Tasas al 190%: las pymes frente al peor costo financiero en casi dos décadas

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
bcra-banco-central
  • La tasa para descubiertos en cuenta corriente subió del 80% al 190% nominal anual, el mayor nivel en 17 años.
  • El salto se originó por la inestabilidad financiera tras la eliminación de las LEFIs por parte del Ministerio de Economía.
  • Las pymes reducen su toma de crédito y priorizan liquidez para sobrevivir al nuevo escenario.
  • Los cheques negociados en el MAV cotizan entre 65% y 81% anual, según el nivel de garantía.
  • Economistas y empresarios advierten un fuerte efecto contractivo sobre la inversión y el empleo.
  • La falta de pesos y la incertidumbre electoral profundizan la volatilidad del sistema financiero.

En las últimas horas, un nuevo golpe financiero sacudió al entramado productivo argentino: la tasa de interés para los descubiertos en cuenta corriente —una herramienta clave para el financiamiento diario de las pequeñas y medianas empresas— trepó del 80% al 190% nominal anual. Se trata del nivel más alto en al menos 17 años, y su impacto amenaza con paralizar el flujo de capital de trabajo de miles de firmas que ya venían operando en un contexto de extrema fragilidad.

El salto, registrado entre el martes y el miércoles según datos del Banco Central, generó alarma inmediata en el sector empresario. Muchos optaron por no renovar líneas de crédito, extender plazos de pago a proveedores o recurrir a medidas de emergencia para sostener su operatoria básica. El detonante de esta escalada fue la creciente inestabilidad del sistema financiero, que se agravó tras la decisión del Ministerio de Economía de discontinuar, a mediados de julio, las Letras Fiscales de Liquidez (LEFIs), un instrumento que permitía al Banco Central administrar la liquidez diaria de los bancos.

El efecto fue inmediato: sin las LEFIs como válvula de contención, las entidades financieras comenzaron a ajustar sus tasas activas y pasivas para protegerse de la escasez de pesos. En ese contexto, los adelantos en cuenta corriente —el crédito más habitual para cubrir gastos de corto plazo como sueldos, impuestos o compras de insumos— se transformaron en un lujo.

Actualmente, las pymes disponen de dos mecanismos principales para financiar su capital de trabajo: los descubiertos y la venta de cheques. En el Mercado Argentino de Valores (MAV), los cheques garantizados se negocian con tasas del 65% nominal anual, mientras que los no garantizados llegan hasta el 81%. Pero el problema no se limita a las tasas: la disponibilidad de crédito también se achicó de forma abrupta, haciendo que incluso las opciones más costosas sean difíciles de conseguir.

“Una suba de tasas de esta magnitud lleva a las empresas a cambiar su comportamiento: pasan de pensar en expansión a pensar en supervivencia”, explicó el economista Jorge Gabriel Barreto. Según su análisis, el impacto de este movimiento no se limita al financiamiento: “Se prioriza la liquidez. Se frena la compra de maquinaria, la reposición de stock y se postergan proyectos de inversión. Es un efecto contractivo que enfría toda la actividad económica”, señaló.

En la misma línea, Marcelo Fernández, titular de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), advirtió que muchas compañías ya están dejando de utilizar líneas de descubierto, salvo en casos de extrema necesidad. “En apenas dos días, en ciertos bancos las tasas de descubierto saltaron 20 puntos. En algunos casos, para empresas de segunda línea llegaron al 140%”, detalló Fernández.

Desde el ámbito financiero, el panorama tampoco ofrece alivio. Wise Capital, administradora de fondos del mercado local, informó que “las tasas en moneda local volvieron a mostrar fuerte volatilidad, en medio de la escasez de liquidez y la búsqueda de cobertura en dólares antes de las elecciones”. Según su último informe, la caución a un día —una herramienta para operaciones de corto plazo— osciló recientemente entre el 10% y el 93%, cerrando en torno al 20%, mientras que la tasa de REPO (operaciones de recompra entre bancos y el BCRA) volvió a escalar hasta el 100%, tras haber alcanzado el 190% en la jornada previa.

La explicación, de acuerdo con Wise Capital, está en la falta de pesos en el sistema financiero luego de que los bancos redujeran su fondeo al Banco Central, en medio de un escenario electoral que alimenta la dolarización preventiva y una creciente desconfianza sobre la estabilidad monetaria.

Para las pymes, el panorama es asfixiante: los costos financieros se disparan, la demanda interna continúa deprimida y los márgenes operativos se reducen al mínimo. Sin herramientas de crédito accesibles, el riesgo de una ola de cierres y suspensiones en el sector productivo se vuelve cada vez más tangible.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto