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Impacto de la guerra Rusia - Ucrania en el acuerdo con el FMI: lo que está, lo que falta, lo que puede venir

ECONOMÍA 02/03/2022 Carlos Arbía*
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En los próximos días se espera que se aceleren  las  negociaciones con el FMI, cuando faltan apenas tres semanas para la fecha límite del 21 de marzo. Es probable que se logre un entendimiento pero sin explicitar cómo se hará para cumplir con las metas fiscales, monetarias, cambiarias y de acumulación de reservas internacionales netas.

De acuerdo a la opinión de la mayoría de analistas del mercado financiero local y de Wall Street no hay un escenario muy claro, en particular complicado por la guerra entre Rusia y Ucrania que ha generado una gran volatilidad en los mercados de activos financieros en el mundo.

Este conflicto tiene lugar en un contexto donde: 

* La Reserva Federal de EE.UU. necesita endurecer su política monetaria para morigerar la inflación, 

* Rusia es un importante generador de energía y proveedor estratégico de Europa y

* Ucrania es el cuarto exportador de maíz y forma parte del "top ten" de los productores de soja.

 Este combo genera temporalmente los siguientes efectos, según explicó a iProfesional el economista Norberto Sosa Director de IEB: 

* En un contexto donde  se debería fortalecer el dólar a nivel global y limitar el aumento del precio de los commodities, ocurre lo contrario, aumenta la mayoría de ellos, 

* Si bien desde comienzos de año se han registrado subas en las tasas de interés de corto, mediano y largo plazo en EE.UU., en los últimos días los tipos de interés de referencia a 10 y 30 años han bajado como resultado de una mejora en los precios de los bonos.  

* No obstante, más allá de los títulos del Tesoro de EE.UU., la deuda privada y la emergente ha exacerbado la caída, se ha profundizado la corrección de las acciones en forma global.

Acuerdo con el FMI: qué sucederá con subsidios, tarifas y retenciones

En tanto el economista y diputado Martin Tetaz  explicó que: "el nuevo acuerdo con el FMI tal vez sea una mezcla de varias cosas con algo de reducción de subsidios, un poco de suba de tarifas y lo que aporte la suba de la soja en términos de retenciones" . 

Bajar el déficit fiscal primario con más crecimiento, más inflación ya que en febrero habría una suba del índice cercana al 4%, con los alimentos subiendo más que el resto por el aumento de la demanda en verano sería por ahora la receta fácil del equipo económico.

Lo importante es destacar que desde el 28 de enero cuando se anunció el principio de acuerdo con el FMI el gobierno comenzó a tomar medidas en función de los ajustes que piden los técnicos del FMI. El BCRA subió el ritmo de devaluación diaria del peso y aumentó las tasas de interés. Por otro lado, el ministerio de Economía decidió autorizar aumentos para la electricidad y el gas que se aplicarán desde este mes.

El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) dio a conocer los aumentos en las tarifas de luz del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) a partir de marzo y del gas desde abril. 

De acuerdo con lo informado por el ENRE, la adecuación tarifaria para el 2022 tendrá un impacto en las Personas Usuarias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) del 22% promedio. Como conclusión de la Audiencia Pública celebrada el 17 y 18 de febrero, el regulador aplicó lo determinado por la Secretaría de Energía, en torno de los valores definidos para el Precio Estacional de la Energía aprobado mediante la Resolución 105/2022. En este marco, se otorgó un incremento del 4% de la tarifa promedio de las personas usuarias de Edenor y Edesur y del 41% promedio para las empresas Transportistas. 

La adecuación tarifaria para el 2022 tendrá un impacto en las Personas Usuarias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) del 22% promedio. Por otro lado, con los incrementos otorgados a las empresas gasíferas la semana pasada se alcanzó al 20% de aumento en las tarifas finales de gas.

Acuerdo con el FMI: clima tenso dentro del oficialismo

En un clima de mucha tensión  dentro del oficialismo es probable que haya una votación dividida del acuerdo. Habrá que ver también cómo vota la oposición en particular el bloque de Cambiemos. Es probable que frente peligro de un quiebre del Frente de Todos el gobierno prepare una  estrategia que busque  de acotar el debate en comisión y limitar las disidencias kirchneristas en diputados y esperar cómo vota el senado que es el bastión de la vicepresidenta Cristina Kirchner. 

