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Rodolfo Aguiar: "La motosierra ya no la tiene Milei, la tiene Techint"

POLÍTICA 02/05/2024 Agencia de Noticias del Interior
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El secretario general de ATE sostuvo que no sólo el Presidente y su gabinete, sino también todos los diputados que votaron a favor de la Ley Bases deberían ser sometidos a un juicio político. “Quién usurpa facultades de un poder que no le es propio comete un delito, como es el caso del Presidente, pero también comete un delito quien cede de manera cómplice esas facultades”, aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Rodolfo Aguiar es secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado, ATE, nacional y de la Central de Trabajadores Argentinos, la CTA autónoma de Río Negro. Fue secretario general del Consejo Directivo Provincial de ATE en Río Negro. Luego de la aprobación de la Ley Bases, Aguiar sostuvo que “en materia de empleo público se retrocede sin escalas a la década del 90”.

Cuéntenos qué balance general hace usted del desarrollo de la discusión de ayer (por el martes) en Diputados y la aprobación de la Ley Bases.

Yo digo que ayer (el martes), lo que venía siendo angustia, incertidumbre, se empieza a transformar en enojo y bronca, de los trabajadores y las trabajadoras estatales, en este caso, y que el mayor desafío que tenemos por delante es seguir organizando esa bronca. 

Esta Ley Bases pone de rodillas a la Nación y al Estado al servicio del extranjero. Bien se refería usted, en materia de empleo público, ayer, y de manera apresurada, sosteníamos que nos llevaba de manera directa y sin escalas a la época de los 90.

Pero profundizamos en el análisis de la reforma. No exageramos cuando planteamos que este Gobierno nacional quería instalar el mismo programa económico de la última dictadura militar, porque solo pasó en los gobiernos de facto que se pusiera en disponibilidad a los y las trabajadoras estatales como va a ocurrir ahora. Es decir, esta idea de derechos adquiridos ya es una noción que, en esta época histórica en nuestro país y frente a este gobierno, ha desaparecido. 

El artículo 14 bis garantiza estabilidad en el empleo público, y las diputadas y diputados sinvergüenzas que votaron ayer acaban de modificar el artículo 11 de la Ley de Empleo Público, la ley 25164, estableciendo que en toda aquella dependencia u organismo que cierre o pueda ser reestructurada, sus empleados pasan directamente a la condición de “sujetos en disponibilidad”. Se les garantiza el cobro de remuneraciones por un año, y a los 12 meses, si no fueron reubicados, a la calle. 

Sólo pasó esto en las dictaduras, cuando se hablaba de los “prescindidos” en la dictadura militar. Es muy grave, nos están planteando una reforma laboral bajo el título de “modernización laboral”, cuando en realidad configura un enorme retroceso. Se estimula el empleo no registrado, se disminuye la protección legal de las y los trabajadores, y ampliando el período de prueba a seis, ocho y hasta doce meses, se favorece una alta rotación y una fuerte explotación de todos los trabajadores. 

La organización internacional del trabajo, la OIT, ya analizó, estudió, en 63 países del mundo que impulsaron legislaciones similares a las que se votó ayer en la cámara de diputados, y todas fracasaron. Esto no va a crear más empleo en la Argentina.

¿Qué comparación hace con los años 90? Cuéntenos dónde estaba usted en esos años, era muy jovencito, supongo.

Si, en los años 90 estaba en el secundario. 

La comparación que nosotros hacemos refiere, además de esta reforma laboral, a otros capítulos que tiene la Ley Bases, como la privatización de numerosas empresas estatales. Sin lugar a dudas, lo que se busca en este momento en la Argentina es moldear un Estado absolutamente distinto a lo que habíamos conocido hasta aquí. De un Estado que, aún con sus imperfecciones, intenta estar al servicio de la gente, al servicio del pueblo, pasar a un Estado que sólo garantice los intereses de esos que estaban en el foro de Llao Llao. 

No es casual que el presidente Milei haya llegado hasta Bariloche y se haya reunido con los que, yo interpreto, son sus jefes, y le impartieron las órdenes que iba a tener que cumplir durante estos meses. El Estado que se quiere es para los “planeros” con extensiones impositivas, los violadores seriales de leyes laborales que se fugan a Uruguay; los dueños de las energéticas, que se volvieron multimillonarios a tarifazo limpio en el país que ha tenido que pagar todo el pueblo; los CEOs de laboratorios o los supermercadistas, que son los que forman precio en la Argentina desde hace mucho tiempo y los verdaderos generadores de la inflación. Es decir, las lacras que lucran. 

Quieren un Estado al servicio de estas lacras, pero la novedad es que el Presidente no va a poder. Porque al Estado le damos vida nosotros, las y los trabajadores estatales con nuestras propias vidas, y nos negamos a estar al servicio de esta crema empresaria. Vamos a seguir empecinados en servir a nuestro pueblo.

Claudio Mardones: La diputada Marcela Campagnoli manifestó una advertencia sobre el capítulo donde están los principales aspectos de la reforma laboral. A su modo, también lo hizo la vicepresidenta, Victoria Villarruel, sobre que si se avanza en ciertos aspectos se abriría la posibilidad de una serie de juicios.  ¿Qué esperan ustedes del impacto de la Ley Bases, por fuera de lo que se espera en el ámbito estatal? 

