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Espionaje ilegal: la fiscal rechazó la recusación de Silvia Majdalani y ya comenzó el camino para definir la situación de los imputados

Arribas y Majdalani ya declararon en indagatoria. Los dos negaron los cargos.

POLÍTICA 22/07/2020 Heretz Nivel
ESPIONAJE ILEGAL

La fiscal federal de Lomas de Zamora Cecilia Incardona rechazó la recusación que motorizó en su contra Silvia Majdalani, la ex número 2 de la AFI durante el macrismo cuando fue indagada, junto a su superior, Gustavo Arribas, en la causa en la que se los acusa de haber llevado adelante tareas de espionaje ilegal sobre la vicepresidenta Cristina Kirchner y haber montado luego una cobertura legal para justificarlo, revelaron a Infobae fuentes judiciales.

Ahora, los abogados del resto de los implicados, desde Arribas hasta el espía de menor rango imputado, pasando por la ex encargada de Documentación Presidencial Susana Martinengo, opinarán sobre si se debe separar o no a la fiscal. La decisión, sin embargo, estará en la lapicera del juez Juan Pablo Augé.

Fuentes judiciales que siguen el expediente consideraron ante Infobae que es poco probable que el juez pueda hacer lugar al pedido. Sobre todo porque tanto en la causa por el espionaje del Instituto Patria como en la que tenía el juez Federico Villena y después recayó en sus manos, Augé decidió entregarle las llaves de la investigación a Incardona, delegándole el rumbo de la instrucción.

Ya empezó a correr el reloj para definir si procesan a Majdalani, Arribas y Martín Coste, el último director de Contrainteligencia durante el macrismo por el espionaje puntual sobre CFK. Precisamente, tanto Alan Ruiz, el ex responsable de Operaciones Especiales ya procesado, junto a Majdalani y Arribas insistieron en cargar las responsabilidad sobre Coste por lo que sucedió en el Instituto Patria, cuando un auto de la AFI fue descubierto en la puerta de esa sede en agosto de 2018.

Coste es justamente el que declaró en la comisión bicameral que Alan Ruiz había organizado las vigilancias sobre la ex presidente y que luego fueron sus superiores, en especial Majdalani, quienes dieron la orden para que el área de Jurídicos “arreglara” el problema. Fue cuando llegó un oficio del juez Marcelo Martínez De Giorgi por la denuncia que había presentado el kirchnerismo. Vale aclarar: esa causa se cerró con un sobreseimiento para Majdalani y Arribas cuando a Martínez De Giorgi le dijeron que esa diligencias sobre CFK estaban justificadas en una causa por posibles atentados terroristas de cara a la cumbre del G20, que tramitaba el Villena. Con ese sobreseimiento, Arribas y Majdalani sostienen que no pueden volver a ser investigados.

El viernes pasado, Coste estuvo declarando seis horas en indagatoria en el juzgado de Lomas de Zamora para ratificar sus afirmaciones. Incluso reveló que él mismo dejó papeles claves que le encargaron durante la gestión macrista sobre este espionaje escondidos en biblioratos para que los encontrara la nueva administración, revelaron a Infobae fuentes del caso. Fue así como Cristina Caamaño, la interventora de la AFI, descubrió esos papeles y formalizó esta denuncia en febrero pasado ante el juez Villena.

Después de su extensa declaración del viernes pasado, mientras Alberto Fernández anunciaba los lineamientos de la salida de la cuarentena estricta, Coste comenzó a sentirse mal durante el fin de semana. El espía que aún cumple funciones en la AFI presentó dolores en el cuerpo, pero no fiebre. Avisó a las personas con las que tuvo contacto, entre ellos al juzgado. Este lunes lo sometieron a un hisopado cuyos resultados estarán el miércoles para saber si puede ser víctima de coronavirus. Ante la duda, tanto el juez y sus funcionarios como los dos fiscales se mantienen por estas horas aislados ante la eventualidad de un resultado positivo, dijeron a Infobae las fuentes consultadas.

La causa por el espionaje en la gestión macrista estalló a inicios de junio en los tribunales de Lomas de Zamora cuando el juez Villena citó a desfilar como testigos a Cristina Kirchner, pero también a Horacio Rodriguez Larreta, Diego Santilli, María Eugenia Vidal, Emilio Monzó, Nicolás Massot, Hugo y Pablo Moyano, el juez Martín Iruzun o periodistas como Hugo Alconada Mon, entre otros.

Según les dijo, a raíz de la revelación de un narcotraficante llamado Sergio “Verdura” Rodriguez, se supo que un grupo de agentes de la AFI habían estado llevando adelante distintas seguimientos y vigilancias sobre distintas personas de la vida política, pero también sobre, por ejemplo, el cuñado de Mauricio Macri -novio de Florencia Macri, hermana del jefe de Estado-. La mayoría de las pruebas estaban registradas en un grupo de whatsapp de los propios espías llamado “Supermariobross”.

El 30 de junio, Villena activó una veintena de detenciones. El 3 de julio, cuando no había terminado la ronda de indagatorias, la Cámara Federal de La Plata lo apartó por pedido de tres espías acusados, que hablaban de temor de parcialidad porque el juez podría terminar investigándose asimismo por su rol en la causa del G20.

Por cuerda separada, la fiscal Incardona venía investigando la denuncia de Caamaño por el Instituto Patria sobre CFK. Cuando fue apartado Villena, el caso del espionaje a los políticos pasó al juez Augé, y este unificó los dos expedientes y, al igual que en el caso anterior, delegó la investigación en Incardona. La fiscal que, junto a su colega Santiago Eyherabide, ya habían pedido la detención y el procesamiento de Alan Ruiz por la causa del Patria decidió que se convocara a declarar como sospechosos a Majdalani, Arribas y Coste.

La declaración de Majdalani: el reto a Parrilli, CFK sin “un minuto de paz” y el deber cumplido

El 13 de julio, Majdalani se presentó en la indagatoria. En su descargo, que hasta ahora no se conocía y al que accedió Infobae, la ex “señora 8″ insistió en rechazar las imputaciones y hasta se quejó porque el senador kirchnerista Oscar Parrilli no la llamó por teléfono antes de ir a los medios a denunciar a aquel auto de la AFI que estaba estacionado en la puerta del Patria, máxime habiendo sido titular de la central de espías.

“Cualquier persona que entienda un poco sobre la materia sabe que es absurdo creer que se puede estar efectuando espionaje ilegal a plena luz del día con un auto registrado a nombre de la agencia, que los agentes le facilitan a la policía la cédula verde del mismo”, dijo. Pero además Majdalani afirmó que en aquel momento “todos los movimientos de la ex Presidente de la Nación, senadora en ese momento, quedaban registrados al instante por la prensa”.

“La senadora no tenía un minuto de paz, la prensa la perseguía constantemente, se moviera a donde se moviera. Si salía de su domicilio, era transmitido en directo a todo el país, faltándole el respeto a su vida privada, se ventilaban todos sus movimientos”, resaltó. “Y el Dr. Parrilli no puede desconocer esa situación de ninguna manera, debía haberme llamado, porque no importa si trabajábamos en diferentes gobiernos, si no pertenecíamos a la misma extracción política. Lo que sí importa y no puede pasarse por alto es el respeto a las instituciones, el respeto al trabajo ajeno... Él sabe perfectamente bien que esa situación tenía que tener una explicación lógica”.

”Judicializar la política es una práctica muy desagradable -dijo Majdalani-. Yo hago política desde los 13 años y jamás judicialicé la política. Y ¿por qué menciono esto? Lo menciono porque no lo considero un hecho aislado. Creo que forma parte de un conjunto de hechos, como por ejemplo la denuncia de la Dra. Caamaño, actual interventora de AFI. No voy a calificar las acusaciones que ella vierte en ese documento pero sí voy a destacar que la doctora solicita la citación a indagatoria del ex Presidente, Mauricio Macri y eso tiene una significancia muy importante”.

Tras recordar que en una reunión en la Comisión Bicameral de control de los organismos de Inteligencia en abril de 2019 los diputados Rodolfo Tahilade y Leopoldo Moreau “nos juraron que íbamos a ir presos”, Majdalani volvió a decir que en los tiempos de Macri “vivíamos épocas realmente preocupantes” en torno a la seguridad nacional y “era fundamental que la Argentina hiciera un buen papel, no tuviera ningún incidente y quedáramos frente al mundo como una gran Nación”.

”A lo largo de los cuatro años que yo trabajé en la agencia, jamás di una orden a nadie para que realice nada fuera de la ley. Durante toda mi gestión se trabajó apegado a la ley. El 9 de diciembre, cuando yo salí de la agencia, cerré un capítulo en mi vida y salí con la convicción y la satisfacción de haber trabajado por mi país con todo lo que pude, honestamente y con el convencimiento absoluto de que había servido a mi patria. Así es como salí el 9 de diciembre de la agencia, con la satisfacción del deber cumplido”.

La recusación a la fiscal y la respuesta de la funcionaria

Pero además de su descargo, Majdalani aprovechó el apartamiento de Villena para recusar también a la fiscal Incardona, que había pedido su indagatoria. A Incardona, Majdalani la acusó de “falta de objetividad y lealtad procesal”. Ahora, la fiscal respondió: en un escrito presentado este lunes, la funcionaria rechazó el planteo y afirmó que se trataba del “viejo y conocido artilugio” de buscar apartar al acusador, señalaron a Infobae fuentes judiciales.

Incardona rechazó las “presentaciones infundadas” de la defensa, afirmó que se olvidaban el Ministerio Público representa los intereses generales de la sociedad y hasta consideró “irrisorio” que se hable de un “temor fundado de objetividad”. Puntualmente, refutó el papel “contradictorio” del que habla la defensa por haber motorizado las indagatorias y al mismo tiempo haber consentido el cierre de la causa del G20, usada para llevar adelante las tareas que ahora se investigan.

Según sostuvo, en la causa no hubo una sola mención a las tareas de inteligencia realizadas sobre la casa de Cristina Kirchner y el Instituto Patria, ni tampoco sobre otros funcionarios nacionales y por lo tanto -dijo resulta “falso” que ella haya sido anoticiada de esas diligencias. Tampoco -dijo- obra constancia de la denuncia del kirchnerismo sobre lo sucedido en el Instituto Patria en agosto de 2018 y la consecuencia causa que tuvo el juez Martínez De Giorgi y que Arribas y Majdalani defienden sus sobreseimientos.

Pero por último, Incardona se quejó de la “caprichosa” comparación que formularon entre ella y el juez Villena, apartado por la Cámara Federal de La Plata por su intervención en la causa del G20 y con el que la representante del Ministerio Público mantuvo una tensa relación a lo largo de la causa por este espionaje. Así las cosas, Incardona sostuvo que Villena se comportó como “el amo y señor” del expediente. Y afirmó que en ese momento no había sospechas en torno a que se hubiera permitido “la inclusión solapada de tareas en infracción a la ley de inteligencia” o de que agentes de la AFI hubiera insertado en esa causa datos falsos para “disimular la ilegalidad” de su proceder.

Con información de www.infobae.com sobre una nota de Patricia Blanco

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