Natalia de la Sota se queda con Schiaretti

Son muchos los peronistas cordobeses que preferirían no tener que elegir entre el Frente de Todos de Alberto Fernández o el Hacemos por Córdoba de Juan Schiaretti.

Parte de la militancia y una buena porción de la dirigencia local no interpreta al peronismo provincial y nacional como dos polos que se repelen y cree, por convicción, en la idea de la unidad. Sin embargo, en muchos de los que hoy están enrolados en el oficialismo cordobés, la conducta orgánica pesa más y entonces la estrategia electoral a seguir será la que marque el gobernador.

Hoy, ese camino parece terminar en dos ofertas peronistas en Córdoba compitiendo en las elecciones de medio término. Y luego lo ya dicho: si bien la posibilidad de acordar estará latente hasta último momento, tanto en el schiarettismo como en el kirchnerismo ya piensan en campañas propias.

 
Y en esa búsqueda de cuáles serán los mejores nombres para persuadir al electorado y lograr representación en ambas cámaras del Congreso, el justicialismo del mandatario provincial cuenta, entre otros, al de Natalia de la Sota para los principales lugares. Algunos la ubican como cabeza del tramo a Diputados, compartiendo renglón con Alejandra Vigo, candidata al Senado.

La hija del ex gobernador y actual legisladora provincial había manifestado su deseo de ser la candidata que una al schiarettismo y al kirchnerismo. Y en verdad, en ese escenario su nombre encajaba muy bien: mantiene un excelente vínculo con el gobernador y también llegada al propio Alberto Fernández, a quien apoyó para presidente.

Sin embargo, la realidad actual plantea una dinámica política distinta a la deseada por muchos. A diferencia del 2019 cuando no pocos peronistas combinaron su respaldo para Schiaretti gobernador y Alberto presidente, (aun cuando el gobernador se declaró prescindente) está vez, la situación asoma mucho más compleja. De mantenerse la división, inevitablemente llegará el momento en que habrá que elegir. Con dos listas peronistas en carrera, la pelota no podrá picar al mismo tiempo de los dos lados de la cancha.

En ese sentido, desde el entorno de Natalia de la Sota despejaron cualquier tipo de duda en torno a cómo y dónde jugará, dejando en claro que la también vicepresidenta de la Legislatura no se moverá del lado del gobernador Schiaretti.

“Su lugar es este”, dicen quienes la ven como aspirante a la Cámara Baja. Lógicamente, su apellido todavía pesa y mucho dentro del PJ Córdoba por lo que su figura resulta muy atractiva también para el Frente de Todos desde donde mantienen contacto. Sin embargo, De la Sota ratificó su pertenencia al esquema político provincial.

La parlamentaria mira más allá de este 2021. Trabaja en el armado de un espacio propio que logre sintetizar y contener lo que quedó de aquel delasotismo huérfano tras la partida del ex gobernador, y en ese sentido cuenta con representación (que pretende ir ampliando) en el Concejo Deliberante y la municipalidad de Córdoba.

Quienes la empujan para dar el salto legislativo aseguran que, a diferencia, de muchos otros dirigentes de primera línea, la ex concejala goza de un buen nivel de conocimiento público. “Incluso, más que Vigo y el vicegobernador Manuel Calvo”, dicen fuentes allegadas.

Sin dudas que las legislativas de este año serán una instancia política de suma relevancia para la generación del PJ Córdoba que busca protagonizar el proceso de renovación en el ´23. De allí que una campaña provincial de la mano del dueño del 57 por ciento de los votos, convierten a los comicios de este año en un plato fuerte que ningún dirigente con proyección y apetencia política, quiere perderse.

La realidad indica también que son muchos los interesados pero pocos los lugares con chances reales.

El PJ Córdoba sabe que frente a un Juntos por el Cambio que suele resultar el favorito de los cordobeses en las legislativas, habrá que trabajar duro para conseguir -por lo menos- dos bancas en Diputados y pelear mucho más por la tercera al Senado. Sin unidad, el objetivo es quedar segundos; menos que eso, sería un golpe duro para un gobernador que inicia su retirada y un Hacemos por Córdoba obligado a buscar nuevos liderazgos.

Fuente: Diario Alfil