Sin lugar a dudas, se trata de una norma inconstitucional que confronta con garantías y preceptos que están en nuestra Carta Magna, en la ley fundamental de la nación. Los equipos jurídicos, los abogados laboralistas, ya se aprestan a estudiar la letra de lo que ayer terminó siendo votado y, por supuesto, bajo la posibilidad de que termine siendo sancionado en el senado. 

Ayer creo que quedó claro que esa “oposición dialoguista” no es más oposición, es oficialismo. Si votaron lo que votaron, son oficialismo. Yo creo que ese pedido de juicio político al Presidente y a su gabinete debe ser ampliado a los y las diputadas que ayer levantaron la mano contra todo el pueblo argentino.

No sólo por mal desempeño en sus funciones, que es la causal prevista en la Constitución nacional, sino porque quien usurpa facultades de un poder que no le es propio comete un delito, como es el caso del Presidente, que lo pretendió hacer desde que asumió, arrogándose facultades legislativas, porque por decreto no solo nos está arruinando la vida a todos. También comete un delito quien cede de manera cómplice esas facultades.

CM: Dentro de lo que se aprobó, también está el artículo 3, que junto al 7, le permiten al Poder Ejecutivo intervenir, fusionar y cerrar organismos de la administración pública. ¿Qué mapa de conflicto están construyendo en los organismos que quedarían afectados por este artículo?

Sin lugar a dudas, si hablamos de las emergencias administrativas, económicas, financieras y energéticas, no son casuales, se van a llevar todo. Hoy, se llevan nuestras riquezas mediante una simple declaración jurada que presentan las empresas sin que exista ningún tipo de control estatal. El gas y el petróleo en el sur, el litio en el norte. Con el Paraná privatizado se va el 80% de toda nuestra producción agropecuaria industrial. 

Nos dejan tierra arrasada, paisajes eliminados, suelos depredados. Las aguas de nuestro ríos, lagos y mares contaminadas. Esas facultades que usted refiere que le otorgaron al Presidente son absolutamente inconstitucionales. 

Nosotros decimos que no estamos frente a cualquier gobierno, este no es un ajuste más. Uno puede tener cualquier idea política, como nos pasa a nosotros en los sindicatos, que conducimos la diversidad y hay innumerables corrientes de opinión internas e ideológicas. Ahora, si cambian un cuadro de Evita por uno de Menem y un 24 de marzo se difunden un video para volver a reivindicar la teoría de los dos demonios, si la jornada en la que tenemos que homenajear a nuestras y nuestros héroes de Malvinas nos llaman a reconciliarnos con el peor horror que le tocó vivir a nuestro país, si desfinancian las universidad públicas, el sistema público de salud, es evidente que no estamos ante un gobierno más. 

Aquí existe un plan para colonizar la Argentina, le encargaron la ejecución de ese plan al presidente Milei y lo tenemos que evitar profundizando nuestros planes de lucha. 

Frente a su pregunta, le adelanto por aquí que nosotros no descartamos y estamos trabajando en una movilización a Techint. La motosierra ya no la tiene más Milei, la motosierra la tiene Techint. Sólo basta con analizar que en el gabinete nacional tiene más funcionarios designados Paolo Rocca que la propia fuerza política que ganó las elecciones, o que la máxima autoridad de trabajo, es el gerente de recursos humanos de uno de los grupos empresarios más poderosos en el país. 

Esa motosierra va a llegar a nuestras manos un día y va a apuntar para el otro lado, va a empezar a cortar otras cabezas distintas a las que está cortando ahora, que son las de los trabajadores y los jubilados. Cuando decimos esto, muchos colegas tuyos enseguida se alarman, nos dicen que la expresión es destituyente, que desestabiliza, pero resulta que ellos pueden decir y hacer lo que quieran, son salvajes hablando. 

El Presidente tiene un lenguaje vulgar, violento, y sin embargo se lo respeta. Nosotros decimos “corten otras cabezas”. Las cuentas públicas las pueden mejorar sin destrozar a la gente, yendo a capturar renta minera, renta petrolera, casinos y salas de juegos, bancos y entidades financieras y, sobre todo, a esos ultra millonarios que nos siguen chupando la sangre, o estableciendo un nuevo impuesto a las grandes fortunas y de carácter permanente. Pero todo esto que estoy diciendo, precisamente, es lo contrario a lo que hacen, lo inverso a lo que ocurrió ayer en la Cámara de Diputados.

Yo recordaba ayer, cuando volvía, de noche, un fragmento de esa canción de León Giecco que dice: “Sólo le pido a Dios que el engaño no sea indiferente”. Nos están engañando, no nos tiene que ser indiferente. Y el tema sigue: “si un puñado de traidores, como ocurrió ayer, pueden más que a unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente”. No los vamos a olvidar. Yo siempre he repudiado los escraches, pero en este momento, tengo temor de cruzarme alguno o alguna de esos sinvergüenzas que ayer votaron la mano para rematar la última pizca de soberanía que tiene nuestro país.

 

 

Con información de www.perfil.com

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