El tiempo - Tutiempo.net

Como Pharrell ha conseguido que el clásico Speedy de Louis Vuitton sea de nuevo el objeto más deseado de la marca

MODAG24NG24N
descarga (2)

Poner Pharrell al frente de la línea masculina de Louis Vuitton fue un giro de guion que pilló a la industria de la moda desprevenida, pero no sorprendió en absoluto. Eso sí, ni siquiera él se lo esperaba. De hecho, cuando la firma le preguntó –en calidad de amigo– quién debería ocupar ese puesto tras el fallecimiento de Virgil Abloh, el artista se apresuró a señalar a su colega Nigo. Sin embargo, Pharrell ya era un viejo conocido de la casa y habían realizado varias colaboraciones en conjunto. Además, mantenía una estrecha amistad con su predecesor, Abloh, con quien compartía varios puntos en lo que a estética y valores se refiere. Así pues, una vez resuelto el misterio de la sucesión y visto con perspectiva, su nombramiento era posiblemente el más consecuente de todos.


Por aquel entonces, en aquel febrero de 2023 en el que se anunció todo, era un misterio lo que Pharrell haría en Louis Vuitton, hasta que en junio de ese mismo año tuvimos un adelanto: un cartel gigante colgado en el Musée d'Orsay de París en el que Rihanna protagonizaba la primera campaña del Louis Vuitton de Pharrell. En la imagen, la cantante y empresaria lucía un conjunto negro en Damouflage (la reinvención de la lona Damier de la maison imitando al camuflaje) y cuatro bolsos Speedy en vibrantes colores: verde, amarillo, rojo y azul. Una instantánea que pocos meses después se revelaría como la declaración de intenciones absoluta del diseñador para la marca.
 
Dentro de la opulencia que siempre caracteriza las colecciones de Pharrell –ricos tejidos, perlas, brillantes, sets mastodónticos…–, una de las piezas que más llamó la atención de su debut fue el bautizado como Speedy P9 que ya adelantó Rihanna y que pronto colgaría del brazo de Jacob Elordi, indiscutible icono de estilo contemporáneo y amante confeso de los bolsos. Su silueta era la misma de siempre, un bolso tipo bowling con el monogram clásico de la firma y su reconocible emblema LV. Sin embargo, Pharrell lo elevó al siguiente nivel confeccionándolo completamente en piel –hasta entonces era de lona impermeable– y convirtiéndolo al instante en el nuevo objeto de deseo.

 
Primera campaña de Pharrell para Louis Vuitton P/V 2024 protagonizada por Rihanna.Cortesía de Louis Vuitton
 

El bolso Speedy es todo un icono de Louis Vuitton. Simplemente con su silueta es identificable. Ni siquiera tenemos que ver las iniciales estampadas en él para saber que pertenece a la maison. Pero ¿cómo llegamos a este punto? A golpe de hito.

 
 
Todo empezó a mediados del siglo XIX. Por aquel entonces se viajaba con baúles pesadísimos y difíciles de transportar. Louis Vuitton puso solución a eso creando los primeros baúles de tapa plana –para que se pudieran apilar unos sobre otros– y recubiertos de una lona impermeable –primero gris (Trianon), luego a rayas para evitar imitaciones y más tarde en su clásico estampado a cuadros (Damier)– que impedía que la ropa se empapara o llegara impregnada de olor a madera o piel mojada. Para encontrar el Monogram tenemos que viajar hasta 1896, cuando George Vuitton creó, en homenaje a su padre, la lona marrón con letras en tostado que aplicó a sus baúles.
 
 
Para llegar al Speedy tenemos que pasar antes por el Keepall, una bolsa de viaje flexible confeccionada en la lona impermeable de Louis Vuitton que era más fácil de transportar y almacenar en los compartimentos superiores de los transportes. De ella surge el Speedy 30 en 1930, un Keepal de pequeñas dimensiones pensado para el día a día. Gracias a su comodidad y a estrellas como Audrey Hepburn –quien lo convirtió en su bolso preferido llegando a confeccionar su propia versión a medida, el Speedy 25–, el accesorio se convirtió en mito.


Ahora bien, al borde de cumplir un siglo de vida, el Speedy es un icono al que nuestro ojo se ha acostumbrado y, aunque es reconocido como un símbolo de estatus y lujo, a nadie le sorprende verlo de la mano de los modelos en los desfiles de Louis Vuitton. De hecho, por ser a día de hoy un elemento tan común de la firma, en ocasiones puede quedar diluido en la propuesta completa del show. Sin embargo, Pharrell vino a darle una nueva vida y connotación para las nuevas generaciones y las de siempre, que vuelven a desear el Speedy como antaño, pero en su versión P9. Dicho eso, ¿qué es lo que ha hecho Pharrell exactamente para conseguirlo? Nada nuevo que no hayamos visto ya.

 
Si repasamos las colaboraciones de Pharrell con diferentes firmas de moda antes de convertirse en director artístico de Louis Vuitton Mens, encontraremos en ellas un denominador común. Tomemos de ejemplo una de sus más longevas, la de adidas. Su estrategia fue tomar algunos de sus modelos clásicos, como las Superstar, y utilizando una carta de color como si tratase de una caja de pinturas infantiles, teñirlas completamente de cada uno de esos colores vibrantes. Llegados a Louis Vuitton, Pharrell ha aplicado su seña de identidad más distintiva: seleccionar el clásico de la firma, el Speedy en este caso, y teñirlo de colores básicos: amarillo, azul, verde y rojo para empezar, e ir desvelando diferentes declinaciones en los sucesivos desfiles, como el azul turquesa y el púrpura del invierno pasado, el rosa cerezo, el verde menta o el naranja melocotón de este verano o el dorado y azul marino del próximo invierno 2025. Y no solo eso, sino que además ha elevado su estatus (y su precio) sustituyendo por primera vez la lona monogram por piel de napa estampada con el logotivo LV. De esta manera, mantiene la misma silueta de siempre, por lo que es totalmente reconocible, pero actualiza y reposiciona el mito al darle un lavado de cara –como hizo Marc Jacobs en su era como director creativo y sus diferentes colaboraciones– y lo maximiza aportándole un acabado superior en un momento en el que modelos en piel como el Birkin de Hermès o el Clásico de Chanel son considerados casi inversiones a largo plazo.

Fuente: GQ

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto