Llaryora y Passerini volverán a caminar juntos la ciudad

Córdoba se prepara para un mayo movido y con muchos cambios. Hay que mejorar los niveles de aceptación de gestión, las columnas "rojas" en las encuestas de la "muni" preocupan. Martín Llaryora y Daniel Passerini saben que la única manera de enamorar nuevamente al electorado cordobés es “con presencia en los barrios y en las localidades”, sin tanta exposición en las esferas nacionales. Algo que supo hacer muy bien el ex gobernador Juan Schiaretti, aunque esa acción genere un efecto secundario no deseado: desconocimiento fuera de las fronteras cordobesas.

Con el “Pacto de Mayo” en sus narices, la capital debe mostrarse como una ciudad modelo. Esto requiere orden, limpieza y, principalmente, cero conflictos. Parafraseando a Cristina Fernández, cuando alertó al gobierno de Alberto Fernández que hay “funcionarios que no funcionan”, Martín Llaryora está terminado de delinear un plan para estar más presente. El acto en Villa Inés y en Villa El Libertador motivaron al gobernador para presentar una o dos acciones en la ciudad de Córdoba por semana junto a Daniel Passerini y mostrar un gabinete activo.

“Necesitamos de manera contundente volver a militar la gestión. Hay que estar en la calle, vivir la ciudad. Eso la gente lo valora”, remarcó una espada oficialista en la Unicameral. La ciudad es donde lo bueno o lo malo repercute más.

En el nuevo armado, una de las intenciones es sacar a la cancha a los vice. Buscarán que el presidente del Concejo capitalino, Javier Pretto haga pie en la cuarta, sexta y novena. Y quien dejará de sumar millas provinciales será la vice gobernadora Myriam Prunotto para recorrer y fortalecer las 14 y la 11, su perfil radical y de centro puede ser atractivo para ese sector.

Para que las máximas figuras salgan nuevamente a “reencontrase con los vecinos” como se hizo en la campaña es necesario un mapeo, conocer la situación de las seccionales y saber quienes son los responsables políticos. Los insultos a Rodrigo De Loredo y a Carlos Gutiérrez no pueden reiterarse. La foto del 1° de mayo entre Llaryora, Vigo y Passerini mandó un mensaje directo a las bases. Fue la “Cumbre de la Unidad”, y debe servir para ir preparando el terreno a las futuras visitas de los mandatarios hacia las barriadas.

Cómo están las seccionales
En la Primera, Segunda y Tercera se concentran reclamos por la limpieza, siendo la recolección de residuos una de las principales quejas. Pese a las constantes obras y las “Super Manzanas” presentadas en su momento por el secretario de gobierno Miguel Siciliano durante la gestión de Llaryora, a Juan Manuel Cid y a la ministra Claudia Martínez se les hace complicado hacerse fuerte en lugares otrora radicales y hoy más cercanos al Pro y la Libertad Avanza.La cuarta es otra de las seccionales que recibió más obra pública y buen trato municipal durante los últimos años, pese a que en las elecciones pasadas el PJ recibió un caudal enorme de votos superando el piso histórico no logro que gane la oposición. Allí es territorio de la legisladora “viguista” Cristina Pereyra.

Zona clave de la ciudad es la “República de San Vicente” en la seccional Quinta. Mucho descontento en la clase media, pero con buena relación con los barrios populares. Allí opera de manera directa la Subsecretaría de Sistema Integrado de Seguridad Pública Natalia Quiñónez.

Raúl La Cava, el secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano controla gran parte de la seccional Sexta sin mayores sobresaltos. Solo deberán ajustar algunos detalles para mantener más contentos a los vecinos de Cofico y mejorar algunos servicios en barrio General Paz.

En la seccional Séptima trabaja activamente Juan Domingo Viola. Prometen muchas inauguraciones durante la gestión “passerinista”. Además debe reemplazar a un histórico dirigente como fue el “gordo” Scabuzzo.

La Octava se encuentra con muchos reclamos hacia el trabajo de Augusto Cámara. Quien también milita la seccional es el flamante presidente del concejo Martín Simonian. Los reclamos se centran en el funcionamiento del CPC de Pueyrredón y la situación social. “Al grave problema de recursos deberá ser atendido con más contención política”, sugieren un histórico justicialista.

La tierra de Marcelo Rodio y Mario López Amaya es la seccional Novena. Algunos se exceden en sus críticas y la consideran “abandonada”. Otros retrucan que es una seccional de Miguel Nicolas que ahora ya dejó de votar a los radicales para pasarse a los libertarios.

En la Décima no logra hacer pie ninguno de los gobiernos. Si bien tienen mucha aceptación le está costando llegar a los sectores populares. El presidente la décima es Fredy Magallanes que trabaja junto a Diego Hak y Diego Casado. Pese a las obras de cloacas para todo el barrio todavía le reclaman problemas de gestión con el transporte.

La Once trata de construir en base a tres liderazgos: Mario Di Francesca, Tom Ramallo y Daniel Russo. Actualmente los CPC’s, tanto el de la ruta 20 como el Colón sienten el paso “mileista” y la falta de algunos fondos.

La Doce es un sector de la ciudad que estaría en mejores condiciones, aunque evitando a destajo que crezca la Libetad. Allí es territorio del legislador Ovejero junto al “Puma” Guillermo Kraisman. Se suma Carolina Martín, subsecretaria de gobierno municipal. Son todos funcionarios y dirigentes de peso trabajando en el sector. Se lamentan por la inseguridad.

Al quedarse sin Martín Córdoba, desplazado por denuncias en su contra, la Trece busca que la ministra Laura Jure juege de lleno y ponga a su gente a recuperar la seccional.

Tierra hostil para el justicialismo es la Catorce. Pese a ser el lugar en donde habitan muchos funcionarios locales se concentran reclamos en contra del municipio. El dirigente más fuerte podría ser Mercado, pero deben levantar puentes con la clase media y media alta del sector. Hoy es libertaria casi al 100%.

Con información de Perfil, sobre una nota de Juan Bernaus