FMI. El FMI no es cualquier acreedor, se supone que lo que debe hacer es proveer apoyo a un país cuando está con un problema de estabilidad de balanza de pago. No apoyo a un gobierno apoya a un país”, en relación a lo que el oficialismo entiende que fue el acuerdo de 2018.

“Cuando el FMI llega a un programa de apoyo lo que ocurre es que para que ese apoyo exista el país debe acordar un conjunto de compromisos de políticas. No existe una instancia en el menú del FMI con la opción ‘aquí están los desembolsos y nos vemos dentro de unos años’. La ley 27612, en su artículo 2, dice que todo programa de financiamiento requiere una ley del Congreso”.

“Conceptualmente lo que se busca es que la Argentina actúe como Estado Nación, que no venga un gobierno y llegue a un acuerdo que tiene consecuencias para varias generaciones. Esto es parte de un proceso de fortalecimiento de la República y entendemos que es en esa línea que este Congreso sancionó la ley de sostenibilidad de la deuda”, señaló Guzmán, tomando conceptos que suele utilizar Juntos por el Cambio.

Pero llegó el momento en donde Guzmán salió de su rol técnico y se puso el traje de ministro y de político y, sin perder la templanza y su forma de comunicar, le dijo a Laspina -que lo había acusado de falta de coraje político para llevar adelante el ajuste- que “no es coraje o falta de corajes, es actuar como Estado Nación, de construir una República más fuerte”.

El punto más álgido de la discusión versó sobre la fuga de capitales durante la gestión Cambiemos y como la oposición suma deuda en pesos y en dólares para señalar que el gobierno de Alberto Fernández es el que más se endeudó.

“He tenido la oportunidad de tener una muy fuerte exposición académica, me cuesta encontrar una situación en la que se exhiba tamaña debilidad conceptual en donde se pase la deuda en peso del BCRA en dólares”, expresó el ministro sin un gesto en su rostro.

Por último, el ministro: “Cuando asumimos el gobierno, teníamos U$D 44.500 millones de deuda. La deuda denominada en moneda extranjera había crecido entre 2015 y 2019 en U$D 100.000 millones. Las provincias tenían deuda en dólares. Esto sí era una bomba. a la que se le sumaba la bomba del carry trade o la especulación financiera. Esa era una verdadera bomba que venimos paso a paso desactivando”.

 

 

* Para www.infobae.com

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