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Plan dólar tranquilo: avanza una negociación secreta con fondos de inversión que tienen títulos de deuda en pesos

La buena receptividad que encontró Guzmán con las últimas medidas financieras podría revertirse. En el mercado siguen con ansiedad la evolución de reservas

ECONOMÍA 01/11/2020 Claudio Zlotnik*
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La versión se esparció entre algunos inversores y financistas locales: que en las últimas horas se habría encaminado una negociación entre Economía y los fondos de inversión que quedaron atrapados en el reperfilamiento de la deuda en pesos del año pasado, y que en los últimos meses presionan en el mercado del "contado con liqui" para dolarizar su posición e irse de la Argentina.

Hay distintas estimaciones sobre el volumen de ese patrimonio, pero en la City y también en Wall Street mencionan que se ubicaría entre los u$s6.000 y u$s7.000 millones. Martín Guzmán convocó a una licitación de bonos en dólares para el 9 de noviembre para empezar a darle salida a esos fondos.

Esa operación, por u$s750 millones, luce exigua frente a la cantidad de inversiones que puja por dolarizarse. La versión indica que el ministro intentaría darle una solución a ese verdadero nudo financiero que atora al mercado cambiario.

Es por eso que en la City se habla de una ampliación en el plan de colocación de deuda, consistente en nuevas emisiones en pesos. La idea es no solamente facilitar la salida de aquellos inversores que hoy sienten que el menú es poco atractivo, sino además dar una señal potente de contracción monetaria luego de las críticas por la emisión y por la caída de la demanda de dinero.

La cuestión es clave: la resolución (o no) de este conflicto marcará la suerte de la estabilidad cambiaria que caracterizó a la semana, luego de que el dólar "paralelo" se acercó a los $200 y el "contado con liqui" cerrara en $181 a fin de la semana anterior.

La ampliación de la brecha entre el dólar "oficial" y el "blue" -que en el peor momento sobrepasó el 130%- resulta clave para que el Banco Central deje de perder reservas y el Gobierno, tal como se lo propuso, evite una devaluación brusca, que potencie el nivel de pobreza en plena pandemia.

De los cuatro escenarios posibles que se abren para las próximas semanas, el Gobierno apuesta a que ocurra alguno de los más benévolos, aquéllos en los cuales se evita un salto disruptivo del tipo de cambio.

Los escenarios uno y dos son a los que apuesta el Gobierno.

Escenario 1

*Crecen las Reservas.
*Cae la cotización del "contado con liqui".
*El dólar oficial se mantiene al ritmo de la inflación.

Escenario 2

*Crecen las Reservas.
*La brecha entre el dólar "oficial" y el "contado con liqui" no cae.
*El dólar oficial se mantiene al ritmo de la inflación.

Evidentemente, en ambos escenarios, el Gobierno logra encauzar la situación financiera logrando llevar confianza y certidumbre. Contempla, por caso, un rápido acuerdo con el Fondo Monetario que le ponga un límite a la especulación de una devaluación disruptiva.

También debería incluir algún tipo de acuerdo con el "campo". Con las cerealeras y con los productores de soja, por ejemplo, para que les convenga apurar la liquidación de la producción. Algo que por ahora vienen demorando, bajo la expectativa de una devaluación cercana del "oficial".

Ese "escenario 1", entonces, contempla una rebaja de las retenciones (incluso a cero), que facilite la liquidación de divisas. La vía más elocuente que ayude a mejorar el nivel de las Reservas, pero no sólo eso.

El hecho de que los sojeros acerquen divisas al BCRA funcionaría como una poderosa señal al resto del mercado financiero como una especie de bandera de largada para que otros agentes económicos vendan sus dólares. Aunque sea en el "contado con liqui" o en el "MEP", que a su vez ayuden a acercar la brecha a algo más tolerable, que el "mercado" ubica a no más del 50%.

Ahora bien: ¿Por qué en el segundo escenario la brecha no logra bajar? Ahí entra a jugar una variable que el Gobierno no maneja: la expansión del Covid-19.

Si ocurre como ahora en Europa, que el virus mantiene su potencia y se demora la llegada de la vacuna, entonces significa que no sólo habrá un impacto sobre la actividad económica, tal como vino sucediendo desde su aparición.

En un escenario donde el virus se sigue propagando, Guzmán no podría cumplir con su pauta de desarme de la ayuda oficial. El Gobierno se vería obligado a una emisión de pesos para sostener auxilios como el IFE y el ATP, lo que derivaría en un agrandamiento del rojo fiscal proyectado y a una emisión de dinero por ahora no pautada.

En ese plano, entonces, la brecha sería muy difícil de aplanar, lo que mantendría algunas de las distorsiones en la marcha de la economía. Y podría obligar al Gobierno a mantener restricciones en el comercio exterior para evitar una pérdida de Reservas.

Los inversores se preparan para lo peor

Pera a diferencia de lo que creen en el los despachos de los funcionarios, en la City -lo mismo que en Wall Street-, por ahora, la mayoría se mantiene en los escenarios más pesimistas. Los escenarios 3 y 4.

Escenario 3

*Crecen las Reservas.
*Se mantiene el "contado con liqui".
*Sube el dólar "oficial".

Escenario 4

*Caen las Reservas.
*Sube el "contado con liqui".
*Sube el dólar "oficial".

Ambos escenarios son de crisis extrema. En los dos, el Gobierno no logra evitar la devaluación abrupta.

Aunque el último escenario es el peor de todos, ya que no se regenera la confianza, se espiraliza la crisis, y las Reservas bajan sin un tipo de cambio que funcione como ancla de las expectativas.

La pregunta que se hacen en el mercado refiere al tiempo que le queda al Gobierno para ganar la pulseada y dirigirse al esquema 1 o 2.

Entre el inicio del mes y el viernes pasado, el Banco Central vendió u$s889 millones. Quiere decir que, en promedio, se tuvo que desprender a razón de u$s52 millones diarios para evitar un salto cambiario disruptivo.

El único dato positivo en ese contexto es que la estrategia de mover fichas en el mercado financiero, por parte del ministro Guzmán, tuvo una buena respuesta por parte de inversores institucionales. El titular de Hacienda colocó nada menos que $254.000 millones en un set de cinco títulos públicos (uno de ellos -por $129.800 millones- atado directamente a la evolución del tipo de cambio).

El "Plan Guzmán" para secar la plaza de pesos -en medio de un ordenamiento fiscal- puede otorgar cierto alivio en el mercado cambiario, pero de ninguna manera se puede percibir como la llave a la solución de fondo.

El ministro y el mercado saben que este esquema es transitorio. Que nada servirá si el Gobierno no presenta, más temprano que tarde, un panorama monetario y fiscal para aplicar en el corto plazo.

De ahí que el propio Gobierno acaba de anunciar un achicamiento de la ayuda a las empresas afectadas por el Covid (Programa ATP, para el pago de salarios).

"Tienen que pasar cosas que ubiquen al mercado dónde estamos. Pero hay algo seguro: hasta que no crezcan las Reservas, nadie se va a confiar en que el camino es el correcto. Esa es la variable clave, que por ahora no está. La estabilidad cambiaria será transitoria si no aparecen los dólares, si no dejan de irse los depósitos en dólares desde los bancos", dice, convencido, el director de un banco líder.

Esa es la opinión que recorre la City.

"Algo tiene que pasar", resuena en las oficinas virtuales. A la espera de novedades contundentes de los próximos pasos del Gobierno.

 

 

* Para www.iprofesional.com

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