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DÍA DE LOS ENAMORADOS: DE MESSI Y CATALUÑA. YO TE AMO… YO TAMPOCO

Ten cuidado Leo, aquellos que te aman hasta la adulación, que es una vileza, te odiarán hasta la calumnia, que es también otra vileza

PARA LEER EN PANTUFLAS 15/02/2021 José Ademan RODRÍGUEZ
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JOSE ADEMAN PorJosé Ademan Rodríguez

Año 2017, el balance de Messi con el FC Barcelona es increíble. 8 campeonatos de España. 5 copas de España.
4 Champions. 3 Mundiales de clubes. Sin contar supercopas europeas y españolas. Leo Messi paseó el escudo
y el nombre del Barça por el mundo entero. Ganó 5 veces el Balón de Oro. Su imagen se confunde con la de su
club de toda la vida, el Barça. Con todo esto y más en la balanza, el jugador y el presidente firman el ahora
famoso supercontrato. Sin entrar a valorar su contenido, tema más que cubierto en toda la prensa internacional,
me gustaría subrayar y comentar sobre dos puntos.

Primero: No hay dinero en el mundo que pague lo que Messi le ha dado al Barça.

Segundo: Hay en este contrato dos clausulas dignas de interés. Una dice que Messi deberá ‘’esforzarse por
integrarse en la sociedad catalana respetando y asumiendo los valores culturales de la misma,
comprometiéndose especialmente en el aprendizaje de la lengua catalana, vehículo fundamental para esta
integración". ¡Genial!

La otra permitiría a Messi abandonar en club y sus valores sin necesidad de pagar su cláusula y jugar en una
‘’liga de primer nivel europeo’’ en el caso de que Cataluña se separase de España. ¡No tiene precio!
Mucha tela por cortar. Por supuesto también hablaremos de sus proezas futbolísticas y de cómo hizo imparable
al Barça.

Quiero empezar por recordar a los lectores cordobeses que muchos catalanes universales, por genética u
oportunismo, fueron franquistas: Dalí, Samaranch, Monturiol…

Recordarles también que los miembros del clan privilegiado que gobierna la región autónoma de Cataluña,
desde las alturas del Montserrat, del monte Tibidabo o en Palacio de la Generalidad, son integristas que usan
un arma que tienen bien afilada: la lengua, el catalán. Es el gran instrumento de conversión a su fe. Son como
predicadores que quieren convertir a todo recién llegado.

En el fútbol, primero, intentaron con Johan Cruyff entre los años 1973 y 2016 (año de su fallecimiento). El flaco
lo tenía todo: crack, pintón, rubio, educado. Y era neerlandés. O sea, según el famoso escritor catalán Pompeyo
Gener Babot, era casi un catalán más: ''Nosotros que somos indogermánicos, de origen y de corazón, no
podemos sufrir la preponderancia de elementos de razas inferiores'' …Mandrileños, andaluces, moros, sudacas…

El ex presidente de la Generalidad de Cataluña, Artur Mas, descendiente de esclavistas, dijo lo siguiente:
''El ADN cultural catalán está mezclado con nuestra larga pertenencia al mundo franco-germánico. En definitiva,
Cataluña, doce siglos atrás, pertenecía a la Marca Hispánica del Imperio de Carlomagno. Algo debe de quedar
en nuestro ADN, porque los catalanes tenemos un cordón umbilical que nos hace más germánicos y menos
romanos. '' Mira vos.

Joaquín Torra, último presidente de la región, también puso lo suyo: ''Ahora miras a tu país (Cataluña) y vuelves
a ver hablar a las bestias. Pero son de otro tipo. Carroñeras, víboras, hienas. Bestias con forma humana.’’
Mejor acordase de las palabras de Arturo Jauretche : ‘’La multitud no odia, odian las minorías, porque conquistar
derechos provoca alegría, mientras perder privilegios provoca rencor.’’

Bienvenidos en culé-landia, un lugar donde una minoría de privilegiados se olvida de que Cataluña no es más
que una región del sur de Europa. 

Y un lugar donde el rubio Johan fue ídolo. Entró en la historia del Barcelona, como jugador y entrenador. Hay
un antes y un después del flaco Johan. Pero no dejo nada para la historia de Cataluña. Criticaba el uso político
del Barça. Y una vez soltó:''Fiché a jugadores vascos porque los catalanes no eran valientes''

El escritor Josep Armengou i Feliu, del cual, el honorable Jordi Pujol era admirador, dijo : ‘’En Cataluña en lugar
de pagar futbolistas quizá habría valido más pagar guerrilleros.’’ Valiente para un tipo que huyó de Cataluña
durante la guerra civil y se fue al bando franquista.

