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Hernán Lacunza: “Si no hay un plan creíble, el dólar va a ser un barrilete”

El ex ministro de Economía criticó las últimas políticas monetarias del Gobierno y advirtió que el cepo “en el mejor de los casos alarga la vida útil”, pero no resuelve el problema de la falta de divisas

ECONOMÍA 23/09/2020 Heretz Nivel
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El ex ministro de Economía Hernán Lacunza cuestionó las últimas limitaciones que impuso el Gobierno a la compra de divisas y advirtió que “si no hay un plan creíble” por parte de las autoridades nacionales, "el dólar va a ser un barrilete”.

“Estamos todo el tiempo debatiendo reformas estructurales y siempre las dejamos para el año siguiente, entonces el valor de la moneda depende de que no tenemos esas instituciones económicas y los problemas nos sorprenden porque no hicimos lo que teníamos que hacer”, lamentó el ex funcionario.

Al participar del programa Verdad Consecuencia, que se emite por la pantalla de TN y conducen Luciana Geuna y María Eugenia Duffard, Lacunza señaló que “el dólar se ha convertido en la moneda reserva de los argentinos”. “Hace rato que los argentinos venimos ahorrando en dólares porque cuando lo hacemos en pesos sentimos que es como el helado, que se va derritiendo. ‘Tenes tres tipos de activos: pesos, dólares y bienes. Como sabemos que el peso es tan inestable, apelamos a alguno de los otros dos que compiten: el de los bienes, o sea el de inmuebles, y el del dólar", aseguró.

''Cíclicamente parecemos condenados a vivir estas mini tragedia de escasez de divisas. El problema de la coparticipación de la semana pasada es porque no hicimos lo que teníamos que hacer. Cuando el Banco Central dice que la inflación es un problema, o los saltos inflacionarios es cuando hay saltos del dólar, en realidad la contracara de eso es el exceso de pesos", expresó.

El ex titular del Palacio de Hacienda se mostró en contra del endurecimiento del cepo y explicó que esta herramienta afecta al mercado de cambios “como un torniquete que frena la hemorragia pero no oxigena la sangre”, por lo que “se pone cuando no queda otra”. Lacunza sostuvo que “el problema” de la actual gestión es que “tiene un plan para los días pares, cuando da señales de que hace cosas para el futuro, se hace el acuerdo con los bonistas, se manda una nota al FMI diciendo que se van a poner las cosas en equilibrio, se dice que se va a bajar el déficit; y otro para los días impares, en los que quiere expropiar Vicentin o hace la norma de las telecomunicaciones”.

“Seguimos comprando dólares porque no confiamos en esa maquinita que maneja Gobierno que, además, cuando da su pronóstico dice que la emisión no genera inflación, que vamos a ser más Estado y vamos a vivir con lo nuestro, todos eslóganes sin rumbo, la conclusión es que hay más días impares que pares. Podemos hacer desdoblación, torniquetes, cepos, lo que querramos, pero si no hay un plan creíble, el dólar va a ser un barrilete”, agregó.

En su opinión, la manera en que se planificaron estas nuevas restricciones “da la idea de ser algo no sostenible, transitorio”, y genera que “el exportador prefiera no liquidar, que el importador lo haga muy rápido y que aquel que tenga que pagar deuda lo haga ahora porque después le va a valer más”.

“En el mejor de los casos, alarga la vida útil, pero la sangre va a buscar otro camino por donde salir. Entonces (es ahí cuando) tenés que poner otro cepo, como se hizo ahora. Yo no hubiera tomado la medida que se tomó la semana pasada. Es un poco de cepo, porque ahora el cupo de USD 200 lo compartimos entre el ahorro y (los gastos con) la tarjeta; un poco de devaluación, porque el dólar ahorro ahora sale 130 pesos; y un poco de desdoblamiento, porque para pagar deudas en el exterior, las empresas tienen un dólar a 110 pesos. Hicieron un poquito de cada cosa y no generaron incentivos. Si hicieras uno solo de estos, tendrías daños colaterales pero también algún beneficio asociado”, resaltó.

El ex funcionario opinó que el Gobierno pudo haber aumentado los requisitos para la compra de divisas “para evitar una devaluación traumática, inminente o descontrolada”, pero desestimó que hubiera sido por temor a “una hiperinflación”, ya que “todavía no estamos en esa instancia”.

No obstante, recordó que “cuando la inflación es muy alta”, el dinero norteamericano “ya pasa a ser unidad de cuenta y entonces medimos el valor de los bienes más valiosos, como los inmuebles y los autos, incluso los electrodomésticos, en esa moneda”.

Por último, el ex ministro hizo una autocrítica al reconocer que para él “fue una desilusión no haber podido dar las respuestas que todos esperaban” de la administración de Cambiemos, aunque aclaró que esa consecuencia “siempre" es a causa de "una combinación de cosas”

“Creo que se subestimó la herencia, el punto inicial, pero también se sobreestimaron nuestras capacidades porque pensamos que con tener crédito, que lo teníamos, ya iban a llover inversiones. No pasó”, precisó. Además, consideró que el programa económico que se implementó durante el Gobierno de Mauricio Macri, del que él fue parte en la última etapa, “no tuvo la consistencia que tenía que tener, no fue tan robusto como demandaban la historia y el futuro no garantizado de los argentinos”.

“Cuando uno hace un plan tiene que tener en cuenta el pasado y el futuro, uno no puede hacerlo pensando en que va a ser reelegido tres veces y entonces va a gobernar 12 años y le va a dar tiempo de hacer las cosas. Algunas decisiones económicas dan frutos, a veces no en cuatro años, sino en ocho. Entonces, puede ser una imprudencia financiarse con deuda en el mientras tanto”, cerró.

 

 

Con información de www.infobae.com

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