Rodrigo de Loredo y Carasso buscan un debate light de la UCR

A poco de iniciar la cumbre de Villa Giardino, la escudería de la UCR de Córdoba no sabe si podrá batirse a duelo discursivo porque el temario está, para algunas fuentes, “vacío de contenido”. Entre enojos por un cronograma que escapa al debate sobre el gobierno de Javier Milei y el de Martín Llaryora, dirigencia y militancia que no está enrolada en la tribu de Rodrigo de Loredo, dará la discusión, cueste lo que cueste.

Villa Giardino es un símbolo muy importante para la UCR de la provincia. El retiro boinablanca dispara la atención de la fuerza que fundó Leandro N. Alem y que conduce Martín Lousteau. Paradójicamente, el presidente del Comité Nacional, rompería con la tradición y todo indica que no pisará el suelo de Punilla.
 
Desde la vuelta a la democracia y tras los tiempos dorados en que el partido gobernó la provincia con Eduardo César Angeloz, primero; y Ramón Bautista Mestre, después, no se registró un clima de tamaña tensión. Si bien los encendidos discursos son la marca registrada de Giardino, esta vez, el índice promete poca pimienta.

El temario, que luce muy distinto a otras ediciones de Giardino por los pocos temas que se abordarán, pondrá primera este viernes por la tarde, con las palabras de apertura del presidente del Comité Central, Marcos Carasso. La cita continuará con dos paneles acotados, de media hora cada uno, sobre “Actualidad política, social y realidad partidaria”, con Matías Gvozdenovich, presidente del bloque de la UCR en la Legislatura; y de Rubén Dagum, presidente del Foro de Intendentes Radicales.
El siguiente panel desarrollará las “herramientas para desempeñarse en los municipios”, a cargo de intendentes de varios puntos de la provincia. El día sábado, se realizará una mesa de economía con el especialista Alfredo Blanco.
El factor Javier Milei
Son dos los “factores” que dividen las aguas y que tienen su impacto en la minuta de la discusión. Por una parte, la posición del centenario partido respecto al gobierno libertario; y, por la otra, el posicionamiento en relación a la gestión de Llaryora y su Partido Cordobés. Ambos tópicos generan incomodidades.

Mientras desde lo discursivo combate al líder libertario e intenta ejercer un rol de contrapeso legislativo, De Loredo le facilita a Milei mucho más que las herramientas para gobernar con el acompañamiento constante con su voto en Diputados. Esta posición, que algunas figuras radicales consideran “dual”, podría ser un motivo de disputa en Giardino, aunque el temario no contempla este apartado.

En tanto, Confluencia, de Ramón Mestre; Identidad Radical, de Carlos Becerra; y Construyendo Córdoba, de Dante Rossi polemizan abiertamente con el gobierno libertario. Esta vez, podría sumarse a ese pelotón el alfonsinista Sergio Piguillem, quien llegó al Concejo Deliberante de la capital de la mano de De Loredo. Habrá que ver si el líder de Asamblea Radical alza su voz o si se olvida de los reproches de Milei a Raúl Alfonsín.

Esta discusión no es menor. El factor libertario puede ser un punto de eclosión en el recambio de autoridades que se avecina en la UCR de Córdoba.

No sería descabellado que, ante el avance de un ala violeta en el radicalismo, Mario Negri, Mestre, Rossi y Piguillem decidan desempolvar la vieja Convergencia y enfrentar en tropa nuevamente a De Loredo. Ya lo habían hecho a través de Carasso en 2021. Esta vez, tendrían al frente a Marcos Ferrer, la espada deloredista que trabaja por el consenso partidario.

El factor Martín Llaryora
La otra divisoria de aguas en el centenario partido es la posición con relación al Partido Cordobés propuesto por el gobernador Llaryora y auspiciado por la vicegobernadora radical Myrian Prunotto.

Aunque con matices muy marcados, en este punto se encuentran De Loredo, Negri y Mestre. El exintendente capitalino exhibe un posicionamiento mucho más contundente y refractario al gobierno provincial. Incluso, insiste con que en las próximas contiendas, la UCR ponga candidaturas propias en la cancha.

Los tres referentes destacados del radicalismo de Córdoba hablan de generar un cambio de singo político en la provincia desde 2027. Hoy, esa aventura es demasiado abstracta, considerando las potenciales alquimias partidarias y los 11 núcleos internos formalizados.

Otra jugadora importante es la vicegobernadora Prunotto, que está decidida a seguir engrosando al Partido Cordobés y a incidir fuertemente en la interna partidaria de la UCR de Córdoba.

Como si fuera poco, los ojos también van a estar puestos en el presidente del radicalismo cordobés, Marcos Carasso, quién para poder convertirse en Defensor del Pueblo de la Provincia, necesita del visto bueno de Llaryora. Habrá que ver si el exdiputado encuadra su discurso de cierre en Giardino como presidente del partido o como uno de los dirigentes políticos que busca convertirse en ombudsman.

Las horas contadas en la UCR de Córdoba
En las últimas horas y ante la duda del desarrollo de la cumbre fruto de una denuncia ambiental por contaminación de napas en el hotel que oficiará de sede, algunos sectores refractarios al líder de Evolución barajaron la posibilidad de impulsar una contracumbre en la Casa Radical.

Al confirmarse el encuentro de Giardino, esta idea no prosperó. La discusión provincial y nacional está asegurada en el retiro radical, más allá del escueto temario.

A escasas 48 horas de su inicio, circulaban desconfianzas cruzadas. Desde un frente, sugerían que De Loredo “intentaba frenar el debate”; desde el otro, se repetía que el peronismo buscaba meter la cola para suspender la liturgia radical.

En tanto, las especulaciones concluyeron cuando la tropa De Loredo publicó a coro en sus redes sociales un video que propiciaba la realización del encuentro.

El tiempo dirá si el emotivo video en el que aparecen Arturo Illia, Raúl Alfonsín, Eduardo Angeloz y Ramón Bautista Mestre sirvió para buscar un punto nostálgico de unidad o, si los factores Milei y Llaryora, copan las discusiones y acentúan las diferencias intrapartidarias.

CON INFORMACION DE LETRA P.