Cruyff también dijo que lo que más le llamaba la atención en Barcelona era la diferencia que existía entre ricos
y pobres. El vivía en la zona rica de Pedralbes.

El crack holandés nunca les dio bola a los ‘’predicadores’’ catalanistas y era él quien los usaba según le convenía
y no al revés. Jamás se dignó a aprender el catalán. Cuando era seleccionador del equipo de Cataluña dijo que
no necesitaba hablar catalán, para qué aprenderlo si cuando uno sale fuera lo que necesita es el inglés -pero
para los guardianes de la fe, el problema no reside en que sea o no necesario hablarlo, el problema está en el
hecho de no sentir o entender esa necesidad.

Me acuerdo que cuando llegó el conejo Saviola, con diecinueve añitos, le hacían las preguntas en catalán o le
ponían un adminículo en la oreja para la traducción. Pobre pibe. No es forma de ganarse a una persona para la
causa del idioma. Lo reducen a un cuerpo extraño, lo minimizan hasta ningunearlo, en seca síntesis de mala
educación.

En su caso particular, Cruyff más bien necesitaba el idioma español, que hablaba a pesar de hacerse a veces el
boludo con simulada torpeza, como cuando repetía lo de ''la gallina de piel'' o de ''en un momento dao'', para
el deleite de los periodistas catalanes. En realidad, jugaba a hacerse el mago con y sin pelota. ''Les doy una, les
enseño otra, y ahora, miren como se las quito''. Se inhibieron por su soberbia. Y se la tuvieron que aguantar,
calladitos. Quisieron, pero no pudieron comprarlo.

PRECEDENTES
En 1982 aterrizó Maradona en Barcelona. Pero desde el principio no hubo química. Era morocho, con pinta de
gitano y hablaba español. Ahora, no entiendo el desprecio que le tienen acá al flamenco que forma parte de la
identidad catalana desde mucho antes que la sardana. Nadie debería olvidar que la artista más internacional,
original y revolucionaria que ha dado Cataluña, es Carmen Amaya. Sin embargo, les dan más bola a las estrellas
del rock y del pop anglo-sajón como el Boss o Mike Jagger.

En su segundo año en Barcelona, Maradona pidió a la Directiva que le trajesen a otro gitanillo, al salvadoreño
Jorge ‘Mágico’ González, desde Cádiz, tierra del Camarón y del cante por Alegrías. ¡Cagamos! pensaron. No lo
iban a poder convertir nunca. Por supuesto, cortaron a Mágico después de la gira de pretemporada en Estados
-Unidos y de algún incidente con chicas alegres, y se quitaron de encima al Diego en cuanto pudieron.
Con Cruyff al mando de la Dream Team, ficharon al genial Romario. El brasileño llegaba de Holanda pero era
otro moreno fiestero y mujeriego. Un peligro para la sociedad catalana.

Uno de los próceres de Cataluña, Francisco Maciá, dijo en un artículo: ''Es preciso que la mujer catalana se
imponga como primer deber patriótico el no tener amor con ningún enemigo natural de su patria. Para una
mujer catalana, solo un catalán como marido (...) para no impurificar la raza catalana ni entregar al enemigo
tierras y bienes catalanes''

Total, el petiso se quedó un año y basta. Pa’fuera. ¿Ronaldo? Un añito. ¿Rivaldo? Podría haber sido héroe
cuando en una temporada penosa y para el recuerdo del Barça, en un equipo repleto de holandeses, el brasileño les salvo la papeleta con un golazo de chilena en el último momento de la última jornada. Pero no tenía la pinta requerida. Adiós, gracias. Ronaldinho sí que marcó una época con su calidad y su alegría de vivir.

Pero ¡cómoiban a poder ‘’convertir’’ a semejante amante de la vida que venía a profanar el campo sagrado de la liturgiacatalana, queriendo convertir el costado del Nou Camp en un Sambadromo!? Bajó Pep, el celoso guardián, y loechó. Un poco de seriedad, ¡siusplau! Así que tendrían que seguir buscando para encontrar otra perla digna de representarlos, y formatearla en su ''escuela de fútbol''. Hasta el momento ningún crack había hablado catalán fuera del obligatorio rito de iniciación: ''Visca el Barça y visca Cataluña!''.

