AISLADO EN UN CAMPO, TEVEZ SE HACE DESEAR Y NO LE CONTESTA A BOCA

El Apanche pasa estas decisivas horas para su vida y carrera profesional con extrema tranquilidad y alejado de los medios. En su cabeza desambulan los pensamientos respecto a su futuro inmediato y ahí está solo, sin ninguna presión dirigencial y alejado de los medios de comunicación. 

Los tiempos de cuarentena sirvieron para detener la vorágine de jugar en el Xeneize y mirar en retrospectiva. Los inicios en Fuerte Apache, el sueño cumplido de jugar con la camiseta del club de sus amores y también defender los colores de la Selección; militó en América, se lució en Europa; también tuvo un paso por oceanía y -después del último título- sigue esperando una definición.

 
A sabiendas de que muchos directivos de la nueva comisión de Boca lo tendrían marcado por su estrecha relación con Daniel Angelici, transitó por la senda del bajo perfil y se dedicó a lo deportivo después de aclarar los tantos con Juan Román Riquelme en enero el corriente año. Se convirtió en líder del equipo de Miguel Ángel Russo, quien le dio su lugar y renovó su confianza; fue clave para dar la vuelta olímpica y transita estos días con esa carta bajo la mesa.

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Transcurrieron tres días desde que finalizó el vínculo oficial y todavía no hay novedades respecto a la renovación. El tema pasó a un cuarto intermedio y el hombre de 36 años se tomará unos días más para despejar las ideas, dejar que la situación se enfríe y así pueda analizar las opciones para definir. Mientras tanto sobrevuelan los rumores de un posible retiro, pero también otras instituciones como Olimpia y Corinthian se ilusionan con la chance de contratarlo.

Mientras tanto, los hinchas esperan una definición y el cuerpo técnico aguarda para saber qué pasará con Apache.

Fuente; Depo.com.ar