
La recaudación tributaria profundiza su retroceso y anticipa otro cierre de año en baja
ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior

- La recaudación de noviembre habría caído 3,4% real, según estimaciones privadas.
- Las transferencias a provincias y CABA sumarían $5,25 billones, con baja real del 5,4%.
- IVA y Ganancias profundizan el retroceso: -3,5% y -3,3% interanual.
- Los impuestos internos y regímenes especiales también marcan descensos significativos.
- Bienes Personales se derrumba 68,5% por el pago adelantado de 2024.
- La comparación con un 2024 extraordinario agrava el impacto sobre los ingresos actuales.
El Ministerio de Economía transita las últimas semanas de 2025 con un signo de preocupación cada vez más marcado: la caída de la recaudación tributaria. Los primeros datos preliminares de noviembre, difundidos por distintas consultoras especializadas, apuntan a un retroceso real que vuelve a colocar al sistema fiscal bajo presión y anticipa otro cierre anual complejo para las cuentas públicas. La merma responde, en buena medida, a la elevada base de comparación que dejó 2024, un año excepcional por ingresos extraordinarios, pero también exhibe señales propias de la dinámica económica del presente.
Según estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Politikon Chaco y el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), los impuestos que más influyen en los recursos federalizados —Ganancias e IVA— habrían registrado en noviembre una caída de 3,4% en términos reales. Ese desempeño negativo se traslada en forma directa a las provincias: el Gobierno nacional habría enviado $5,25 billones en concepto de coparticipación, leyes especiales y compensaciones, una cifra que implica una baja real del 5,4% respecto del mismo mes del año pasado.
En un contexto donde la reducción del gasto es la principal consigna oficial, la disminución de los ingresos representa un interrogante sensible. El IARAF detalla que la coparticipación neta —es decir, las transferencias automáticas sin incluir leyes complementarias ni compensaciones— habría descendido 5,5% interanual. El retroceso se explica principalmente por el desempeño de los dos tributos más relevantes del sistema: Ganancias habría caído 3,3% real, mientras que el IVA registraría una baja de 3,5%.
El análisis de Politikon Chaco coincide en el diagnóstico y subraya también el componente mensual: Ganancias habría retrocedido 0,8% frente a octubre y el IVA un 8,4%. Este último dato pone en evidencia un deterioro más profundo del consumo, ya observado en otros indicadores sectoriales. Para la consultora, la combinación de menor actividad y un patrón de gasto más prudente tras meses de ajuste contribuye al enfriamiento de la base imponible.
La debilidad no se restringe a los tributos principales. Los impuestos Internos habrían caído 12,8% interanual, aunque mostraron una mejora mensual del 4,8%. Otro rubro, los denominados “Otros Coparticipados”, exhibe un desplome del 91,1% interanual, parcialmente compensado por un repunte mensual del 19,9%. Las oscilaciones responden a cambios normativos y al arrastre de regímenes transitorios implementados en 2024.
Un capítulo aparte merecen los impuestos incluidos en leyes y regímenes especiales. Los envíos por esta vía totalizaron $192.374 millones, apenas el 3,7% del total, pero marcaron un retroceso significativo del 23,6% real respecto del año pasado. El mayor impacto proviene del Impuesto a los Bienes Personales, que —según Politikon— cayó 68,5% interanual debido al régimen de pago adelantado aplicado en 2024. Ese mecanismo implicó un «vaciamiento» de la recaudación potencial de este año, fenómeno que el Gobierno ya había anticipado, pero que ahora se verifica con plena intensidad.
El CEPA, por su parte, traza un panorama incluso más severo. Sus estimaciones, basadas en una inflación proyectada de 1,9% para noviembre —menor a la utilizada por otras consultoras—, arrojan una retracción del 50% real en los Recursos de Origen Nacional. En su cálculo, la coparticipación federal habría caído 5,1%, mientras que el IVA y Ganancias mostrarían retrocesos de 3,1% y 2,9%, respectivamente. Las diferencias metodológicas no alteran la conclusión general: la recaudación continúa en baja y no encuentra, por ahora, señales contundentes de reversión.
A la luz de estas cifras, la explicación oficial recurre al llamado «efecto base»: 2024 aportó ingresos extraordinarios, como el Impuesto PAIS —que representó algo más de un punto del PBI— y el adelantamiento masivo de Bienes Personales. Ninguno de esos elementos está presente en 2025. Sin ese colchón, los números actuales exhiben un comportamiento que combina normalización con una economía que aún se mueve en terreno frágil.
El cierre del año dependerá ahora del desempeño de diciembre, habitualmente más robusto por factores estacionales. Pero todo indica que el Gobierno deberá enfrentar un escenario de ingresos ajustados, con impacto directo en la relación con las provincias y en la propia hoja de ruta fiscal que la administración busca consolidar.







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