El motivo del agua contaminada que llega al Río Suquía

Los 10.000 metros cúbicos por hora que salen de la planta de Bajo Grande, y que son vertidos al Río Suquía, salen igual o peor de las condiciones en que las ingresan.

El sistema de depuración tiene innumerables problemas. Ya en el inicio de la línea de flujo, el equipo que hace el desbaste primario está fuera de servicio. “El grado de deterioro de partes, y al no tener repuestos que son importados, hizo que se llegue a su paralización total”, aseguró el ingeniero Jorge Novello Baldani, encargado de la planta de Bajo Grande.

De las cuatro antiguas máquinas desbastadoras, solo una trabaja. Las otras están comidas por el herrumbre. “Está tan deteriorado el nivel de inversión que no podés utilizar equipos alternos”, manifestó el ingeniero Juan José Tunineti, subsecretario de Infraestructura Municipal.

De los cuatro sedimentadores primarios, solo dos funcionan, los otros están en arreglo. La sala de comando principal de ingestión de barros presenta un panorama  desolador. Bombas y calderas también están fuera de servicio “por la falta de repuestos”, según recalcó Novello Baldani.

Y así el proceso está deteriorado en distintos sectores. “De los seis percoladores solo funcionan dos”, indicó el ingeniero Roberto Frezzi, director de Redes Sanotarias Municipal. Además, agregó que “es un proceso integral, y todas las unidades deben funcionar adecuadamente, de lo contrario se hace un mal trabajo de depuración”.

Sin embargo, lo que parece increíble del desmanejo de la planta tiene que ver con cuatro digestores que se empezaron a construir en 1998. Al año 2000 estaba avanzada en un 70 por ciento. “La obra se terminó hace más de cinco años, pero nunca funcionó por la litigiosidad que hay con la empresa”, remarcó Novello Baldani.

Por todo esto, el agua que descarga al río está en muy mala condiciones sanitarias. Impacta. “Sin la toma de conciencia no hay inicio de solución”, expresó sorprendido el funcionario que tendrá la enorme responsabilidad de evitar que tanta contaminación vaya río abajo.

Fuente: El Doce