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Martín Llaryora se aleja cada vez más de Javier Milei

POLÍTICA 08/07/2024 Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias
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Martín Llaryora, Luis Juez y Rodrigo de Loredo están en la cancha de nuevo. La foto de la fórmula del fernet en una panadería del sur de la ciudad de Córdoba -y que Letra P anticipó que vendría- generó repercusiones palpables. La primera llegó con la designación de Carlos Galoppo como defensor adjunto del pueblo.

El ombudsman saliente, Mario Decara, empoderó a su responsable de prensa con la venia de Llaryora. El oficialismo presentó el desenlace como producto de la interna entre radicales y juecistas por la vacante que históricamente el cordobesismo cedió a la oposición.
 
En un encuentro en Oncativo, De Loredo afirmó a la tropa boinablanca que el gobernador “aprovechó” la negociación por la Defensoría del Pueblo para generar divisiones en la alianza superviviente. El entorno del diputado afirma que la voluntad de unidad de la pareja es a prueba de todo. Se verá.


El peronista (que ya no lo dice a viva voz) demostró que no regalará nada. La contraprestación a cualquier acuerdo deberá tener su reflejo en la Legislatura, donde hay paridad de fuerzas. Les hará sentir el rigor.
Este portal pudo saber de altas fuentes que Galoppo debutó en el cargo con la motosierra. Volteó contratos que ponen los pelos de punta a la UCR que peleaba por la “continuidad”. En el Panal le mojan la oreja a De Loredo: “El juecismo maneja la Legislatura”.
“Hemos construido más que una alianza política, una amistad que vamos a honrar siempre”, fue la dulce respuesta que dio Juez a su gente, inspirado en el cálido aroma a la crema pastelera y el café recién hecho de la confitería que fue escenario de uno de los hechos políticos de la semana.

Una buena medialuna no ocultará, sin embargo, que Juez y De Loredo no pudieron acordar el nombre para la Defensoría como remarcan los alfiles de Llaryora y el elenco estable de Juntos por el Cambio no desmiente.

El senador impulsaba a Marcos Carasso y el diputado al tribuno de cuentas Julio Ochoa. Sin nada que negociar, no había nada que ofrecer a un gobernador que sufre la paridad en la Unicameral.

Martín Llaryora se retira de "la otra" negociación con la oposición
La presión de Llaryora a la dupla opositora no quedará en la chicana. La misma estrategia aplicará a la vocalía vacante en el Tribunal Superior de Justicia que, por cierto, también requiere la mayoría agravada en la Unicameral.

Fuentes del Ejecutivo y del cuerpo de magistrados reconocieron a este portal que no está previsto movimiento alguno para reemplazar a Mercedes Blanc de Arabel. “Llaryora no lo pide y no es requerimiento del TSJ tampoco”, insisten en los pasillos del poder.

Incluso, todo parece indicar que el vocal Luis Rubio tampoco está dispuesto a dejar su encumbrada silla. “El gobernador tampoco le va a pedir que se vaya. Rubio está muy activo y no da señales de querer retirarse. Participa de actos de 40 minutos por las inauguraciones de las fiscalías; que suponen viajes por el interior de más de tres horas”, resaltan la plenitud laboral del vocal, pero también la ausencia de una demanda de cambios por parte del propio cuerpo de magistrados.

Llaryora se retira de la mesa de negociación de dos espacios de poder donde la oposición tenía voz y voto. El cierre del capítulo legislativo en el Congreso, el triunfo electoral en Río Cuarto y el activismo político que muestra Juan Schiaretti son elementos ordenadores para el jefe del Partido Cordobés.

El segundo semestre de la política de Córdoba
El segundo semestre de Llaryora tendrá un alto componente de gestión, pero también de patrullaje sobre el territorio que coincide con el regreso de Juez y De Loredo “a casa”, después de meses de atención nacional.

No es casual que en una de sus últimas comunicaciones oficiales haya ofrecido el conteo de pueblos y ciudades que recorrió. Exactamente, informaron 121 visitas al interior, con 96 localidades recorridas.

Esta estrategia, en parte, se explica por la necesidad de empezar a marcar su huella después de la renovación. No es casual que el llaryorismo prefiera mirar hacia adelante y no hacer revisionismo histórico, justo cuando se cumplirán 25 años de gobierno cordobesista este 12 de julio.

Con todo, el segundo semestre político de Llaryora empezará en la víspera del 9 de julio, en el marco del pacto de Javier Milei con los gobernadores en Tucumán.

Allí no estarán los gobernadores peronistas-kirchneristas que Llaryora quiere lejos. También estarán los oficialistas/colaboracionistas. Entonces, ¿quién representaría la oposición moderada o de centro? En el Panal afirman que ese lugar es el que construirá Llaryora en adelante y con la foto del Día de la Independencia.

Tan circular es la política en Córdoba que Juez y De Loredo ya confirmaron su asistencia en Tucumán. El senador es un aliado de la primera hora del gobierno de Milei y De Loredo tuvo sus matices. Más cerca de la vereda libertaria, el radical sacará el pecho por la incorporación de la educación al postergado Pacto de Mayo.

Al fin y al cabo, en la Asamblea Legislativa, cuando aún invadía la sorpresa, el radical fue el primero en hacer esta observación ante la guardia periodística.

Juan Schiaretti y un objetivo grande
Aquí es donde entra a jugar Schiaretti en esta foto que filtrará oficialistas, opositores y centristas de Tucumán. El tres veces gobernador sigue sumando figuras de la política a sus meriendas de trabajo. El partido nacional que quiere construir empezará a explicar el juego de fuerzas que Llaryora se propone llevar a Córdoba.

El sanfrancisqueño no mostrará interés en el armado cordobés porque se quiere demostrar que ahora se juega en la liga mayor. Es decir, ya no importaría si Juez o De Loredo se unen a La Libertad Avanza o no; porque, en definitiva, Hacemos Por Nuestro País es oposición a Milei y el objetivo es el electorado de centro, antikichnerista (siempre) y el universo de arrepentidos libertarios.

Llaryora pasará este filtro para salir de la cancha chica, siempre adversa al cordobesismo sin referencia nacional.

De los ocho puntos que sacó Schiaretti en las elecciones generales de 2023, el piso que se fija el llaryorismo para las elecciones de medio término son 18 puntos en la suma nacional porque, como ya se contó, este frente que lidera el tres veces gobernador de Córdoba planea tener representación en la mayoría de los distritos.

CON INFORMACION DE LETRA P.

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