Entregaba a sus hijas para que jubilado las viole a cambio de dinero
Los acusados fueron elevados a juicio y el padre de las menores también quedó imputado.
NACIONALES 31/03/2020 Agencia de Noticias del InteriorEl hecho ocurrió durante dos años, del 2016 al 2018. En un barrio ubicado al sudeste de Salta capital, una madre entregaba a sus hijas de 7 y 10 años a un jubilado de 68 años, que vivía cerca de su casa, para que las viole a cambio de dinero. El hecho salió a la luz cuando la nena mayor se lo contó a su abuela, quien rápidamente fue a hacer la denuncia policial.
La madre y el violador fueron elevados a juicio, en una investigación que en los últimos días cobró mayor relevancia luego de un descubrimiento escalofriante: la mujer también prostitutía a dos amigas de sus hijas, también menores de edad.
La madre, de 27 años, tenía una relación muy estrecha con el violador ya que había trabajado en el negocio que él tenía antes de su jubilarse, una despensa. Ambos fueron detenidos ni bien se presentó la denuncia y pueden tener penas de hasta 15 años de cárcel.
Pero, además, la Justicia imputó al padre de las nenas en la causa iniciada por las violaciones que ellas sufrieron. Según pudo demostrar la fiscal, él estaba al tanto de lo que les ocurría y podría llegar a recibir la misma pena que los otros dos acusados, aunque por el grado de participación le permitieron esperar al juicio en libertad.
Otro hecho aberrante ocurrió cuando le tomaron declaración al jubilado acusado de violación. "Eso es verdad pero no hubo ningún abuso. Ellas querían”, dijo el hombre. Cabe la aclaración, para el Código Penal argentino no existe la figura del consentimiento en niñas de 7 y 10 años: tener sexo con una nena de esa edad es una violación. La madre, por su parte, no dio respuestas claras.
Los padres de las otras dos nenas abusadas no quedaron implicados en la causa ya que no se pudo demostrar que estuvieran enterados de lo que ocurría. Al parecer, las coptaban prometiéndoles golosinas u otros regalos.
Tanto la madre de las niñas como el abusador también fueron acusados de corrupción de menores agravado, ya que obligaban a las nenas a ver como ellos tenían sexo. De hecho, era una de las cosas por las cuales la mujer le cobraba dinero al violador.
La causa fue elevada a juicio oral en enero de este año, pero por la situación del coronavirus el debate oral se retrasó y todo indica que se resolverá recién el año que viene.
Fuente: Revista Pronto