Cómo separar los residuos en la ciudad: qué se debe diferenciar y cuándo sacarlos a la calle
CÓRDOBA Daniela ZETALa Municipalidad de Córdoba trabaja diariamente en la recolección y tratamiento de los residuos en la ciudad. El primer paso para que los elementos que desechamos puedan ser reutilizados es la separación en origen: la tarea que hacemos en nuestras casas.
Los residuos secos son aquellos que se pueden reciclar y, por ende, reinsertarse como parte del paradigma de la Economía Circular en Córdoba. Estos son:
Papel y cartón: cajas, sobres, revistas, diarios, folletos.
Tetrabrick: Cartones de jugo, vino, salsa, leche.
Plásticos: botellas, tapas, sachets, bidones, potes, envoltorios, etc.
Metales: latas de conservas, latas de bebidas, desodorantes, llaves.
Vidrios: botellas y frascos.
Telas: todo tipo de textiles.
Los materiales deben estar limpios para que no contaminen a los demás, es decir, que no mojen o manchen. Se pueden enjuagar o limpiar antes de guardarse.
Los residuos secos cuentan con recolección domiciliaria, en los días y horarios establecidos por las empresas recolectoras Urbacor y Lusa. El cronograma se puede consultar en el siguiente link, ingresando el domicilio particular.
También existen otras formas de colaborar con su reciclado:
Contenedores diferenciados (marcados con la inscripción “Residuos secos” en la vía pública)
Ecopuntos (grandes containers ubicados en lugares estratégicos de la ciudad)
Centros Verdes (seis espacios administrados por el municipio para su tratamiento)
Los residuos secos en el área central no cuentan con recolección domiciliaria, por lo que es importante llevarlos a los contenedores verdes que se encuentran en las calles.
Por otra parte, los residuos húmedos son los restos de comida, papeles y cartones mojados o sucios, apósitos, restos de barrido, pasto cortado y yerba usada. Estos no no pueden ser recuperados y deben ser desechados para que los recoja el camión recolector.
Estos residuos se compactan y se envían al predio de enterramiento. Es importante sacarlos a la vía pública hasta 2 horas antes de que pase el camión. También puede consultarse los días y horarios en el mismo link.
Para una correcta diferenciación, es importante contar con dos recipientes. Se pueden usar tachos, bolsas, cajas o paquetes de alimento balanceado, entre otros elementos que funcionan como contenedor.
Se puede encontrar más información en el sitio web de la campaña Reparadores Seriales.
¿Por qué debemos separar los residuos?
En Córdoba capital, en promedio, cada habitante genera 1,2 kg de residuos por día, entre reciclables y no reciclables.
Por mes, unas 35.000 toneladas se entierran en el predio de Piedras Blancas, lo que equivale al peso aproximado de casi 3000 colectivos.
El compromiso con la separación de residuos ayuda a disminuir este número, para que cada vez menos residuos se descarten y más puedan ser aprovechados para la Economía Circular.
La separación en origen es una práctica de compromiso ciudadano con nuestro ambiente y con el cuidado de nuestra salud. Más del 30% de la basura que generamos son residuos secos que pueden recuperarse si los separamos.
Además, la Ordenanza N° 12.648 en su Art. 15° establece que todos los generadores –individuales y especiales- deben separar en origen los residuos. Es decir, todos los edificios, de cualquier cantidad de pisos y de cualquier cantidad de unidades funcionales también están obligados a separar.
Los resultados de la separación en Córdoba
Los residuos reciclables llegan a los Centros Verdes a través de diferentes opciones que tiene el vecino: la recolección domiciliaria, los Ecopuntos y los contenedores de residuos secos de la zona central. La cifra de los materiales se incrementó sistemáticamente desde el año 2019.
El compromiso de los vecinos resulta esencial, porque facilita la valorización de recursos que, mezclados, reducirían su utilidad. Los materiales se transforman en marcos para lentes, útiles escolares, medallas, zapatillas, ropa, esculturas metálicas y otras piezas trabajadas junto a emprendedores de la Economía Circular.
La colaboración entre los vecinos, las organizaciones, las pymes, el sector privado, los recuperadores urbanos y el Estado resulta fundamental para lograr un círculo virtuoso que redunde en beneficios ambientales y sociales para toda la sociedad.