Casación busca acelerar el juicio de los Cuadernos y eliminar la feria judicial

JUDICIALES Agencia de Noticias del Interior
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  • Casación convocó al Tribunal Oral Federal N° 7 para acelerar el juicio de los Cuadernos.
  • Se evalúa triplicar la frecuencia de audiencias y eliminarlas de la modalidad virtual.
  • Podrían usarse las nuevas instalaciones de la sala AMIA en Comodoro Py.
  • Se analiza suprimir la feria judicial de verano para evitar demoras.
  • El juicio comenzó el 6 de noviembre con 87 imputados, entre ellos Cristina Kirchner.
  • La lectura de la primera acusación aún continúa y se espera concluirla esta semana.

La Cámara Federal de Casación Penal decidió intervenir de manera directa para imprimirle mayor ritmo al juicio oral por la causa conocida como los Cuadernos de las Coimas, el expediente de corrupción más voluminoso de la historia argentina y que tiene entre sus principales acusados a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner junto con otros ochenta y seis imputados.

En una resolución adoptada este martes, los jueces Daniel Petrone, Gustavo Hornos, Ángela Ledesma, Carlos Mahiques y Mariano Borinsky —reunidos en el Acuerdo de Superintendencia del tribunal— convocaron a los magistrados del Tribunal Oral Federal (TOF) N° 7 a una reunión que se celebrará el próximo martes 18 de noviembre. El encuentro tiene un objetivo concreto: definir medidas que permitan “mayor eficacia, eficiencia y celeridad” en el desarrollo del juicio, entre ellas, el aumento de la frecuencia de las audiencias, su realización presencial y la posible utilización de la recientemente remodelada sala AMIA de Comodoro Py.

La iniciativa de Casación surge como respuesta a la preocupación por el ritmo del proceso, que hasta ahora avanza con extrema lentitud. Las audiencias se celebran únicamente los jueves, de manera virtual y con frecuentes demoras. Según trascendió, una mayoría de los camaristas considera indispensable realizar al menos tres audiencias presenciales por semana y, además, suprimir la tradicional feria judicial de verano para evitar nuevas interrupciones.

El plan de acelerar el juicio coincide con el avance de las obras en la sala AMIA, un espacio con capacidad para unas doscientas personas y equipado con tecnología para transmisiones en vivo y registros audiovisuales de alta calidad. Aunque su inauguración estaba prevista para esta semana, las obras se demoraron, y se estima que el recinto estará operativo hacia fin de mes. Si se cumple ese cronograma, el TOF 7 podría trasladar allí las audiencias a comienzos de diciembre, lo que facilitaría un ritmo de trabajo más intenso.

Los jueces del tribunal oral —Enrique Méndez Signori, Germán Castelli y Fernando Canero— deberán ahora coordinar con la Cámara los detalles logísticos y judiciales para implementar las reformas. Entre las opciones se analizan la reorganización del cronograma semanal y la definición de un sistema que permita la continuidad de las audiencias durante el verano, una medida excepcional en la historia judicial argentina.

El presidente de la Sala I de Casación, Diego Barroetaveña, no participó del acuerdo por encontrarse fuera de la sede, a cargo de la acusación en el juicio político al juez federal Eduardo Poderti. Aun así, el resto de los camaristas respaldó de forma unánime la decisión de intervenir para evitar dilaciones que podrían prolongar el juicio durante varios años.

El proceso oral comenzó formalmente el pasado 6 de noviembre, poco después de las 10:20, con la presencia virtual de los 87 acusados y sus abogados defensores. La audiencia fue transmitida en vivo a través del canal de YouTube de la Corte Suprema. Aun en su arranque, el juicio exhibió los problemas de coordinación que ahora preocupan a Casación: comenzó con casi una hora de demora y avanzó a paso lento con la lectura de las acusaciones.

En aquella primera jornada, cuatro secretarios del tribunal se turnaron para leer el pedido de elevación a juicio del primer tramo del expediente 9608/2018, firmado en 2019 por el fiscal Carlos Stornelli. Ese escrito, de unas 225 mil palabras, abarca solo una parte del caso, y su lectura completa podría extenderse hasta enero si se mantiene el ritmo actual de una audiencia semanal.

La semana pasada se completó la lectura de más de la mitad del documento, y se prevé que en la próxima audiencia —programada para este jueves— se cierre esa etapa inicial. Recién entonces comenzará el desfile de testigos, entre los que figuran exfuncionarios, empresarios y choferes involucrados en los presuntos pagos ilegales registrados en los célebres cuadernos del chofer Oscar Centeno.

Con el impulso de Casación, el máximo tribunal penal busca ahora evitar que el caso se diluya en la burocracia y el calendario judicial. La intención es que el juicio recupere el ritmo y la atención pública que tuvo en su etapa de instrucción, cuando las confesiones de exfuncionarios y empresarios delinearon uno de los mayores escándalos de corrupción de las últimas décadas.

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