El Gobierno defiende eliminación de LEFIs y busca contener la volatilidad cambiaria en un escenario electoral complejo

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El Gobierno defiende la eliminación de las LEFIs, que consideran una medida planificada, y atribuye la tensión cambiaria actual a la campaña electoral y a un gasto adicional impulsado por la oposición.
  • Para evitar que el dólar mayorista supere los $1.300, subieron las tasas de interés, pese al impacto negativo en la economía real.
  • La prioridad oficial es sostener la desinflación hasta las elecciones de medio término, con especial atención a la provincia de Buenos Aires, donde la competencia electoral es más ajustada.
  • El consumo sigue débil y el crédito se encuentra limitado, ya que las familias destinan casi el 20% de sus ingresos al pago de cuotas.
  • Empresas clave no trasladan el aumento de costos dolarizados a precios para no perder volumen, afectando sus márgenes.
  • Con la reducción de la oferta de dólares por el fin de la cosecha gruesa, el Gobierno apuesta a tasas altas y fuerte intervención en futuros para mantener el dólar controlado cerca de $1.300.
  • El principal desafío es regenerar la confianza del mercado y evitar una mayor volatilidad en un contexto electoral e inflacionario sensible.

En un contexto de creciente tensión cambiaria, el equipo económico del Gobierno rechaza públicamente las críticas sobre la eliminación de las Letras de Fijación (LEFIs), una medida planificada y ejecutada sin demoras. Las recientes turbulencias en el mercado cambiario son atribuidas por los funcionarios a la lógica electoral y al paquete de leyes impulsado por la oposición, que implicaría un gasto público adicional equivalente a 2,5 puntos del Producto Bruto Interno.

El presidente Javier Milei había anticipado en su discurso en la Bolsa de Comercio que se esperaba “volatilidad” en los mercados, una predicción que se está confirmando. Para evitar que el dólar mayorista supere los $1.300, el Gobierno optó por un incremento significativo de la tasa de interés, consciente del impacto negativo que esta decisión puede generar en la economía real, especialmente en el sector empresarial.

Foco en la inflación y las elecciones provinciales

El principal objetivo del oficialismo hasta las elecciones de medio término es sostener el proceso de desinflación. Además, la atención está puesta en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, previstas para el 7 de septiembre, cuya competencia electoral se presenta más reñida que a nivel nacional, donde el oficialismo mantiene una ventaja clara según las encuestas.

Aunque la reciente suba del tipo de cambio ha sido contenida gracias a la intervención oficial, el Gobierno vigila de cerca que este aumento no impacte en los precios de los productos de la canasta básica. La meta es que la inflación mensual se mantenga cerca del 1%, un objetivo todavía lejano frente al 2% actual.

Consumo estancado y crédito bajo presión

En un escenario de política monetaria restrictiva y con paritarias que no logran seguir el ritmo de la inflación, el consumo interno se mantiene débil. La estrategia de impulsar la actividad económica a través del crédito parece estar en crisis, luego del aumento en el costo de las cuotas.

Un informe del Banco Central indica que las familias ya destinan el 19% de sus ingresos al pago de cuotas, limitando el margen para tomar nuevas deudas y consumir. En este contexto, las ventas “de contado” continúan en niveles bajos a pesar de la desaceleración inflacionaria.

Empresas de sectores clave como alimentos y productos de higiene reconocen que no pueden trasladar el aumento de costos dolarizados a los precios finales, optando por preservar volumen de ventas a costa de márgenes mínimos de rentabilidad.

Luis Caputo y la defensa del dólar

Con la proximidad de las elecciones, el Gobierno está decidido a impedir una escalada del tipo de cambio. Sin embargo, a partir de la próxima semana se espera una caída en la oferta de divisas, ya que se agotan los dólares provenientes de la cosecha gruesa, que habían sido adelantados con una reducción temporal de las retenciones.

El mercado estima que la oferta diaria se reducirá a menos de 100 millones de dólares, frente a los 200-250 millones que se venían registrando en semanas anteriores. Para hacer frente a esta situación, el aumento reciente de las tasas será clave para mantener el dólar en un techo que el Gobierno quiere ubicar en torno a los $1.300 mayoristas.

Según analistas, como Javier Casabal de Adcap, la fuerte intervención oficial en el mercado de futuros ha sido una señal clara del compromiso gubernamental por sostener el tipo de cambio dentro de ese límite.

El desafío para el equipo económico es lograr regenerar la confianza de los mercados y contener la volatilidad en un escenario de alta sensibilidad electoral y presiones inflacionarias.

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