Y LLEGÓ EL MESIAS

Señores y señoras, les presentamos a Lionel Messi. Un ‘aplaudiment’ para el nuevo espécimen sacado de la
Masia nostra. El rey Leo. ¡El Mesías!

A Leo, lo quisieron captar desde chiquito. Inculcarle las bases en el centro de educación patriótica que quieren
que sea el FCB. Anoté en un cuaderno una frase que leí una vez, de un catalanista que decía:
‘’La solución sería de instruirlos, mientras estén jóvenes, porque árbol que creció torcido difícilmente se endereza,
Para conseguirlo, los padres enseñaran o harán enseñar Historia catalana a sus hijos por maestros catalanes.’’

Quizá algún augur pensó: ‘’Todo lo que anda aplasta alguna cosa y todo lo que crece desafía al rayo’’.
Porque les digo que, si uno habla catalán, esta ''integrado'', asimilado, de lo contrario esta fuera, no es más que
inmigrante, o peor, un enemigo.

Ya llevo más de 40 años emperrado como una mula en no hablar el catalán, para manifestar mi rebeldía con silencios, ante esta cuestión de la lengua. Uno queda sometido a la prueba de fuego: que hable catalán. Y no basta con decir dos tonterías, ‘’ Deu meu, quin regat sec mal parit’’. ¡Nooooo! La conversión tiene que ser sincera, hay que abrazar la nueva fe. Es un deber moral. Hay que estar agradecido por esta integración. Y debes hacerlo libremente. O sea, obedecer libremente.

Estaba todo claro, Leo, sí que hablaría y defendería la lengua de los ‘’privilegiados’’. Con tan solo doce añitos, y
casi analfabeto, este crío reunía las condiciones más propicias para ser asimilado. Le iban a suministrar la
hormona de crecimiento, la somatotrofina. Estaría agradecido para el resto de su vida. Y habría tiempo de sobra para educarlo bien. O eso pensaron. Pero otra vez les iba a salir el tiro por la culata. El pequeño Leo era un chico
medio tímido y demasiado argentino. ¿Cómo mierda podía ser? Fuera de su hábitat, hablaba y vivía como un
verdadero rosarino o más todavía. No le pudieron sacar el negro que llevaba adentro. Pero esta vez no podían
abandonar e iban a intentar comprarlo para la causa. Messi tenía demasiado valor y poder.

Aquí, en Cataluña he notado que les gustan mucho los símbolos, como la cruz, el lacito, el amarillo o el burro.
Al igual que los andaluces, son católicos paganos. Aquí adoran la Merche (Merced) y la Moreneta, San Jordi y
los caganets. Y todo eso lo vio también el gran autor afro-americano Richard Wright y lo escribió en su obra
''Pagan Spain''.

Pero también tienen números fetiches. El 17 o el 14 por ejemplo. La fecha patria es 1714. Y en el templo de la
mentira, en cada partido hay que aplaudir en el minuto 17 con 14 segundos. Así es. De entrada, a Leo le
quisieron atribuir el dorsal 14, él que llevaba Cruyff. Y de hecho, Messi debutó con el equipo profesional con el
14, luego llevaría el 30 y finalmente el 10 de su ídolo Maradona, cuando quedó libre tras la marcha de su
hermano mayor Ronaldinho. Se coronó rey del fútbol, batió todo tipo de récords pero su relación con la región
y su cultura fue siempre más bien nula. Pero ¿Se esforzará, como dice el contrato? ¿Habrá probado Leo los
calçots? ¿Comerá pa amb tomaquet? ¿Festejará San Jordi? ¿Brindará con cava? ¿Hará todo lo que lo que hace
al catalán tan diferente?! A mí me dijeron que hacía mucho asados y comía pasta. Que escucha cumbia. Que ve
programas argentos. Y que el otro día le dijo ‘’Adeu’’ al utilero del club. Muy bien Leo. Así se dice.
Pero, aparte de eso, su vida personal es más bien un misterio. No se sabe si está en una burbuja o si vive en
Castelldefels pensando que está en Rosario.

Lo cierto es que, gracias a la pulga, ahora todo el mundo puede ubicar a Cataluña en un mapa. Y en Argentina,
Messi es, junto al traidor y ‘’facho’’ -como le dicen ahora- de Serrat, el gran representante de Cataluña (y que
despertaba la ponzoña del cantautor Luis Llach con su voz patética de gata en celo. Pero Messi nunca fue ni
será el vocero del separatismo catalán como Guardiola.

A Joaquín Torra le salió mal la jugarreta de querer captar a Messi para la causa ‘’procesista’’, al entregarle la
Cruz de San Jordi. Quiso convertirlo en un jugador Estado, llevado de la mano por el éxito futbolístico de jugador
plenipotenciario. Pero aquel día, Messi se negó al aplauso (dedicado a los políticos catalanes presos). Se quedo
impávido, hierático, mustio, con la misma inexpresividad con la que transita la cancha en partidos
intrascendentes para él: cabizbajo, con la vista clavada en el suelo, y cara de papo afligido, como si se
corporizarán los fantasmas de las derrotas que lo hicieron llorar. Pero fue valiente. Muchos en su lugar se
hubieran doblegado ante el poder. Se hizo grande en miniatura, como reposando sobre sí mismo, con la
intangibilidad de lo abstracto; erguido, de pie sobre la propia miseria moral de los facinerosos comandados a
distancia por Puigdemont. Su actitud en ese acto demostró lucidez y bravura. Siguió de pie sobre los
desperdicios del ‘’proces’’separatista. Luego, de los aplausos, se le vio triunfante, como irguiéndose por encima
de los contenedores que ardían a raíz de la violencia urbana que se había desatado en la ciudad. O quizás, solo
estaba pensando ‘’me quedo bien quietito así no me ven’’, como una pantalla sin enchufe, neutro como una
caca de paloma, sin olor ni sabor.

Porque fuera del fútbol no existe. Es una ficción. No se significa, no es cercano. No, el solo vino a Cataluña para
jugar al fútbol. Se dedica estrictamente a la pelota. Todo lo demás, es política pura, donde las palabras no sirven,
sino para transfundir intereses y demagógicas campañas nacionalistas.

Nadie destrozó al eterno enemigo como él, y durante tanto tiempo. Humilló al Real Madrid, lo postró y lo
sometió en su feudo. Asaltó al Santiago Bernabéu y lo sitió con verdaderas palizas futbolísticas, a través de un
rondo interminable. Y Messi, bailando una danza maldita, llena de filigranas, que escondía el navajazo del gol y
metiéndoles en un callejón sin salida a toda la soldadesca merengue que iba por él. ¡Era Nerón presidiendo el
incendio de Roma! Dejo el estadio Bernabéu convertido en un infierno y el área chica llena de cadáveres
blancos. Y Alfredo Di Stéfano, desde el cielo, le guiño un ojo cómplice, cual un compinche de picardías
futbolísticas: ‘’Bien, pendejo, sos de los míos’’.

Una vez, un vecino, hincha del Madrid, me expresó que Messi era el mismísimo diablo, que tenía a Lucifer
enroscado en la zurda. El, le tenía pavor.

A nivel europeo, Messi concretó la hazaña memorable de impedir que el Madrid triplique su ventaja en la
Champions. Lo aplastó para un tiempo. Porque Messi, a nivel futbolístico, es del Barça hasta la muerte.
Deportivamente. Puso todo su instinto en ridiculizar al Madrid. Ese instinto que a veces es sucedáneo de la
inteligencia.

Así que, fracasados los intentos de convertirlo en miembro, el último recurso que le quedaba a los capos
mafisosos era ponerle contento a Messi con este contrato.El Barça siempre estará en deuda con Messi.

Por otro lado, los argentinos seguiremos reprochándole a Leo, no haber ganado el mundial. Así que les dejo con
esa anécdota de Discepolín:

’Fuimos Pepe y yo al circo. Y empezó el número de un equilibrista. Se subía a una escalera de punta, y al llegar
allá arriba ponía un banquito y encima un tarro de yerba. Despúes del tarro, un asiento de bicicleta. Allí se
sentaba él y mientras la escalera daba vueltas sobre ella misma, este bárbaro hacía juegos malabares con tres
botellas en las manos... con los dos pies tocaba el arpa y claro, todos aplaudimos como locos. ¡Fijate! Un número 
estupendo... Pero Pepe, movió la cabeza desdeñándolo. ¿Y sabés qué dijo? “Sí, bueno... pero el arpa no la toca
bien”. - ¿Y qué querías? ¿Un concierto de la Wagneriana?’’

En fin, ten cuidado Leo, aquellos que te aman hasta la adulación, que es una vileza, te odiarán hasta la calumnia,
que es también otra vileza.

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