El Senado ya dio su ultimátum y anticipó que no dará a conocer su postura hasta no tener el texto definitivo en sus manos. Los analistas más optimistas descuentan que el acuerdo será aprobado en la Cámara de Diputados con una amplia mayoría de votos propios y ajenos, pero admiten que esto no alcanza. Su obsesión es acotar al máximo posible el número de abstenciones kirchneristas para exhibir una votación contundente que sirva de señal al Senado, hoy por hoy el escollo más difícil de superar.

Por ahora, de acuerdo a lo que pudo saber iProfesional, hay 18 abstenciones. Entre quienes se abstendrían estaría el diputado  Máximo Kirchner. Es factible que sea uno de los debates más complicados que enfrentará el oficialismo desde que asumió Alberto Fernández.

Desde el lado más pragmático, en el que se incluye a mayoría de los legisladores del interior que responden a gobernadores del PJ, se comenta que no hay otra opción más que cerrar el acuerdo pues, de lo contrario,habría un  default. 

En tanto La Cámpora y otros diputados del kirchnerismo, sostienen que votar la negociación de Guzmán implicaría avalar una deuda ilegal contraída por Mauricio Macri.  Esos diputados que critican la gestión de Guzmán, son los quienes habrían filtrado a los medios  que la negociación contenía cláusulas secretas  con recetas de ajuste y también está la duda de la reforma al sistema jubilatorio de los jueces  y el final de las excepciones al pago del IVA de asociaciones y fundaciones deslizaron que luego desde el gobierno salieron a desmentir. 

La demora de Martín Guzmán en enviar el texto del acuerdo al Congreso aumentó las dudas sobre las exigencias del FMI para aprobar el nuevo acuerdo.

Acuerdo con el FMI: ¿cuándo se tratará en el Senado?

El objetivo es llegar al recinto a mediados de marzo para que el Senado pueda finalizar el debate antes del 22, fecha límite antes del default. Si no se llega a tiempo, la deuda entrará en zona roja y Guzmán tendrá que conseguir que el FMI acepte que la negociación está muy bien encaminada y trámite ante el Banco de Basilea un crédito urgente para que la Argentina pueda pagar la cuota de 2800 millones de dólares y evitar así el incumplimiento. "La intención es evitar llegar a ese límite", afirma Martínez, convencido de que una mayoría, hoy silenciosa, terminará por avalar el nuevo acuerdo pero hay muchas dudas más allá que este se firme.  

Uno de los temas que se comenzó a comentar en el mercado financiero la semana pasada que alertó a los operadores fue que la Argentina podría tener problemas de renovación de su deuda en dólares con acreedores privados que ya fue refinanciada en septiembre de 2020. 

Un reciente informe de la consultora financiera Portfolio Personal Inversiones (PPI) resaltó que los márgenes de maniobra para avanzar con esa nueva reestructuración son mucho más acotados. Como la última vez ya se redujeron sensiblemente los cupones de intereses, ahora no quedará otra que ir por "un nuevo alargamiento de plazos, pero sobre todo una fuerte quita de capital". La certeza de una nueva renegociación en el horizonte explica por qué los bonos han logrado muy poco recorrido pese a los avances en el acuerdo con el FMI.

Los economistas de Cambiemos comentan que sostienen en Wall Street que con el débil acuerdo que se va a firmar  es el propio  FMI el que está armando una especie de  bomba fiscal que le estallará en la cara el gobierno que asuma a fines de 2023. La oposición ya anunció que estaría dispuesta a votar el acuerdo para no condenar a la Argentina a un nuevo default. 

Acuerdo con el FMI: las proyecciones de los economistas de Juntos por el Cambio

De acuerdo a las proyecciones de los economistas de Cambiemos las necesidades brutas de emisión de deuda pasarán de unos u$s  45.000 millones en 2021 a unos u$s 100.000 millones en 2024 por lo tanto la financiación del agujero fiscal recaerá en la colocación de más deuda pública en los próximos tres años y sostienen que esa mezcla de más deuda y al mismo tiempo falta de acceso a los mercados internacionales llevará a una nueva  reestructuración de deuda de los bonos privados.

