Murió un conocido delincuente cordobés y vecinos lo despidieron con aplausos

Héctor “Kiko” Jatib murió a los 60 años consumido por el cáncer. En la última foto que le sacaron –publicada en las redes sociales- aparece posando a la cámara, postrado en una cama con el tubo de oxígeno y en su mano derecha una pistola. 

El pasado lunes fue el velorio en barrio Müller. Familiares y vecinos lo despidieron con aplausos. La zona esta revolucionada. En medio de la ceremonia, llegó un camión del Servicio Penitenciario de la Provincia de Córdoba con presos. 

Era parte del clan Jatib que llegaba para darle el último adiós. Un despliegue policial nunca antes visto con un grupo de la Guardia de Infantería que tuvo que cortar la calle para evitar una fuga masiva. Nada de eso ocurrió y todo se desarrolló con tranquilidad.

Las imágenes de esa despedida, en medio de llantos y aplausos, se viralizaron. El periodista Juan Federico publicó el video en La Voz y relató la historia de un conocido delincuente, que se dedicaba al narcosecuestro y que fue despedido como un rey en un barrio cordobés.

Quién era Héctor Kiko Jatib

En 2016, fue condenado a 11 años de prisión como autor de secuestro extorsivo agravado ocurrido en 2013 entre los barrios Acosta, Colonia Lola y Müller. 

Jatib recibió cuatro condenas (una por homicidio y el resto por robos). Estuvo 22 años preso en Córdoba y en Buenos Aires. La última parte de la sentencia la cumplió con el beneficio de la prisión domiciliaria debido a su avanzada enfermedad.  

El fiscal Gustavo Vidal Lascano, quien investigó el secuestro del 2013

“Hay una estructura de clan, familiar, bastante importante atrás de “Kiko” Jatib”, comenzó diciendo en diálogo con Telenoche. Al hacer mención al polémico velorio, consideró que llama la atención porque “vivimos en sociedades paralelas” donde los códigos de convivencia son diferentes. “Las personas de estas características, con un historial de criminalidad pasan a ser personas importantes”, sostuvo.

Vidal Lascano concluyó: “Yo les llamo que hay sociedades paralelas. Circulan juntas pero separadas por una brecha inmensa. En general esa brecha está referida a la marginalidad, a los delitos, que son diferentes. A veces son sociedades mucho más solidarias que las que usted y yo vivimos”.

Fuente: El Doce