Con respecto al aspecto cambiario hay que mencionar que desde la crisis cambiaria en abril de 2018 hasta ahora, el tipo de cambio pasó de $22 a $200, por lo tanto aumentó nueve veces. Por su parte, los precios en cuatro años medidos por el Ipac aumentaron cuatro veces. La lógica indicaría que es la inflación la que tiene mucho más recorrido que el tipo de cambio, por lo menos en los próximos dos años. 

"Con respecto al mercado cambiario, entiendo que un escenario con mayor conflictividad e incertidumbre a nivel global, debería generar más complacencia en las negociaciones entre Argentina y el FMI. Paralelamente, el aumento reciente en los precios de la soja y el maíz auguran un ritmo de liquidación parecido al del año pasado. Por lo tanto, interpreto que, en este mercado, el evento favorece la distensión de las presiones cambiarias. Al menos en el corto plazo" explico a iProfesional el economista Norberto Sosa.

De acuerdo a la opinión del economista en el terreno de los bonos en pesos, en términos generales el mercado considera  que este mercado estaría más aislado del evento. No obstante, el aumento de los precios de los commodities podría agregar un desafío adicional de bajar la inflación. Esa combinación intensificaría la preferencia de CER versus dólar linked.Con respecto a los bonos en dólares, el cambio del escenario internacional profundiza la corrección de los precios de los títulos soberanos de países emergentes. Por lo tanto, más allá del beneficio que en este mercado genera el acercamiento de la Argentina al FMI, considero que claramente será afectado negativamente en forma plena.

En el mercado de acciones, en términos generales un evento "risk-off" perjudica negativamente en forma directa. Sin embargo, la mejora en los precios de los commodities, genera un efecto positivo que neutraliza el componente negativa. Por lo tanto, el impacto neto dependerá del sector en el cual desarrolla sus negocios la empresa cotizante. En este contexto, considera que "las empresas más defensivas son las relacionadas con el sector energético". 

Acuerdo con el FMI: qué sucederá con las tarifas

A su vez, la negociación con el FMI genera un marco en el cual las tarifas de estas compañías se beneficiarían al reducir los subsidios. Si finalmente el convenio tiene algo que ver con el borrador que ha circulado estos últimos días, se parece más a un "Stand By" que a un "Extended Fund Facility", dado que el mismo habla de 30 meses. Por lo tanto, podría interpretarse que la intención del FMI es más bien darle un marco de estabilidad a la actual administración para que se acerque lo máximo posible a la finalización de su mandato sin mayores sobresaltos. A partir de allí, con un nuevo gobierno del mismo o distinto color probablemente sea necesario rever la situación".

Por otra parte, el impacto de la guerra Rusia -Ucrania  sobre los precios de las materias primas ha generado el beneficio por los elevados precios de la soja, que superó los u$s 600 antes del comienzo  de la cosecha gruesa. Esto permitiría un ingreso adicional de por lo menos u$s 2.000 millones adicionales. 

El problema es el encarecimiento en  el precio de la energía y costará más importar en invierno y se complica la política tarifaria. Si las tarifas aumentan de luz y gas aumentan un 20%, que es lo anunciado hasta ahora, los subsidios en vez de reducirse crecerían un 30% este año.

En este contexto, la primera variable a monitorear es el sendero fiscal. Según el consenso de los analistas, parece haber un convencimiento que el FMI estaría aceptando una reducción del déficit fiscal primario de 3% del PBI en 2021 a 2,5% en 2022. Al mismo tiempo, estarían quedando como orientativos los objetivos de bajarlo a 1,9% para 2023 y 0,9% en 2024. 

Este sendero no luce lo suficientemente ambicioso como para esperar una baja significativa del riesgo país, pero por el momento pareciera ser el máximo esfuerzo al cual puede aspirar el equipo económico, dado que sobran muestras del escaso apoyo que encuentra en el seno del propio gobierno. Más allá del sendero fiscal, el segundo punto en cuestión es el margen del déficit que el FMI estaría dispuesto a avalar que se financie desde el BCRA. La diferencia entre ambas variables será el desafío a resolver por la Secretaría de Finanzas. El otro punto en cuestión es la política cambiaria, la cual se resume en la meta de reservas internacionales netas.

 

 

* Para www.iprofesional.com

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